Esto si lo comprendemos.
Pero esto es una cosa y otra muy distinta (porque no acabamos en engarzarlo armónicamente con su locura humana), es el hecho de tener hasta en su televisión, para su entretenimiento, programas cuyo significativo título lo dice todo: "El fin del mundo, diez formas de destuir la Tierra : la guerra nulear", lo cúal quiere decir que tienen una conciencia muy ajustada a la realidad de los apocalípticos efectos de esa clase de guerra que pesa sobre todos ellos como una amenazante Espada de Damocles.
Y, a pesar de ello...¡todo sigue igual! ¿Como puede ser? ¿Pulsión de muerte? ¿Auto-castigo? ¿Qué es? ¿De que profundos pozos debe aflorar? Nadie al respecto quiere investigar. Quizás por temor a encontrarse algo desagradable e inadecusado que no encaje con la ortodoxia oficial que es la custodia los intereses establecidos, el verdadero dios al que hay que respetar.
Es decir, por un lado todos comparten la locura humana a la que todos pertenecen y, por otro lado, usan como entretenimiento televisivo la clara conciencia de ver como esa locura, usando las armas existentes, los destruye...ESTO NO OCURRE EN NINGUN LUGAR DEL COSMOS.
Y si, comprendemos la colectiva y endógena demencia de esta especie que, al carecer de referencias exógenas pasa desapercibida, pero lo que seguimos sin entender es que, extrañamente, y al mismo tiempo, tengan la nítida conciencia de adónde les puede llevar esa demencia compartida...que lo saben perfectamente.
Esta nefrítica paradoja nos deja un tanto desconcertados porque nunca la hemos podido racionalizar y por eso seguimos visitandolos.
Esa Espada de Damocles que pesa sobre ellos en el perturbante sentido de que, en potencia, un Armagedón pueda ocurrir, condiciona la existencia de estos humanoides...porque cuestiona su progreso que los ha llevado hasta el presente de su sobrevivencia amenazada por ellos mismos.
Es posible que sea esta apremiante y angustiosa ansiedad lo que quieren sentir...por razones que aún no se han investigado para poderlas derimir.