Yo, al igual que el gran poeta torturado
y asesinado por los criminales fascistas en España,Miguel Hernandez,
he llegado (y saldré)
con sus Tres Heridas,
con las Tres Heridas del Hombre:
"Llegó Con tres heridas,
la del Amor,
la de la Muerte,
la de la Vida...
Con tres heridas viene,
la de la Vida,
la del Amor,
la de la Muerte...
Con tres heridas yo,
la de la Vida,
la de la Muerte,
la del Amor...
LLegó con tres heridas,
la del Amor,
la de la Muerte,
la de la Vida...
Con tres heridas viene,
la de la Vida,
la del Amor,
la de la Muerte...
Con tres heridas yo,
la de la Vida,
la de la Muerte,
la el Amor..."
(Cantado por Joan Baez.
Versos de Miguel Hernandez)
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¿Son curables esas 'heridas'?
Y, si son curables, ¿cómo se curan?
¿O tal vez el estar vivos,
realmente vivos y no durmiendo,
despiertos, sensibles, conscientes,
implíque, siempre,
la constante y eterna supuración de esas 'heridas',
y, por eso mismo,
hay en nosotros una resistencia
y un miedo perenne a estar
vivos,
despiertos,
sensibles,
conscientes?
