El pueblo francés asaltó las Tullerías,
asaltó la Bastilla,
y ajustició a Luis XVI,
el pueblo español,
con mucha mas conciencia política
y resolución organizativa
que el pueblo francés de aquella época,
asaltará La Cocina para apoderarse de cacerolas
que, aporreándolas, protesten contra
el rey Bobonazo que les dejó Franco.
Este gran heroísmo, valentía y arrojo
son cualidades muy dignas de admirar
Es una maniobra mucho más astutamente
planeada que los susodichos asaltos,
pués la determinación histórico-social
implícita que será la hazaña de las Cacerolas,
su estratégica visión
cómo gran plataforma
de la lucha de clases
y el gran desarrollo cultural
que implíca un tal asalto a La Cocina
como éste...deja a nuestros comparativos
asaltos a las Tullerías y a la Bastilla
como un juego de niños.
Doscientos dieciocho años después
del ajusticiamiento de Luis XVI,
en España, en lugar de la guillotina,
se recurre a las Cacerolas.
Un gran progreso...culinario,
algo, que, siendo Navidad,
vendrá muy bien para la mesa familiar.