¿PUEDE ESTAR ENFERMA UNA
SOCIEDAD?
PATOLOGÍA DE
LA NORMALIDAD (1)
Decir que una sociedad carece de salud mental implica un su
puesto discutible contrario a la actitud de relativismo sociológico
que sustentan hoy la mayor parte de los sociólogos científicos,
los cuales postulan que una sociedad es normal por cuanto que
funciona, y que la patología sólo puede definirse por relación
a la falta de adaptación del individuo al tipo de vida de su so
ciedad.
Hablar de una "sociedad sana" presupone una premisa dife
rente del relativismo sociológico. Únicamente tiene sentido si
suponemos que puede haber una sociedad que no es sana, y este
supuesto, a su vez, implica que hay criterios universales de salud
mental válidos para la especie humana como tal y por los cuales
puede juzgarse del estado de salud de cualquier sociedad.
Esta
actitud de hunnanismo normativo se basa en algunas premisas
fundamentales.
La especie "hombre" puede definirse no sólo anatómica y
fisiológicamente: los individuos a ella pertenecientes tienen en
común unas cualidades psíquicas básicas, unas leyes que gobier
nan su funcionamiento mental y emocional, y las aspiraciones
o designios de encontrar una solución satisfactoria al problema
de la existencia humana.
Es cierto que nuestro conocimiento del
hombre es aún tan incompleto que todavía no podemos dar una
definición satisfactoria del hombre en un sentido psicológico. Es
incumbencia de la "ciencia del hombre" llegar finalmente a una
definición correcta de lo que merece llamarse naturaleza humana.
Lo que se ha llamado muchas veces "naturaleza humana" no es
más que una de sus muchas manifestaciones —y con frecuencia
una manifestación patológica —y la misión de esa definición
errónea ha consistido habitualmente en defender un tipo particular de
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(1) En este capítulo he aprovechado mi trabajo "Individual and Social Origjru
of Neurosis", Am. Soc. Rev., IX, 4, 1944; pp. 38055
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sociedad presentándolo como resultado necesario de la
constitución mental del hombre.
Contra este uso reaccionario del concepto de naturaleza humana, los liberales, desde el siglo xviii, han señalado la malea bilidad de esa naturaleza y la influencia decisiva que sobre ella
ejercen los factores ambientales.
Aunque esto es cierto y muy
importante, ha conducido a muchos sociólogos a suponer que
la constitución mental del hombre es una hoja de papel en blanco
en la que escriben sus respectivos textos la sociedad y la cultura,
y que por sí misma no tiene ninguna cualidad intrínseca.
Esta
suposición es tan insostenible, y exactamente tan destructora del
progreso social, como la opinión opuesta. El problema consiste en inferir el núcleo común a toda la especie humana de las innumerables manifestaciones de la naturaleza humana, tanto normales
como patológicas, según podemos observarlas en diferentes in
dividuos y culturas.
La tarea consiste, además, en reconocer las
leyes inherentes a la naturaleza humana y las metas adecuadas
para su desarrollo y despliegue.
Este concepto de la naturaleza humana difiere mucho del sentido en que se usa convencionalmente la expresión "naturaleza
humana".
Exactamente como el hombre transforma el mundo que
lo rodea, se tranforma a sí mismo en el proceso de la historia.
El hombre es su propia creación, por decirlo así. Pero así como
sólo puede transformar y modificar los materiales naturales que
le rodean de acuerdo con la naturaleza de los mismos, sólo puede
transformarse a sí mismo de acuerdo con su propia naturaleza.
Lo que el hombre hace en el transcurso de la historia es desenvolver este potencial y transformarlo de acuerdo con sus propias posibilidades. El punto de vista que adoptamos aquí no es
ni "biológico" ni "sociológico", si eso quiere decir que esos dos
aspectos son independientes entre sí. Es más bien un punto de
vista que trasciende esa dicotomía por el supuesto de que las
principales pasiones y tendencias del hombre son resultado de la
existencia total del hombre, que son algo definido y averiguable,
y que algunas de ellas conducen a la salud y la felicidad y otras a
la enfermedad y la infelicidad.
Ningún orden social determinado
crea, esas tendencias fundamentales, pero sí determina cuáles han
de manifestarse o predominar entre el número limitado de pa
siones potenciales. El hombre, tal como aparece en cualquiera
cultura dada, es siempre una manifestación de la naturaleza humana, pero una manifestación que en su forma específica está
determinada por la organización social en que vive.
