Si; tal como la véis. Miradla bien. Segura de sí misma. Con la impune y fascistoide confianza que otorga el saberse apoyada y respaldada por la sociedad. Sin embargo, el pelo no es suyo. Sus ideas no son suyas. Sus juicios y veredictos no son suyos. En realidad no tiene nada suyo. No hay nada endógenamente suyo. Todo lo tiene prestado del régimen que representa para que actúe como se espera de ella. Es ella, la jueza encargada de decidir el destino de Julian Assange. La jueza en señalar que el evidenciar los Atroces y Abyectos crímenes del régimen no se puede perdonar porque eso sería "sembrar dudas sobre la posición moral de los gobiernos democráticos occidentales"...y ésto es algo que no puede pasar porque entónces se desplomaría la vistosa fachada tras la que se esconde el cuadro de hienas y chacales de la civilización occidental (Ernesto Guevara; discurso en la ONU, 11-12-1964)
La tal jueza ostenta el titulo de "Lady" por ser la esposa de Lord James Arbuthnot. Ya nos podemos imaginar la sentencia que emitirá. Estará en proporción a su pelo, que no es suyo. A sus ideas, que no son suyas. A sus juicios y veredictos, que no son suyos...porque todo está ya premeditadamente esbozado sobre el tablero geopolítico en el que la tal "Lady" --de esperpéntica y ridiculísima peluca-- tiene que cumplir con las exógenas exigencias que representan las hienas y chacales de la civilización occidental.
..........................................................
¿Quién está detrás de la jueza que procesa a Assange?
RED VOLTAIRE | ROMA (ITALIA) | 17 DE SEPTIEMBRE DE 2020
Emma Arbuthnot es la juez principal que instruye, en Londres, el proceso de extradición de Julian Assange a Estados Unidos, donde podría ser condenado a 175 años de cárcel por “espionaje”, o sea por haber publicado, como periodista de investigación, pruebas de los crímenes de guerra estadounidenses, como los conocidos videos sobre las masacres perpetradas contra civiles en Irak y Afganistán. Durante ese proceso, en manos de la jueza Vanessa Baraitser, todos los pedidos de la defensa han sido rechazados. En 2018, luego de que Suecia abandonara la acusación de violencia sexual, la jueza Arbuthnot se negó a anular la orden de arresto, evitando así que Assange pudiera obtener asilo en Ecuador. Esta misma jueza rechazó las conclusiones del Grupo de Trabajo de la ONU sobre la detención arbitraria de Assange. Tampoco quiso escuchar las conclusiones del responsable de la ONU contra la tortura, quien señaló que «Assange, detenido en condiciones extremas de aislamiento no justificadas, presenta síntomas típicos de una exposición prolongada a la tortura sicológica».
En 2020, mientras miles de detenidos pasaban a estar bajo detención domiciliaria, como medida contra el coronavirus, Assange ha sido mantenido en prisión y se ha visto expuesto al contagio en condiciones de debilitamiento físico. En el tribunal, Assange no puede consultar a sus abogados, se le mantiene aislado en una jaula de cristal blindado y se le amenaza de expulsión si osa abrir la boca.
En el consejo político de la Henry Jackson Society, junto a Lord Arbuthnot, estaba hasta hace poco Priti Patel, la actual ministro del Interior del Reino Unido, precisamente la persona que tendrá que firmar o no la orden de extradición contra Julian Assange.
Por cierto, entre esos documentos están los correos electrónicos de la entonces secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, que revelan el verdadero objetivo de la guerra de la OTAN contra Libia: impedir que el gobierno encabezado por Muammar el-Kadhafi utilizara sus reservas en oro para crear una moneda panafricana como alternativa al dólar estadounidense y la franco CFA –la moneda que Francia impuso a 14 ex colonias africanas.
El verdadero “delito” cometido por Julian Assange es el de haber abierto una brecha en el muro de silencio político-mediático tras el cual se esconden los verdaderos intereses de poderosas élites que, desde la sombra protectora que el Estado Profundo les garantiza, recurren repetidamente a la carta de la guerra.
Manlio Dinucci
Fuente
Il Manifesto (Italia)