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ORGANIGRAMA DE LOS CASCOS BLANCOS |
Al-Qaeda Gets An Oscar
Hollywood is all about fake.
That is what movies are – fake depictions of a fake reality that only exist in the mind of scriptwriters, directors and a usually gullible audience. (Disclosure: I do like some movies.)
Hollywood has never been shy of plagiarizing. Every idea, tale of cinematographic trick that made a splash somewhere – and is thereby a potential money generator – will get copied again and again. Every successful make gets a remake. And another one.
In 2015 the promoting host of the Miss Universe franchise “misread” the name of the winner.
He announced ”Columbia” when the chosen winner was “Philippines”. After he few minutes he “corrected” himself.
That “mistake” brought a lot of additional media attention – and financial value – to the event owner.
The Academy of Motion Picture Arts and Sciences, the U.S. marketing and lobby organization of the movie makers, hands out some yearly rewards arranged to promote specific movies or persons in the movie business.
The academy award ceremony is a rather boring event but it gets a lot of hype and media attention (and thereby generates lots of advertisement revenue).
To further increase its value this years event plagiarized the idea of the Miss Universe promoters.
One of the hosts announced the wrong winning movie for some category and then reversed himself to announce a different “real” winner.
It was a “mistake” just as surely as Hollywood’s latest movie was a description of real life.
Those without memory went into the desired frenzy, the insiders yawned. “Oh, that clumsy fake again.”
One of this years prices went to a fake “documentary” about a fake “rescuer” group which makes and distributes fake videos, staged photos and fake victims of the war on Syria.
These al-Qaeda propaganda sidekicks, the White Helmets, are a British disinformation operation that is financed by more than $100 million of U.S. and UK taxpayer money.
Its general task is to convince the “western” public that the war on Syria is justified because of the “cruelty of the Syrian government” which the fakes intend to establish in the mind of its consumers.
Hollywood never was shy of taking government money to promote war on this or that country or “enemy”.
The Pentagon’s liaison office in Hollywood finances many movies. If there are some tanks needed and military heroes in a script the Pentagon will organize the props, real tanks and soldiers, at no cost – provided of course that it can read and “correct” the script the way it sees fit.
The makers of “Top Gun” need planes, air craft carriers and lots of explosions? No problem at all and at no costs to the producers. In exchange military recruitment staff will wait to trap moviegoers when they leave the theaters. Congress will happily pass the money for more useless planes.
An Academy Award reinforces the message a production carries and gives the people behind the message additional value.
The marketing companies that create and run the “White Helmets” will surely receive a few extra millions for yesterday’s Oscar promotion.
Hollywood is all fake. The wrong winner is announced and al-Qaeda gets an Oscar. “No harm done,” the promoters of such fakes might say.
Except to the people of Syria. For them the destruction and death promoted by the fancy people in Los Angeles is all too real.
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La ignorancia de los ciudadanos españoles en su mayoría es directamente proporcional al nivel de manipulación informativa al que están sometidos diariamente a través de los grandes medios de comunicación corporativos.
La eficacia de esta manipulación a la hora de adoctrinar a las masas es mayúscula si observamos la mansedumbre con la que aceptan el discurso oficial, sin cuestionarse su veracidad, sin molestarse en escuchar otras opiniones distintas, sin preguntarse quiénes y qué intereses están detrás de las fuentes que utilizan estos medios corporativos para “informarnos”.
Más grave aún es que sean políticos o activistas que supuestamente luchan contra el sistema quienes acepten, asuman y apoyen ese discurso, contribuyendo así a multiplicar la enajenación colectiva.
Es cierto que en los últimos años algunos de estos medios masivos y, sobretodo, algunos de los periodistas más populares son cuestionados por muchos ciudadanos debido a sus vínculos con los distintos gobiernos de turno o a su descarado sesgo partidista.
Sin embargo existe un agente político, ideológico y mediático que goza de absoluta credibilidad y que es utilizado por estos medios de comunicación para difundir el discurso y la ideología de los gobiernos neoliberales y del poder económico dominante que está detrás de todos ellos: las llamadas “organizaciones humanitarias”.
Los ciudadanos están predispuestos a creer ciegamente y de forma acrítica cualquier mensaje que provenga de una “organización humanitaria” que, supuestamente, sea imparcial, independiente y trabaje de forma desinteresada por los Derechos Humanos.
Por eso tanto los gobiernos como las grandes corporaciones utilizan a estas conocidas “ONGs” para difundir su ideología y buscar el apoyo popular, sin que los propios ciudadanos perciban que están siendo manipulados y que están apoyando una agenda política concreta que esconde los intereses espurios de quienes la promueven.
Sólo así se explica que los dirigentes de una organizaciones terrorista visiten España [1] y otros muchos países europeos para dar lecciones de “libertad”, “democracia” y “Derechos Humanos” sin que nadie denuncie públicamente esta aberración ni se produzca un escándalo político y social mayúsculo.
