La recaptura del tiempo no es ir a la busqueda
del tiempo perdido, es una palingenesia
--nacer de nuevo-- que hace del tiempo
un recien nacido.
El tiempo, pasa, llena, cincela el ahora cabalgando
sobre el corcel del mysterium tremendum
del existir humano dónde no hay ni relojes
ni contadores que nos den la medida exacta
de lo que esta pasando.
El presente no es más que la história congelada
del pasado, le temps passé, esa galopada
del arcano Pegaso que nos lleva
sin que podamos hacer nada
para detener ni su curso ni su paso.
Ir en su busca para rumiarlo es completar
en sacarle los nutrientes que al vivirlo
nos han faltado.
Es la res extensa y la res cogitans
que saltan a la comba para construír
el movimiento dialéctico que siempre
lo tenemos olvidado.
Y no podemos entendernos
sin el Ser en el Tiempo
que circula y deja estelas
que después, sólo después,
al masticar y salivar
lo que comimos antaño
en los diferentes valles y pastos,
cobran la dirección y elocuencia
que con le temps retrouvé le damos.
Y es que la criatura humana
tiene dos formas básicas de vivir.
Es como el ser-en-si y el ser-para-si sartrianos.
Para mi, el primero es el existir "de perse",
y el segundo, la conciencia "a posteriori"
para-si de ese existir;
lo primero es "le temps",
lo segundo, el "retrouvé".
Es como un ir hacia atrás
para recuperar lo que dejamos olvidado.
La metáfora es fácil y concluyente:
somos ruminates existenciales
sobre almanaques calcinados,
y sin la regurgitación de lo sentido
no terminamos de vivir lo experimentado.
Terminemos de vivir lo vivido:
Hace treinta y ocho años.
1975.
Todo empezó, para nosotros,
en Kibutz Dvir, Neguev, Israel.
Después el Moshav Neviot (Nueba, Nuweiba)
Todo fue libre, suelto, alas al viento,
promesas que estaban esperando.
En cualquier día, a cualquier hora,
se podía hundir el barco.
En cualquier día, a cualquier hora,
podía seguir navegando el motor del barco
Y entre lo uno y lo otro,
el ahora, ese "hic et num"
dónde el devenir es el maya
a un lado dejado.
Y así, paso a paso,
sin metas ni fines consagrados,
sin compromisos,
sin papeles firmados,
sin cermonias ni candados,
fuímos caminando
hasta arribar al puerto del presente
dónde ahora estamos anclados,
adónde las alas al viento nos han llevado,
y dónde --en éste momento--
á la recherché du temps retrouvé
nos enseña a reconocer y entender
todo lo experimentado, todo lo pasado
que ahora se hace presente
por el sortilegio, por el duende
que todos llevamos y nunca usamos:
le temps retrouvé que esculpe de nuevo
y complementa aquella escultura
que un día cincelamos.
¿No es este el albedrío ideal que todos soñamos?
Es el Ser en el Tiempo que conceptúa
y le dá genuina forma al movimiento dialéctico
en el que todos vamos.
Es, tal vez, la más excelsa vereda
para recorrer lo que dijo el poeta
de que lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos
...y crear asi las atalayas y altozanos
desde los que enfrentar,
"fáciem cum mentis,
el implacabel omega
hacia el que todos vamos.
Kibutz Dvir. Viviamos en el cuarto del centro |
L. con un náufrago que hizo Amistad
Desire, mi suegra, y yo en viaje de náufragos
(Fue ella la que sacó las fotos -menos ésta, claro-)
encontramos una casa de pescadores, "The Stone House"
"The Stone House". Aqui vivimos un poco de tiempo.
A la izquierda, con marea alta, a unos 50 metros, el mar Rojo.
Recibe su color de las montañas de Arabia que, al atardecer,
enrojece las aguas. (Impresionante tornasol del ocaso)
Para beber teniamos que ir al goteo de una tuberia de agua
a unos kilometros. Para semi-comer a una especie
de bar de los beduinos.
Irónicamente, fue la LIDMO, Legiones Imperiales Destacadas
en Medio Oriente (el ejercito israelí, vamos), que hacía maniobras
militares por aquellos parajes, de la que obteniamos pan
y cualquier cosa cosa que nos podían dar;
lo elemental se hace exquisito manjar; todo Lo Hace Exquisito
la Necesidad. Uno de los aspectos mas interesantes
de la "Stone House" eran los "sui generis" personajes que desfilaban
por ella que, al venir caminando por la playa, entraban a visitarnos.
Llego la hora de partir
Compensando lo pasado
Vuelta a la civilizacion. Jerusalen
Presente, futuro, pasado; los tres cangilones
de la Noria del Tiempo. Hawaii, 1991,
mi suegro Jack --memoria eterna--
con nuestro hijo M.
"O ka makapo wale no ka mea hapapa i ka pouli"
"If you're going nowhere, you're guarenteed to get there."
"Si no vas a ningún lado, de seguro que llegarás".
(Es un poco como dice el Budismo Zen,
paradójico como la ralidad misma.)
Y así, paso a paso,
sin metas ni fines consagrados,
sin compromisos,
sin papeles firmados,
sin cermonias ni candados,
fuímos caminando,
presente, futuro, pasado,
los tres cangilones
de la Noria del Tiempo
que nos van cercenando...
|
|