El verdadero pacto de gobierno
PSOE-Sumar
Hace unos días, Yolanda y Sánchez escenificaron una solemne escena en la que prometieron la solución a todos los problemas de los trabajadores españoles e incluso mundiales.
Las medidas pactadas suponen un auténtico oasis y auguran un futuro esperanzador y luminoso para los sectores populares. Igual que fue épico la otra vez, cuando prometieron acabar con la reforma laboral, la ley mordaza, las mermas en las pensiones o los desahucios.
Por desgracia, subyace una realidad bajo todo este numerito. Y es que, como bien saben los despiertos lectores de esta tribuna virtual, bajo condiciones capitalistas el parlamentarismo es poco más que un sainete.
En Venezuela y Cuba las medidas votadas por los congresistas podrán ser mejores o peores, y podrán estar también condicionadas por un contexto (o por un bloqueo); pero al menos las toman ellos mismos en función de las necesidades de su población. En cambio, aquí los gobiernos no gobiernan realmente, sino que se limitan a cumplir las directrices marcadas por la auténtica peligrosa minoría: las grandes empresas. ¿Cuál es la dictadura entonces?
El PSOE, el PP y toda esa “casta” no desearían hacer recortes en lo público, pero el “sistema”, el Ibex, los obliga al tijeretazo. Aunque actúe, eso sí, fuera de foco, para que no lo cuestionemos a él sino a partiduchos impotentes e inútiles.
Con la tasa de beneficio capitalista en plena caída (incluso si la masa sigue subiendo y extiende un velo de engañosa apariencia), buscan nuevos nichos de mercado, por ejemplo, en la sanidad, la educación o las pensiones. Incluso si eso supone privatizar y echar abajo las conquistas históricas de los trabajadores. Y ese es el contexto general en el que nos movemos.
En fin, que esta semana la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) ha exigido a España elevar el periodo de cómputo de las pensiones a 40 años y retrasar la edad de jubilación, así como elevar el IVA (impuesto indirecto y regresivo que paga el mileurista igual que la Botín), acabar con las bonificaciones fiscales a la energía y los alimentos encarecidos, acelerar la reducción del déficit público y congelar los salarios de los trabajadores.
Es sorprendente que, siendo tan democrática y demás, la OCDE en ningún momento haya preguntado si los españoles han votado (o deben votar) por esas medidas. Pero el caso es que el Banco de España y la CEOE se han manifestado en la misma dirección, también esta semana. ¿Y cuál es la excusa? La de siempre: la deuda ha subido demasiado y hay que bajarla a niveles prepandemia. Así como el déficit público “descontrolado”: lo importante es “controlarlo”, no que la gente obrera tenga pensiones, médico de cabecera este mes, no sea desahuciada o pueda estudiar alguna carrera.
Así pues, si quieren leer el verdadero programa de gobierno del pacto PSOE-Sumar, tan pomposamente anunciado en espectaculares ruedas de prensa, busquen mejor el documento de la OCDE.
Bueno, del pacto PSOE-Sumar o del pacto PP-Vox. Porque, al fin y al cabo, ambas coaliciones ejecutarán en materia económica lo que establezca la dictadura del mercado, aunque tengan solemnes diferencias en otro “género” de temas.
Busquen, pues, porque allí podrán leer el futuro que les espera… si los de abajo no irrumpimos en la Moncloa y decretamos la expropiación de inversionistas, energéticas y banqueros
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