Hoy, cualquier Oficina de Relaciones Públicas
monta abrazos al precio acordado,
sólo es cuestión de pagar
para salir abrazados.
Después llegan los muros
y se encargan de anularlos,
que es lo que nosotros
hemos agregado.
Es una vieja historia
la que nos cuentan estos malvados.
Las imágenes, en esencia,
no han cambiado,
los personajes siguen siendo los mismos,
tan sólo otras circunstancias,
otros escenarios,
otros vestidos y decorados,
pero nos siguen dándo los mismos abrazos,
los mismos sablazos
Deben creer que somos idiotas,
seguramente,
porque nos hacen pasar
liebre por gato.
Es el cuento de caperucita roja
y el lobo feroz
al revés contado,
todo un ensamblaje
donde se le da la vuelta
a las figuras del retrato.
...Todo sigue siendo un montaje
mientras la sangre corre
y se derrumban todos los disfraces
y todos los andamios
Pero ni les importa ya quedarse al desnudo,
sin mascaras que cubran
sus genuinos rasgos.
Es mas:
les importa un carajo
a los montadores de abrazos
el que sepamos
que es una total farsa
con la que pretenden indoctrinarnos:
que dos niños,
de los que ellos carbonizan a diario,
vayan abrazados;
que dos niños,
de los que ellos enmuran y separan,
vayan hermanados.
Por favor, Señores Terroristas,
mas seriedad en vuestras cornisas...
