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Si en la filosofía de Heidegger,
la noción de ser-para-la-muerte define
la singularidad de la existencia, cuándo aquella
se asume en la autenticidad de ésta,
resulta que Gala es un ser heideggeriano.
Además, con su estética mordacidad, histriónica y despreocupada,
no solamente hace las delicias del oyente
sino que sale uno autoliberado de todo equipaje.
Gala --de gala-- cruza
puentes, valles y montañas,
sin miedos,
sin hojarascas,
en inteligente Pegaso
de muchas alas,
mirando de frente a la Esfingie,
sin fingir,
cara a cara,
cuándo se han ido
los espectadores
y ya no queda
nadie en la sala,
ni el apuntador,
ni el director de escena,
ni nadie que aplauda,
sólo y sin personaje,
lo único que hace es empujar
la puerta sin bisagras
para que ésta abra sóla
el diamente sin pulir
que sólo busca regresar
a la mina dónde estaba.
Es entónces cuándo la Esfingie,
bajando de su pedestal,
le dice:
Por aqui,
por aqui, don Antonio,
siga, libre, sin mordazas,
arrancando espinas y zarzas
para que sólo quede en su palabra
la pureza que todos llevamos
tallada y amarrada...
y que nadie se atreve como Usted
a lavarla en el viento
que todos callan...
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PD:
"¿Ya sabe lo que es la vida, Señor Gala?"
"...En general la vida es una carga
que, como mínimo, hay que llevarla entre cuatro,
y, claro, yo estoy sólo, y estoy agotao
de llevarla a cuestas"
A nosotros nos parece ésto genial
y muy didáctico
Fijaros si es una carga que no la podemos
soportar --llegando a nuestros normales
límites físicos, claro-- unas 16-18 horas.
Hablamos de horas,
no de días, semanas o meses.
Horas tan sólo.
La vida cansa.
Imaginémosnos ahora
soportar la vida toda una vida
cuando se vive plenamente e intensamente
--con razón Gala habla asi de ella--;
al final no nos harían falta cuatro
para soportarla, sino , 20, 30, 40...
todo un grupo,
toda una tribu,
todo un pueblo,
que, por otro lado,
es como siempre hemos vivido
por docenas de miles de años...
hasta que llegó el individualisno,
la soledad...
Hay Aqui un arrebol,
unos arcoiris ontologicos,
metafisicos,
antropologicos,
filosóficos,
existencialistas,
auténticos y neurovegetaivos,
impresionantes,
que pertenecen al reino del TABU.
Porque la vida está siempre glorificada
debido, lógicamente,
a que estamos obligados a vivirla...
