"El Consejo de Seguridad no nos dio seguridad sino terrorismo y sanciones", denunció Gadafi, quien actualmente ocupa la presidencia de la Unión Africana, durante su intervención en la primera jornada de la Asamblea General de la ONU. El dirigente libio, que habló justo después del presidente estadounidense, Barack Obama, consideró que el hecho de que "65 guerras" hayan estallado desde que se creó la ONU hace más de 60 años demuestra que sus principios fundadores han sido traicionados.
Partes del Discurso de Gadafi ante la 64ª Asamblea General
de la O.rganización N.atural de U.SArpadores, ONU,
el 23 de Sepiembre del año 2009:
"Estimados Señores,
Saben Uds. que la ONU se constituyó en sus inicios en base a tres o cuatro Estados que se habían aliado en contra de Alemania… ésos eran “las Naciones Unidas” y no la “Organización de Naciones Unidas”. Ésta sería la que ahora nos alberga, que es otra cosa distinta. Aquellos Estados habían formado un Consejo que denominaron el “Consejo de Seguridad” y se adjudicaron asientos permanentes en él con derecho a veto. Nosotros no estábamos presentes en aquel entonces, cuando diseñaron entre tres o cuatro el vestido y luego nos pidieron a nosotros que nos lo pusiéramos. Esta es la verdad y la realidad sobre la cual se basó la Organización Internacional
El preámbulo es muy atractivo y no tengo sobre él objeciones. Sin embargo, todo cuanto viene después se contradice totalmente con él, y es por ello que provoca nuestra absoluta oposición y rechazo ya que, además, se realizó en una situación extraordinaria, justo después de la segunda guerra mundial.
El preámbulo dice que “todas las naciones son iguales, sean grandes o pequeñas”. ¿Acaso somos iguales en lo que respecta a asientos permanentes?, evidentemente no, no somos iguales. ¿O tal vez somos iguales con respecto al derecho de veto? Esto quiere decir que el veto y los asientos permanentes se contradicen con el preámbulo del Estatuto, lo que ni reconocemos ni aceptamos.
El Estatuto dice en el preámbulo: “nos comprometemos a no usar la fuerza armada, con la excepción del interés común”. Es este el preámbulo que nos convenció y por él nos adherimos e integramos en la ONU. Sin embargo, han estallado 65 guerras desde que se instauró la ONU y se creó el Consejo de Seguridad, causando más víctimas que las provocadas por la segunda guerra mundial. ¿Se trata de guerras de “interés común”? En absoluto, son solamente del interés de uno, dos o tres Estados. Ello constituye una evidente contradicción con el preámbulo que ratificamos y nos indujo a integrarnos en la ONU
...El preámbulo dice que “en caso de usar la fuerza, ésta debería ser multinacional y tratarse de fuerzas conjuntas”, y entonces es la ONU, como comandante en jefe en las guerras, la que hace uso de la fuerza y no un solo Estado, dos o tres, sino que todas las Naciones Unidas deciden usar la fuerza para proteger la paz mundial. Se supone que en caso de que hubiese una agresión por parte de un Estado contra otro, a partir de 1945, son las Naciones Unidas, en su conjunto, las que se encargarían de repeler tal agresión. Es decir, en caso de que Libia atacara a Francia, por poner un ejemplo, la ONU debería repeler la agresión libia porque Francia es un Estado independiente y soberano, miembro de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Estamos comprometidos a defender la soberanía del conjunto de las naciones, sin embargo estallaron 65 guerras y/o agresiones sin que la ONU pudiera evitarlas, siendo autores de las mismas los mismos países que poseen los asientos permanentes y el derecho de veto en el Consejo de Seguridad. Son los Estados en que supuestamente nos refugiamos, por creer que son los defensores de la seguridad y la independencia, los responsables de la amenaza a la independencia de los pueblos y del uso de la fuerza de forma arbitraria, los que creíamos se iban a encargar de repeler la agresión y defender a los pueblos con objeto de reafirmar la concordia en el mundo.
