LOS EQUIVOCADOS

Cuando yo lo conocí
ya venía con las banderillas puestas.

Hay quíenes nacen para ser toreados,
novillos, y después toros,
que arribamos ya sangrados,
desplazados,
y vivamos dónde vivamos,
hagamos lo que hagamos,
venimos con las banderillas puestas
de los equivocados.

Es una tauromaquía
en la diáspora de los inubicados,
ganadería inmarcada,
híbrida, de ningún lado,
suelta por los campos,
que no admite amos,
y que es empujada
a buscar nuevos pastos.

Y un día de cepos y candados,
los emboscan en el corral
dónde están los apresados;
y un matador oficial
--que lleva mucho tiempo toreando--
les clava las banderillas
de los equivocados.

Desde entónces,
no los admiten
en ningúna plaza,
excepto para matarlos.