Ya hay un español que quiere,
entre una España que muere
y otra que bosteza,
llamarle al pan, pan,
y al vino, vino,
para que la luz aparezca,
después de tres cuartos siglos de acojonamiento,
(al pan, pan, y al vino, vino)
empiezan a recorrer las calles de España
éstos graffitis que estan apareciéndo
por calles, plazas y puertas.
Esta conciencia que ha salido a la superficie
de llamarle, al fín, a las cosas por sus nombres,
aúnque en Status nacienti,
se cre que, Mutatis mutandis,
pronto se extenderá y transformará
su base catacúmbica en operacionales
plataformas políticas bien organizadas
que puedan llegar a redimir al pueblo español
del trauma histórico que padece
y poder así recuperar
su dignidad histórica perdida.
No hay que tener un master en Ciencias Políticas
ni ser un decente historiador,
para saber que el texto y el contexto del graffiti
son objetivamente verídicos,
(aparte de cualquier ideología)
y que cumplen con exactitud
el significado de las proposiciones
del refran incrustado en los versos de Machado
que ya recorre por España,
calles, plazas y puertas.