Del fraticida de miles de hermanos
(Franco)
al fraticida de su hermano biológico
(Juan Carlos I)
hasta llegar al hijo de éste último fraticida
(Felipe VI)
que fraticracia en la actualidad...
ésta inaguantable historia de fraticidas
e hijos de fraticidas,
única en el mundo entero,
tiene que terminar.
(Porque ésto no pasa ni en el Congo)
El pueblo español
tiene que DESPERTAR,
salir de su letargo, de su apatía,
de su MIEDO visceral,
para comenzar a recuperar
lo robado, y, naturalmente,
superar éste fascistoide atasco histórico,
dónde ha quedado amordazada
nuestra DIGNIDAD,
para poder construír, ¡al fín!,
por lo menos, una República
dónde podamos expulsar al nieto de Franco
y lograr un Jefe de Estado
que, en elecciones democráticas,
podamos votar.
Ya que no se pudieron llevar a un Nuremberg
a los ensangretados responsables
de los innumerables
crimenes de lesa humanidad,
por lo menos ello es lo mínimo
a lo que MERECEMOS optar
después de ochenta y dos años
de aguantar y esperar.
Hoy, 18 de Julio,
deberían de llenarse las calles
con millones de personas exigiéndo
que si ésto es una democracia,
el Jefe de Estado
tiene que ser elegido por el pueblo
y no haber sido impuesto --dinásticamente--
por un Criminal de Guerra y Paz.
Es muy simple.
Este sui generis caso en la Epoca Moderna
no puede continuar, en el siglo XXI,
sin ser afrontado, sin ser analizado
y solucionado con rigurosa seriedad
Este Masivo Alzehimer Histórico
tiene que acabar
para romper éste Atado y Bien Atado, ABA,
que, por 82 años venimos acarreando
como un yugo
que cercena, intoxica y axfisia,
nuestra necesaria REDENCION histórica
que nos fue estrangulada
aquel 18 de Julio de 1936
cuándo una Banda de Terroristas,
con cobertura internacional
sobre todo la desconocida de los terroristas yanquis:
nos impuso un Régimen de Fraticidas
que perdura, en esencia,
hasta el presente,
y que va del fraticida de miles de hermanos
(Franco)
al fraticida de su hermano biológico
(Juan Carlos I)
hasta llegar al hijo de éste último fraticida
(Felipe VI)
que fraticracia en la actualidad,
y que tiene que terminar
(Porque ésto no pasa ni en el Congo)
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Las gravísimas acusaciones aparecen en el libro "La Muerte de El Senequita"
"EL ACTUAL MONARCA MATÓ A SU HERMANO SIGUIENDO LAS ÓRDENES DIRECTAS DEL GENERAL FRANCO"
En el libro de próxima aparición, "La muerte de "El senequita" el coronel del Ejército español Amadeo Martínez Inglés acusa al actual Jefe del Estado, Juan Carlos de Borbón "de haber presuntamente asesinado, en marzo de 1956, siendo cadete del Ejército español con 18 años de edad y experto en el uso y manejo de toda clase de armas portátiles, a su hermano menor el infante D. Alfonso de Borbón". "Un presunto fratricidio - asegura el militar - que jamás fue investigado por instancia judicial alguna". Canarias Semanal pone ahora en manos de sus lectores un extenso avance de un libro que, con toda seguridad, no dejará indiferente a nadie.
"Para conocimiento de amigos, compañeros, medios de comunicación que publican mis trabajos - nos escribe el coronel e historiador Martinez Inglés - remito adjunto la portada, elSumario, la Introducción y el Epílogo de mi nuevo libro "La muerte de "El Senequita" (en referencia al hermano del actual rey de España, el infante D. Alfonso, muerto en trágicas circunstancias en 1956), escrito con el carácter de "dedicación exclusiva" durante los tres últimos meses después de recibir, a últimos de marzo, una precisa, inédita y sorprendente información procedente de testigos presenciales de tan dramático hecho histórico".
En el libro de proxima aparición, el militar español acusa al actual Jefe del Estado, Juan Carlos de Borbón "de haber presuntamente asesinado, en marzo de 1956, siendo cadete del Ejército español con 18 años de edad y experto en el uso y manejo de toda clase de armas portátiles, a su hermano menor el infante D. Alfonso de Borbón". "Un presunto fratricidio - puntualiza el militar - que jamás fue investigado por instancia judicial alguna y que al hilo de las investigaciones e informaciones que recoge el presente trabajo y que ya ha podido constatar el lector, podría verse afectado por claras y rotundas circunstancias agravantes que lo harían especialmente punible."
Según Martínez Inglés esta investigación aporta un giro de 180 grados a las versiones que sobre el tema conocíamos en el Estado español hasta el momento. La desaparición de Alfonso de Borbón "ha sido siempre tabú en este país, sobre lo que sin duda ha sido el secreto mejor guardado del franquismo y la posterior transición", dice el coronel.
"Ahora sabemos - precisa Martínez Inglés en su misiva a la redacción de este diario digital - que aquello nunca fue un mero accidente familiar y ni siquiera ocurrió en el sitio en el que nos habían dicho (Villa Giralda, Estoril) sino unperverso y sádico crimen de Estado ordenado por el mismísimo Franco,planificado por sus servicios secretos y, según los abundantes indicios racionales quue se desprenden de la información que facilita el presente libro, presuntamente ejecutado por Juan Carlos de Borbón siguiendo las directrices del dictador".
Para leer el avance del libro que nos envía el coronel Martínez Inglés pulse AQUÍ
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El día que el rey calló a su hermano
Un Jueves Santo 29 de marzo de 1956 Juan Carlos de Borbón mató a su hermano menor de un disparo en la frente. Artículo publicado en Tercera Información el 29 de marzo de 2010.
