Ami me parece doña Susana un personaje-mujer andaluz (o andapenumbra) muy particular que encaja como anillo de bodas al dedo del "Socialista Obrero Español"
En la sagrada Wikipedia se dice de ella que es la hija mayor de José Díaz,[6] fontanero del Ayuntamiento de Sevilla, y su esposa, ama de casa, quienes también tuvieron otras tres hijas, que ha vivido siempre en el barrio sevillano de Triana. Siendo niña, sus progenitores la llevaban al Estadio Benito Villamarín para ver jugar al Real Betis Balompié.[3] Y que impartió catequesis a los grupos de sus hermanas en su iglesia.
Que fue delegada del distrito Triana-Los Remedios,[7] consiguiendo que el torero Curro Romero se disfrazara de rey Baltasar para la cabalgata de Reyes Magos de 2000.[8] [3]
Parece ser que el hecho de que lograra vestir de rey Baltasar a Curro Romero --en un país de reyes magos-- le trajo suerte porque poco a poco fue ascendiendo en el "Socialista Obrero Español" hasta alcanzar la cúpula andaluza del partido dónde hoy está sin haber partido un piñon, tan sólo bajando piñas de latifundios históricos que siguen siéndo tabúes intocados por tradición con pre-supuestos económicos que se escurren por el tubo del lavadero como un cañon en un Al-Andalus ancestral dónde desde la Reconquista se siguen tocando unas palmas
con una sóla mano que aún no ha encontrado la otra para llegar a tocar su gran canción.
Para nosotros doña Susana
es la Esperanza Macarena de Triana
Una esperanza montada en el paso de la tradición que continua llevando, en su cintura, el fajín de Queipo de Llano, el Redentor; ese fajín metafórico de tantos señoritos, señoritas y damas, que, como en las clases de catequesis que ella les daba a sus hermanas, ahora se las está dando, bajo su corona y capas del "Socialismo Obrero Español", al pueblo andaluz que aún sigue, de penitente, en su semana santa y con su procesion.
Y ni que decir tiene que mientras los costaleros del pueblo sigan llevando sobre sus hombros éste pesado paso en beneficio de los ejecutivos de la hermandad y de su hermano mayor,
doña Susana,
Macarena de Triana por vocación,
seguirá dándo clases de catequesis
para que todo continue lo mismo,
si no peor, sobre las costillas de unos costaleros
que, de por siglos, siguen llevando un paso
que demanda con urgencia
un nuevo rítmo y recorrido de la procesión.