No hay en todo el Estatuto nada que le otorgue a la ONU el derecho de intervenir en los asuntos que sólo le competen a la autoridad interna de un determinado Estado. Esto quiere decir que el sistema de gobierno es un asunto interno de un determinado país, donde nadie tiene el derecho de intervenir, hagas lo que hagas con tu régimen, sea dictatorial, democrático, socialista, capitalista, retrógrado o progresista, pues se trata de la responsabilidad de esa determinada sociedad; asunto interno y punto.
Henos aquí nosotros, estuvimos colonizados, estábamos bajo tutela, pero ahora ya nos hemos independizado nos hemos reunido y queremos decidir el destino del mundo de modo democrático para preservar la paz y la seguridad de todos los pueblos e igualar todas las naciones, sean estas pequeñas o grandes.
El terrorismo no es solamente el de "Al'Qaeda", pues toda la situación actual es terrorismo.
El arbitraje sería solamente para la mayoría de los votos en la Asamblea General, no correspondiendo a ninguna otra entidad. Si la Asamblea vota, ninguna otra instancia podrá oponerse alegando que está por encima de la Asamblea General y si lo hiciere quedaría fuera de la ONU, apartado.
La democracia no es la del más fuerte, ni más rico, ni del terrorista que nos aterra, sino que es igual para todas las naciones. Sin embargo, ahora resulta que el Consejo de Seguridad es un feudo de seguridad, un feudo político para los dueños de los asientos permanentes, quines lo utilizan para protegerse ellos en contra nuestra, pues no cabe denominar al Consejo "de Seguridad", sino del terror.
Ustedes vieron cómo cuando lo requieren recurren a él y cuando no necesitan usarlo en nuestra contra lo ignoran. A su vez, cuando necesitan usar el Estatuto en contra nuestro lo respetan y lo veneran, buscando el séptimo artículo para aplicarlo contra esta nación o aquella otra pobre, pero que cuando quieren cometer algo que trasgrede este estatuto lo ignoran como si no existiese.
Que el derecho de veto y el asiento permanente sean para quien es dueño del poder es una total injusticia y un terrorismo que no soportamos, ni viviremos bajo su égida.
Las grandes potencias tienen intereses muy extendidos en el mundo y usan el derecho de veto, el Consejo de Seguridad y la fuerza de la ONU para proteger dichos intereses, lo cual atemorizó al mundo e hizo que el tercer mundo viviera aterrorizado.
El Consejo de Seguridad, desde su creación en 1945 nunca nos brindó seguridad, sino sanciones y terror y es por eso por lo que no estamos obligados a obedecer sus resoluciones a partir de este cuadragésimo discurso mío.
Desde la creación del Consejo de Seguridad, unas 65 guerras han estallado todas ellas contra el tercer mundo, contra los pequeños Estados, sean guerras entre sí o agresiones por parte de las grandes potencias contra los pequeños países, sin que el Consejo de Seguridad interviniera para repelerlos, infringiendo por tanto el Estatuto.
La Asamblea General por ende votará respecto a estas soluciones históricas planteadas, después de lo cual o seguimos juntos en una sola "Naciones Unidas" o nos dividimos en dos partes: naciones igualadas con su Asamblea y su Consejo de Seguridad propio también, quedándose los grandes países dueños de los asientos permanentes y del derecho de veto en su propia Asamblea, ellos tres, cuatro o cinco, allá ellos, no nos importa que sigan eternamente en sus asientos, la eternidad es propia solamente de Dios. Nosotros no tenemos por qué someternos a la voluntad de los dueños de un veto que se autoadjudicaron.
Nosotros no les dimos ese derecho y seríamos más que necios si se lo diéramos a un grupo de Estados permanentes y despreciáramos a las demás naciones considerándolas inferiores e indignas de ser permanentes o poseer veto. ¿Por qué íbamos a hacerlo si son naciones sagradas y respetadas? Éstas son las naciones de la tierra, las 190 naciones..."
...........................................
Dieciocho meses después de ésta exposición tan axiomática,
la O.rganización N.atural de U.SArpadores
http://sisifocansado.blogspot.com/2011/03/en-su-intervencion-oficial-ante-la-64.html