Transcurría la Semana Santa del 29 de marzo de 1956. En un episodio oscuro el actual rey de España, Juan Carlos de Borbón, mata de un disparo en la frente a su hermano menor el príncipe Alfonso.
Es un hecho lamentable, pero indispensable reseñarlo para demostrar el manto de misterio y reserva sobre aquellos acontecimientos que puedan perjudicar la imagen del rey Juan Carlos.
Es tanto así, que usted no conseguirá fácilmente una foto, una referencia periodística o reseña del malogrado hermano, Alfonso de Borbón. Es como si nunca hubiese existido.
Como siempre, la gran prensa española y el gobierno franquista trataron de liberar de toda responsabilidad y acusación al elegido por el “Caudillo”, pero los hechos saltaron la barrera de la manipulación.
La primera versión difundida señalaba que el príncipe Alfonso se había disparado a sí mismo en la frente limpiando un revólver.
A la censura se sumaron los nobles de España que regularmente visitaban la ciudad portuguesa de Estoril; así como la prensa de Portugal, sometida a la dictadura del derechista Salazar.
Ante el controversial suceso, es interesante destacar el relato del libro «Don Juan Carlos. El Rey de un pueblo», de Paul Preston (Editorial Plaza & Janés, 2003).
Paul Preston no es uno de esos articulistas de farándula de la realeza en la revista Hola. Tampoco se le puede calificar de comunista, antimonárquico o de “chavista”. Paul Preston es un reconocido historiador e hispanista, nacido en Inglaterra, autor de diversas obras de Historia Contemporánea de España, es Doctor en Historia por la Universidad de Oxford, y es miembro de la Academia Británica de Historia.
“El 29 de marzo, Jueves Santo, después de una misa vespertina en la iglesia de San Antonio de Estoril, la familia habría regresado a casa. A las ocho y media de la noche, el coche del médico de la familia, el doctor Joaquín Abreu Loureiro, paró en seco a las puertas de Villa Giralda.
Según parece, ambos muchachos habían estado en el cuarto de juegos, en el primer piso de la casa, entretenidos en tirar al blanco con un pequeño revólver, del calibre 22, mientras esperaban la hora de la cena.
El comunicado oficial distribuido por la Embajada de España en Lisboa sobre la muerte de Alfonso decía: «Mientras su Alteza el Infante Alfonso limpiaba un revólver aquella noche con su hermano, se disparó un tiro que le alcanzó la frente y le mató en pocos minutos. El accidente se produjo a las 20:30, después de que el Infante volviera del servicio religioso del Jueves Santo, en el transcurso del cual había recibido la Santa Comunión».
La decisión de silenciar los detalles fue adoptada personalmente por Franco”, describe Paul Preston.
LUEGO LA VERDAD EMERGERÍA
Pronto se revelaría que ese jueves santo, Juan Carlos había matado a su hermano Alfonso, de 14 años, de un disparo en la frente, con su revólver calibre 22 que le había regalado Francisco Franco.
Para la fecha de la tragedia el futuro rey de España contaba con 18 años de edad y un año de instrucción militar en la Academia General Militar de Zaragoza. ¿Todo fue un accidente?
La propia madre de Juan Carlos y Alfonso, “Doña María de las Mercedes -continúa Preston- dio a entender tiempo después que Don Juan Carlos, jugando, había apuntado el arma hacia Alfonsito y, sin saber que la misma estaba cargada, había accionado el gatillo.
En parecidos términos, parece que el propio Don Juan Carlos confesó a un amigo portugués, Bernardo Arnoso, que él había apretado el gatillo sin saber que el arma estaba cargada…”.
En otro pasaje de su libro Don Juan Carlos. El Rey de un pueblo, Paul Preston explica cómo las relaciones familiares se deterioraron irremediablemente.
“Don Alfonso [el malogrado hermano menor] recibió sepultura en el cementerio de Cascais, al mediodía del sábado 31 de marzo de 1956.
Don Juan Carlos asistió a la ceremonia vestido con el uniforme de oficial cadete de Zaragoza. Incapaz de soportar la presencia de su hijo mayor, Don Juan le ordenó que volviera a la Academia Militar. El general Martínez Campos y el comandante Emilio García Conde se habían presentado allí con un avión militar español en el que el Príncipe [Juan Carlos] fue devuelto a Zaragoza”, por orden de Franco, obviamente.
“Don Jaime de Borbón, hermano de Juan de Borbón y tío de Juan Carlos y Alfonso, exigió, en su calidad de jefe de la Casa de Borbón, que se abriera una investigación al respecto para depurar la responsabilidad del príncipe Juan Carlos, al considerar que tal suceso podía afectar a la línea sucesoria, que no llegó a ninguna conclusión.
Este hecho afectó mucho emocionalmente a su madre, Doña María de las Mercedes de Borbón, que estaba presente durante el accidente y tuvo que recuperarse en una clínica alemana a causa de depresiones (…) porque se creía responsable por haber dejado a sus hijos jugar con el arma, para evitar que, "aburridos en un atardecer lluvioso, siguieran peleándose”.
¿Homicidio culposo? Lo menos, irresponsabilidad de parte de Juan Carlos de Borbón, quien con sus conocimientos de armas, puesto que cursaba en la Academia Militar de Zaragoza, y con 18 años de edad “jugaba semejante juego” con su hermano menor.
Leyenda de foto:
Los hermanos Alfonso y Juan Carlos de Borbón (arriba) en una foto del año 1955, durante un paseo en bote por el lago Albufera de Valencia, España. Al frente, su padre don Juan de Borbón los observa.