Todos obedecimos cuando nos dio la taza con el ayahuasca.
Lo primero que senti fue...fue...como lo diria...como si un 'algo', una ola nefritica de poderes malignos y todopoderosos, ajena al mundo conocido y proveniente de una oscura "terra incognita", se comenzara a apoderar de toda mi vida; un maremoto bioquimico, en contro total de mi DNA, me empezaba a subir, incontenible, por las piernas hacia todas las ramificaciones de mi cuerpo, diciendome en su progresiva ola:
Y yo, en la quintaesencia de todas mis impotencias, ante aquella avalancha fisiologica que doblegaba hasta mis tuetanos, me dije tranquilamente:
"Pues adelante: me dejare llevar; no puedo hacer otra cosa"
Nunca habia sentido nada parecido en toda mi vida (y he tomado unas LSD y 'hongos magicos')
Nada parecido.
Despues, 'a posteriori', pense que, asi, de esta manera tan fulminante e impositiva, debe entrar La Muerte, como un 'algo' implacable ante lo cual, el cuerpo, ya vencido en sus defensas, nada puede hacer. Nunca he experimentado en toda mi existencia el increible alcance y repercusion del cuerpo sobre la mente, el inconcebible poder de la materia sobre el espiritu:
el 'corpus' manda, la mente desaparece, (en la bioevolucion de la vida, al principio, lo que surge primero es el estomago, el cuerpo, despues, poco a poco, se va desarrollando el cerebro crrespondiente a ese 'cuerpo' para redistibruir de la mejor manera posible los nutrientes que ingerimos y necesitamos; pues en la defuncion de la vida, al final, pasa lo mismo: lo que sucumbe es el cuerpo, y, como subsecuencia, la mente)
vívida,
fulgurante,
concreta,
aterradora,
envolvedora.
Asi debe entrar La Muerte,
como una ola que nos advierte que todo,
todo lo que somos,
o lo que estamos a punto de dejar de ser,
es polvo, burbuja de viento
que, al fin,
va a desaparecer,
porque lo nuestro es "aparecer y desaparecer",
y esto, en vida,
cuando estamos "aparecidos",
nunca se experimenta con tan genuino esquema
como el que yo senti con la ayahuasca
antes de colapsar y comenzar a vomitar.
La diferencia es que despues de la muerte no se vomita, pero aqui, como solo ocurre el exacto simulacro de ella
y continuamos viviendo,
asistimos, testigos en coma,
a la disolucion de nuestras funciones fisiologicas
de una manera...irremediable.
Tumbado en el suelo, la verticalidad de mi cuerpo se convirtio en la mas grande e inalcanzable de las utopias. Logre decir:
"¡¡¡Por que...para que todo esto...!!! "
Una acuciante ganas de cagar me asalto.
Pero cagar liquido.
Era una diarrea distinta,
contenible, aplazatoria.
Aprete los labios del ano.
No podia ir al baño.
No me podia poner de pìe.
No me podia mover.
Estaba tirado en el 'baño', al aire libre, cubierto por una manta, pero yo creia, pensaba y sentia que estaba "en una casa" a la que me habian llevado.
Que raro.
Aqui, a la entrada de este retrete-ducha, permaneci tirado en el suelo, por horas, perdida toda combustion fisica y animica; sin poderme mover, ni siquera, para ir a cagar, y eso que el retrete, como se ve, estaba a un metro de mi.
No me dijo nada.
Y asi, tumbado en el piso, creyendome que 'me habian llevado a una casa', apretando el ano para no cagarme encima, aguante y aguante, atrapado en el desplome de un 'corpus', de una fisiologia material, prosaica y empirica, antiespiritual y antifilosofica, revoiltijo de carnes, sangre y organos internos...a distancia de años-luz de aquella mistica de visiones sagradas y luces del mas alla...que tanto me habia leido y me habian vendido. Pero, eso si: todo era real, pesada y especificamente real, y material, y de este mundo, palpable y corporeo:
Quizas en el oceano de la vida, para flotar y avanzar, hay que nadar, a braza, a espalda, libre, sin parar. Sin parar respiraba, giroscopio que mantenia la estabilidad. Tenia frio. Me cubrieron con no sé qué, pero me cayó bien.
Había en la noche de aquella 'casa' un murmullo de amapolas negras donde la frontera entre la vida y la muerte no se veia clara. Siempre, sin quererlo saber, estamos en esta atalaya.
"Desde Andalucia a la ayahuasca".
Me dije con un brazo en la cabeza apoyada en una especie de almohada.
Gran viaje.
Gran cabalgata.
El dios Crono de lo demas se encarga.
Al cabo de horas pude subir las escaleras e irme a la cama.
El cuerpo habia resistido en su peana.
Habria que pensar mucho en aquella excursion donde se pone a prueba lo que creiamos pasaria con otras mareas mas 'paranormales' y alucinatorios espiritus y luces de sombras lejanas.


