Elegía de la Mala Leche,
queja, repudio y denuncia,
de aquellos que,
no pudiendo comprar
un barco de guerra,
nos dedicamos,
con ésta actitud elegíaca,
a "hacer la guerra por otros medios"
("Facit indignatio versum",
la indignación conduce al verso)
Madre
¿dónde están las estaciones
la primavera
el verano
el otoño
el invierno
dónde todo transcendía
al pulso perfecto
de policromos cromos
de agua tierra y luz
calor templaza y frío
pulso del Universo
sobre el que el Hombre
ha Delinquido?
¿Dónde quedaron aquellas estaciones
dónde paraba el tren
al que todos subíamos?
¡Viajeros al tren!
Sobre todo los niños...
Porque los niños íbamos en primera clase
disfrutando más que nadie
del paisaje que desfilaba por la ventanilla
por dónde siempre miran los ojos infantiles
que aún no han crecido
ni perdido ese brillo
que después opacan
los ingenieros del camino...
¿Te acuerdas?
¿Te acuerdas Madre?
Si tú supieras el crimen que han hecho
los jefes de estaciones
por dónde pasa éste tren
que ya corre afuera de las vías
que siempre guiaron su destino...
Ahora el paisaje es siempre el mismo
un monocorde campo
dónde se presiente el delito
dónde lo mismo puede aparecer
muerta la mariposa
que volar la raposa buscando su nido
dónde la nieve amenaza
después de sequías
que ahogaron cosechas
que devoraron el trigo
dónde se marchitan arcoiris
que una vez dibujaron acuarelas
que fueron al abismo
dónde el sol se apaga un día
y al siguiente la luna
se queda sin sus signos
dónde el calor quema y mata
en sus hornos sin poderse predecir
cuándo llega y desaparece
sus infernales molinos
cuándo la inundación
aparece de pronto
convirtiendo en lagos
los sitios dónde vivimos
cuándo de pronto la nieve avanza
sin avisarnos de sus cuchillos y fríos
cuándo el huracán penetra
desde un cielo descompuesto
del que las temperaturas han huído
cuándo el mar avanza enterrando la costa
dónde nacimos y crecimos...
Ahora el paisaje es siempre el mismo
un monocorde campo
dónde se presiente el delito
Madre
¿qué ha hecho el Hombre
para provocar este cataclismo
al que nos vamos a acostumbrado
como algo natural que pasa al olvido?
¿Cómo no se corrige éste tren sin estaciones
que nunca para ya en su recorrido?
¿Dónde están las cuatro estaciones
del compás de nuestra tierra y mar
de nuestro cielo
de nuestro aire
de nuestra respiración
que se ahoga en tantos virus
sobre ésta basura
que inunda el espacio
y el planeta como una marea negra
que nos hiere y nos roba
lo que un día tuvimos?
...Que dolor Madre
ver pasar ahora éste tren de enloquecidos
dónde ya nadie mira por las ventanillas
ciegos y absortos en el espejo
dónde se refleja la imagen
de ellos mismos...
¿Te acuerdas?
¿Dónde quedaron aquellas estaciones
dónde paraba el tren
al que todos subíamos?