(Psicoanalisis de la Sociedad Contemporanea, Erich Fromm)
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Vamos a ver lo que dice Lucien Malson
al respecto de la llamada Naturaleza Humana
"¿Qué hipótesis podríamos avanzar sobre el origen de la humanidad? Sólo nos cabe imaginar que cierto número de variantes biológicas se hayan beneficiado en bloque de una sociedad protohumana, de una sociedad en trance de llegar a ser, antes de que pudiese existir un hombre a solas. Pero sea lo que fuere de las mutaciones que las teorías de la evolución nos inducen a concebir y que la psicosociología nos invita a suponer, lo cierto es que no podemos dejar de constatar que, hoy por hoy, hay en el mundo un ser que, a diferencia de todos los demás, no consiste en UN SISTEMA DE DISPOSITIVOS DADOS, sino tiene que recibir y aprenderlo todo (incluso algo fundamental, el medio de comunicación y del poder ser 'sapiens': EL HABLA), y en quíen lo endógeno (es decir, lo achacable a sus solas potencias y predisposiciones naturales), tiene, vuelvo a decirlo, la inconsistencia de una nube" (La analogía de la estatua de Condillac)
Aclarando esa inconsistencia diremos que se refiere al hecho de que como el ser humano es la única criatura en la Tierra que no nace, sino que se hace, y en éste poder de hacerse se inscribe la llamada libertad humana, y como de ésta manera puede llegar a ser cualquier cosa --desde Franco a García Lorca, desde un loco a un redentor, o desde Einstein a un subnormal --que es aquí, dicen, dónde radica nuestra libertad y nuestras opciones, nuestras oportunidades--, es en ésta potencialidad subyacente del poder ser de todo sin ser nada especifico, lo que proyecta sobre la raza humana esa inconsistencia de una nube", porque, precisamente, la raza humana carece de consistencia, de Naturaleza (por lo tanto el sapiens no puede haber evolucionado filogenéticamente de forma natural, su cuerpo si, su mente, su cerebro, no)
Y este es el gran conundrum del ser humano. Desde "The Wild Boy of Aveyron" a Einstein, o del "Gazelle-Boy", estudiado por Jean-Claude Armen, a Pitagoras, solo hay una diferencia: la cultura humana es la que nos hace sapiens, humanos.
Si realmente quisieramos saber qué somos, qué es el hombre, pero en vacuum, intrínsecamente, sin contacto humano, es lo que intento hacer Jean Marc Gaspard Itard que estudió el caso de Victor de Aveyron, un niño Silvestre ("homo ferus") que había pasado la mayor parte de su infancia en el bosque sin contacto humano. Pero al final, Itard claudicó ante la imposibilidad de regresar a aquella criatura al status humano. Con ello, una vez más, se comprobó que el ser humano no tiene naturaleza, tiene tan sólo história, y que mas qu nada es un vacuum, y como no es NADA puede ser CUALQUIER COSA. Y esto no es LIBERTAD para ser lo que queramos, es que sobre esa
inconsistencia de nube que Lucien Malson la describe muy bien Lucien Malson en éstas finales líneas:
"La idea de que el hombre no tiene naturaleza está hoy en día más allá de toda duda en todo el pensamiento contemporáneo Lo que no entendemos es el por qué se ha tardado tanto tiempo en arribar a ello, algo que fue adelantado por los existencialistas desde el principio. Los 'Behaviourists' niegan que las características mentales o las capacidades intelectuales puedan ser heredadas. El Marxismo reconoce que "el hombre, al nacer, es la criatura menos capaz y desvalida de todas las criaturas, y que ésto representa, precisamente, 'la precondición' para su futuro progreso", Con los Psicoanalistas, en palabras de Lagache, se confirma que
"no hay nada en el ser humano que sugiera la presencia de instintos -endógenos- con sus inmanentes pautas de desarrollo". La corriente que combina ambos, el marxismo con el psicoanálisis (el llamado 'culturalismo'), nos eseña axiomáticamente cuanto le debe el individuo a su medio ambiente cultural en la construcción de su personalidad...o, hasta en casos de extremo aislamiento, para impedirle ser sapiens...La conducta de los animales revela unos instintos endógenos al nacer. El completo aislamiento de la criatura humana revela la ausencia de éste 'dependable a priori' que conlleva el peculiar esquema adaptivo de la especie. Los niños que en temprana edad se les quita el contacto social --los llamados niños salvajes o niños lobos--, se hallan en tal aberrante estado psico-intelectual que se asemejan a los animalas en la escala nas baja de su evolución. Mas que encontrarlos en un estado de la Naturaleza dónde se podría detectar elementos de homo sapiens u homo faber, en su lugar se descubre una condicionante tal que para tratar de comprender qué ocurre ya no se requiere a la psicologia sino a teratología"
("Wolf Children and the Problem of Human Nature". Lucien Malson. "The Wild Boy of Aveyron". Jean Itard. "Los Niños Selvaticos" Lucien Malson
"Memoria e Informe sobre Victorde L'Aveyron". Jean Itard. Rafael Sánchez Ferlosio, '
Comentarios'. Alianza Editorial, Madrid, 1973)
De las cuatro preguntas que se hizo Kant sobre nosotros,¿Qué puedo saber? ¿Qué debo hacer? ¿Qué debo esperar? ¿Qué es el hombre?, puso la primera al final, porque sin saber qué somos no se puede contestar a las demás
¿De qué "hombre" estamos hablando aquí?
