Despacho de Franco
A la derecha, la foto de Hitler;
a la izquierda, la foto de Musolini
Hoy tendría las fotos
de Juan Carlos I y la de Felipe VI,
sus $ucesores.
El Trauma Histórico
que causó Franco
en el subconsciente colectivo
del pueblo español, psicoanalíticamente,
no tiene parangón alguno
en toda la historia contemporánea:
nunca un individuo había causado
tanto daño a las generaciones de un pueblo
como el caudillo de España
por la gracia de dios,
una gracia divina que aún lo sigue protegiendo
en la pirámide faraónica que se hizo construir
con sus prisioneros-esclavos de guerra.
Monumento al Terrorismo
que aún nadie se atreve a tocar,
prueba inequívoca del terror sufrido
que se proyecta hasta nuestros días.
Este psicópata sexual y frío calculador asesino
ha sido borrado de la memoria de los españoles
en un gigantesco y sin precedentes
acto de amnesia colectiva
cuya genial eficacia, después de ocho decadas,
nos lleva a congratular a sus realizadores
por la maestría con la que ha sido llevado a cabo.
Hoy, su $ucesor, el rey franquista Felipe VI,
sigue formando parte del mismo ferreo tabú
que siempre rodeo al sátrapa
con lo que el Trauma sigue perpetuandose.
