"DESDE QUE CRISTO NACIÓ,
EL ENEMIGO DE SUS ENSEÑANZAS
HA SIDO SIEMPRE EL CAPITALISMO"
Padre Miguel D'Escoto
(Entrevista con Venezolana de Televisión, Enero 5, 2010)
Se llama Constantino.
Dice ser rumano.
En español sólo sabe decir "si" o "no".
Le doy mi libreta
para que me escriba su nombre
y con un gesto y un "no"
me insinua --solo sabe 'insinuar'--
que no sabe escribir.
Se mete --de nuevo--
de cabeza en el cacharro de la basura
para que le pueda sacar
la fotografía de arriba.
Le doy unos euros y me dá un beso.
Un beso que ahora siento en mi mejilla
como algo caliente que me acusa.
Que nos causa.
Como una llama
que se me ha pegado a la cara
y que no me la he podido sacar.
Hablamos por señas,
gestos y leguaje kinésico
de afiarmaciones y negaciones
que nos ensamblan y nos comunican
como dos ventrículos de diferentes culturas,
que, por unos minutos,
comulgan con el mismo
y misterioso pan de la vida.
("Ego sum panis vita",
dijo Cristo:
"Yo soy el pan de la vida")
No sé quíen es ese hombre.
El tampoco sabe quíen soy yo.
No sabe ni entiende
el por qué éste viejo y extraño 'turista'
le ha dicho que se meta
de nuevo en la basura
para fotografiarlo.
(Y, la verdad,
yo tampoco lo sé muy bien;
tal vez sea un soterraño desquicio
de humanismo, de solidaridad,
que tratamos de recuperar,
de hacerlo desembocar,
en medio de éste Naufragio Colectivo
dónde a todos nos han separado de todos
en medio del "sálvese el que pueda"
que produce constantemente
éste Gran 'Temporal')
La mañana es fría.
El sol ilumina catedrales
vacias que un día se construyeron
como esperanza para la humanidad
...Y quizas fue el frío,
o la mañana sin sentido,
o el calor que necesito para caminar,
pero no lo pude remediar...
Unas emociones taponadas
me afloraron --como a un chiquillo--
sin saberlas encauzar.
Pareció que el 'momentum'
nos envolvió a los dos
como bajo un común manto
imposible --aquí-- de expresar,
pero fácil de imaginar.
Después nos dimos la mano.
Con un protocolo de despedida
que se quedó,
en la mañana de Noviembre,
en el aire flotando
y que abría una bifurcación de caminos
sobre la que escribo ahora
y que me descubre --nítidamente--
que son realmente las emociones
y los ancestrales sentimientos humanos
--que taponan y destruyen a cada rato--
de solidaridad con nuestros hermanos,
el genuino propósito del régimen
para unos a los otros separarnos
y podernos joder y asaltar
una vez que nos han 'individualizado'
--principium individuationis--
en medio de ésta galopante
e ignominiosa Gangster-cracia Capitalista
(Término del Padre Miguel D'Escoto)
Y Constantino se fue con el carrito
del supermercado cargado
de papeles de periódicos,
botellas y plásticos,
y todo lo que pueda encontrar
para su sustento diario.
...Y yo me quedé,
con su beso de rumano,
de hombre,
de ser humano,
de hermano,
como una llama
que se me ha pegado a la cara
y que no me la he podido sacar,
y a la que le dedico éstas lineas
que las tiro al viento,
a la tierra,
al mar,
consciente de su inutilidad,
pero también consciente
de aquí no venimos a oler la flor,
sino a regar la planta
...la misma que, "ad nauseam",
nos marchitan engañándonos
a todas horas con los falsos
escaparetes e ídolos de barro
que --sin necesidad--
nos hacen comprar,
y, lo peor, adorar.