¿Del hombre de 'per se' que la Naturaleza trae al mundo cuándo nace, porque sabemos muy bien que si lo separamos de todo contacto social se convertiría tan sólo en un caso teratológico imposible nunca de poder llegar a ser 'sapiens', o del hombre que ha sido creado y desarrollado por un cierto grupo cultural humano dentro de un período histórico determinado. ¿Pero como pudo llegar a saber Kant que si lo hubiesen abandonado, de pequeño, en el bosque y hubiera podido sobrevivir se hubiese convertdo en un casso teratologico? Hoy en día esta pregunta en antropología no existe.
Podría haber dos maneras de contestar Kant en su última pregunta: una dónde nos encontraríamos que, sobre "la inconsistencia de una nube...ya no se requiere a la psicología sino la teratología"
Otra: la respuesta de Erich Fromm que dice que el hombre es una "anomalía": "La aparición de la autoconciencia, la imaginación y la razón, que rompieron la 'armonía' que caracteriza la existencia animal, convirtió al hombre en una anomalía, en un capricho del universo...aúnque forma parte de la Naturaleza, está situado aparte, no tiene casa". Fromm ya intuyó que algo no cuadraba (Pero se lo cayó y en su lugar le dió por apologétizarnos ensalzarnos) El problema de Fromm con su definicion de nosotros es que a ver quien le dice a la cara a un congenere que es una anomalia en un capricho del unioverso...No quedaríamos bien vistos.
"Desde hace mucho tiempo, hay un algo que opera dentro de la sociedad humana y que vuelve estériles todos y cada uno de los intentos de hallar una solución a este enigma", se pregunta Reich en el Capitulo de la Trampa de su libro
Nosotros creemos que ese algo que opera dentro de la sociedad humana es que el hombre es tabú para él mismo porque intuye, presiente, barrunta...que de escarbar en sus orígenes, metódicamente, verazmente, se llevaria mas de un Susto...
Para terminar sólo nos cabe imaginar que cierto núcleo de variantes biológicas se hayan beneficiado en bloque de una sociedad protohumana, de una sociedad en trance de llegar a ser, antes de que pudiese existir un hombre a solas. Pero sean lo que fueran las mutaciones que las teorías -oficial- de la evolución nos inducen a concebir, y que la psicosociología nos invita a suponer, lo cierto es que no podemos dejar de constatar que, hoy por hoy, hay en el mundo una criatura (notros la llamamos mono-vestido y sexómano) que, a diferencia de todas las demás, no consiste en un sistema de dispositivos dados, sino que tiene que recibirlo y aprenderlo todo, y en quíen lo endógeno --es decir, lo achacable a sus solas potencias y predisposiciones naturales tiene la inconsistencia de una nube.
Despues de decir tanto
en las nubes nos quedamos.
Aúnque esta vez bien amarrados
al suelo de la realidad nos quedamos,
pero sospechando, Sum Ergo, Suspicor,
que las cuentas no cuadran al interpretar
al ser humano. Como dice Reich:
"Desde hace mucho tiempo, hay un algo que opera dentro de la sociedad humana y que vuelve estériles todos y cada uno de los intentos de hallar una solución a este enigma".
El enigma de qué carajo somos realmente...
al menos que no se recurra al Dios que nos créo.
Y es que sobre esa inconsistencia de nube que Lucien Malson la describe tan bien
se puede producir de Todo:
Sabios
Suicidas
Benefactores
Locos
Redentores
Genocidas.
Revolucionarios
Parricidas
Monjes
Prometeos
Mediocres
Sumisos
Psicoticos
Poetas
Monstruos.
Canibales.
Esclavos
Libertinos
Ricos
Pobres
Tullidos
Atletas
Invalidos
Heroes
Eminencias
Genios
Pensadores
Politicos
Reyes
Naufragos
Escrritores
Analfabetos
Descubridores
Canallas
Asesinos
Obedientes
Guerrilleros
Religiosos
Trabajaddores
Explotadores
Malos
Buenos
Angeles
Demonios
Odiosos
Amorosos
Insensatos
Inteligentes
Tontos
Intelectuales
Burros
Esquizofrenicos
Nauseabundos
Vagabundos
Genios
Estupidos
Arrogantes
Humildes
Asesinos
Sadicos
Esclavos
Fieras
Salvajes
Civilizados
Canallas
Beatos
Matricidas
Heroes
Sacerdotes
Lucidos
Atrasados
Mentecatos
Santos...
Lobos -si los cria un Lobo-
Gacela -si los cria una Gacela-...
Entónces la pregunta sería no-qué-somos,
sino qué-no-somos.
(Encontradme algo que-no seamos,
que-no-hayamos-sido)
Y es que sobre "la inconsistencia de una nube...ya no se requiere a la psicología sino la teratología", y de esta teratología,
¿que puede salir?:
TODO. La lista de arriba...
y lo que estuvo por llegar y ya llegó:
¿PUEDE ESTAR ENFERMA UNA SOCIEDAD?
Respuesta: SI,
LA DE HOY EN DIA,
ayudada por la Tecnología.