A un servidor, yendo sólo,
ya le ha costado mucho
trabajo recuperarse
de cualquier cosa en la vida
...imagínense ahora
lo que le costará
al tener que acarrear
en sus entrañas a ésta hija
en forma de Y griega invertida
Ya veremos como transcurre la adopción de ésta hija extraña por parte de mi cuerpo que -el pobre- tendrá que ir asimilandola como algo suyo
no siéndo suyo, como algo foráneo y que ya ocupa el principal canal de riego de todo su ser...
Será como una indocumentada que ha cruzado la frontera de mi corpus homine y, una vez dentro, habrá que legalizarla y tolerarla.
Pero, ¿cómo responderá mi cuerpo
que es el que tendrá la última palabra?
¿Cómo la recibirá mi cuerpo
al cúal nadie le pidió permiso
para entrarle ésta nueva hija
en sus entrañas, y que, más aún,
le fue implantada por la fuerza del bisturí
y de la tecnología más avanzada?
Ya veremos...
Ya veremos como transcurre
ésta adopción forzada
Ya veremos como se llevaran
mi -pobre cuerpo- y ésta nueva hija
en forma de Y griega invertida
que tratará, por todos los medios,
de ser reconocida en su nuevo habitat
No sé...no las tengo todas conmigo...
Ya noto ciertas desavenencias entre
mi corpus homine y ésta Y griega invertida
que ha venido para quedarse
y tendrá que ganarse el apoyo
de su nuevo hogar para vivir en armonía
en un corpus que no es el suyo.
¿Pasará lo mismo que en el siglo pasado
cuándo las madres solteras,
avergonzadas de su pecado,
dejaban en el umbral de un convento
a la criatura recien salida de sus entrañas
para que por las monjas fuera adoptada?
Esperemos que mi corpus homine
sea ese convento piadoso
al que le han puesto una criatura
en el umbral para que sea admitida.
Tengamos fé en algo que no creemos:
la maternal generosidad clerical
No sé...no las tengo todas conmigo...
A veces pensamos
que lo que hemos hecho
es cambiar
una espada de Damocles por otra...
con la particularidad de que ésta última
que ahora llevamos requiere
un seguimiento indefinido
mientras que en la originaria
--antes de la adopción--
nada había que seguir ni perseguir,
tan sólo esperar
a lo que tuviera que ocurrir...