Hay dos principales ramas ejecutivas
en el imperialismo:
la material,
y la espiritual.
La primera está compuesta de Estados,
de naciones, la segunda tiene
su propio Estado y nación,
y, además, es santa: la $anta $ede,
y sus sucursales, en otros países,
no solamente estan exentas
de pagar impuestos,
sino que hasta son financiadas
como instituciones del Estado.
Mas claro ni el agua.
En el mundo, con éstas características,
es la única "religión"
Pero no es nada extraño:
todo ello esta coherentemente montado
y muy bien preparado para que ambas ramas
puedan trabajar eficazmente al alimón
El régimen no podría funcionar sin la conjunción
de ambas ramas para mantener inadvertida
la obvia y necesaria explotación
y el control de la población:
y así, lo que la una adolece la otra lo compensa
en complementarios ángulos
de una misma triangulación.
La religión no es el opio del pueblo,
el opio del pueblo es, realmante,
la fusión de éstas dos clases sociales
que actúan como los vectores
del paralelogramo de fuerzas:
la resultante de ellas
es lo que mueve al paralelogramo político
en la correcta dirección.
Por eso hoy es un gran día en el cosmos burgués:
en el Vaticano se celebra una santificación,
decorada y vendida
desde todos los medios de incomunicación,
de dos papas, pero sólo se habla de uno,
y con gran justificación: Juan Pablo II,
el exterminador, el aniquilador
de la justicia social en el mundo
que fue para eso
que el Omnimodo Imperio lo contrató:
para que arrancara las esperanzas
de un mundo mejor.
Y en el artículo de Manuel Freytas,
quedó probado,
revisando el curso histórico,
como todo ello se generó,
por eso, para la plutocracia internacional,
más que un santo, es un todo un Dios.
(Lo que a veces nos cuesta entender es como éste axioma --el genuíno y claro funcionamiento del Vaticano--pasa desapercibido para las masas refugiadas en su fé. Debe ser una fé muy bien organizada para que de ella hasta milagritos puedan nacer. Si Cristo vivíera y lo víera pediría ser crucificado otra vez, pero ésta vez no para redimirnos, sino para desaparecer y nunca mas volver)
Los méritos del nuevo santo son incalculables:
llevan el sello más alto que dentro del régimen
pocos han podido alcanzar:
Cien por cien.
¡Y certificado, además!
Nunca en la história
había ocurrido
una certificación igual.
Nunca.
Muy difícil de lograr.
Generalmente, y por término medio,
los ejecutivos del Vaticano han obtenido
al respecto un noventa por ciento,
nada más,
pero, hasta ahora, nadie como él,
había llegado al tremendo cien por cien.
Muy dificil de lograr.
Para darnos una idea al respecto,
recordemos que Hitler o Franco
sólo llegaron al noventa y cinco por ciento.
Esto hará situarnos en el mapa
del que nos tenemos que concienzar.
Pero lo logró.
Lo consiguió con esa implacabilidad
que de vez en cuándo surge en las almas
que se han obsesionado con la convicción
de ver clarísimamente dónde está el mal,
--lo mismo que no hace mucho tiempo
hacían cuándo levantaban las piras
dónde quemaban a los herejes a ejecutar,
--lo mismo que hace unos años
le mandaban al Generalísmo Franco
cartas de amor,
--lo mismo que hace unas horas
bendecían, arropaban y escondían
los crimenes del fascismo en cualquier lugar.
De una gran tradición ecleciástica
viene ésta otra Mission of Destiny
con el poder capitalista existente,
siempre con él en total complicidad,
no importa que clase de crimen cometa
...si el cometa lleva la cola
de esa Mission a desarrollar.
Y ésto es lo que ahora mismo,
27 de Abril,
la oligarquía internacional,
respaldada por sus mas importantes figuras,
junto al rebaño preparado "ad hoc",
está celebrando en la Plaza de San Pedro
con su canonización:
premiar al hombre que tantísimo les dió.