Y que además, en el colmo de la desfachatez, estas organizaciones yihadistas reciban premios y distinciones por parte de las instituciones públicas (y privadas) en nombre de los valores que representan las “democracias occidentales”.
Los Cascos Blancos que actúan en Siria son el paradigma actual de esta maniobra de manipulación de los sentimientos a través de la propaganda mediática para justificar la barbarie terrorista-imperialista.
Gracias a internet y a la tecnología que tenemos a nuestro alcance y gracias a la impagable labor de muchos investigadores, activistas y periodistas independientes disponemos de abundante información sobre el origen de esta “ONG” y sabemos cuál es su verdadera labor en Siria y quiénes son sus patrocinadores.
Por desgracia la inmensa mayoría de los ciudadanos todavía se informan a través de los grandes medios corporativos en sus distintos formatos, fundamentalmente la televisión y la radio.
Sólo aquellos ciudadanos que de forma crítica e inteligente pretenden informarse realmente de lo que ocurre en el mundo y a su alrededor recurren a este tipo de medios independientes y de analistas rigurosos con la verdad que han desenmascarado a estos “terroristas humanitarios”.
A través de sus informes sabemos desde hace tiempo que los Cascos Blancos fueron creados en 2013 por los servicios de inteligencia de los gobiernos de Reino Unido y de EE.UU. para ser utilizados como un arma de propaganda de guerra contra el gobierno de Bashar Al Assad.
Desde entonces otros muchos gobiernos y fundaciones privadas los han estado financiado (como la Open Society Foundation de George Soros, entre otras muchas), y las grandes corporaciones mediáticas los han utilizado como fuente constante de información para hablar sobre la guerra contra Siria, junto con el Observatorio Sirio de Derechos Humanos [2], otro instrumento de propaganda de guerra creado por el Reino Unido que está compuesto por un sola persona y que tiene su sede en la ciudad británica de Coventry, a 138 km. de Londres y a 4.700 km. de distancia de Damasco.
Sabemos también que el encargado de poner en marcha a los Cascos Blancos y de reclutar y entrenar a sus miembros en Turquía fue James Le Mesurier, un ex soldado británico y contratista privado cuya empresa tiene su sede en Dubai, que ocupó, entre otros, el cargo de “jefe adjunto de la Unidad de Asesoría sobre seguridad y justicia de la ONU”, además de trabajar para varias empresas privadas de mercenarios en varios países en conflicto.
También sabemos, como se puede comprobar en su propia página web, que los Cascos Blancos están estrechamente vinculados a The Syria Compaign, una “organización sin ánimo de lucro” con sede también en Reino Unido.
Esta “ONG” fue creada en marzo de 2014 con dinero procedente de The Asfari Foundation, una fundación patrocinada por la familia Asfari, unos millonarios empresarios británicos de origen sirio.
Entre otras cosas, Ayman Asfari es director ejecutivo de la empresa Petrofac, una multinacional británica que cotiza en la City de Londres y está dedicada a ofrecer servicios para la industria del petróleo, el gas y la energía.
Escribí algo sobre esta organización y sus patrocinadores en otro artículo:
Además de Ayman, Sawsan y Adeeb Asfari, la Asfari Foundation cuenta entre sus distinguidos patronos con John Ferguson y Marwan al-Muasher. El primero fue director financiero de Shell en Siria en los años 80, y ocupó varios cargos en diversas empresas británicas relacionadas con el petróleo y el gas. El segundo, entre otros muchos cargos, fue ministro de Asuntos Exteriores (2002-2004) y vice-primer ministro (2004-2005) de Jordania; fue el primer embajador de ese país en Israel y más tarde ocupó el mismo cargo en Washington (1997-2002), etapa en la fue pieza clave en la negociación del Tratado de Libre Comercio entre EE.UU y Jordania, el primer tratado que firmó Washington con un país árabe. Como no podía ser de otra forma, es defensor de la Primavera Árabe y de los Hermanos Musulmanes, algo que defiende desde algunas tribunas como la CNN, por ejemplo. [3]
No quiero extenderme más sobre el origen de esta organización “humanitaria” takfirí, puesto que ya existen informes muy bien documentados sobre ello y no es necesario repetir los mismos argumentos.
Por ejemplo, el informe publicado recientemente por el profesor José Antonio Egido (en español) a raíz de esta visita de la filial “humanitaria” de Al Qaeda a España para participar en varios actos de propaganda yihadista [4].
Todas las pruebas y hechos de los que disponemos nos llevan a concluir que los Cascos Blancos son una parte fundamental de los grupos terroristas takfiríes que luchan en Siria por un “cambio de régimen” a las órdenes de la OTAN-CCG, especialmente del Frente al Nusra, aunque también mantienen vínculos con el Estado Islámico y otros grupos minoritarios como Ahrar al Sham o Nour Al Din Zenki.
De hecho estos “voluntarios” sólo trabajan en las zonas ocupadas por estos grupos terroristas. La mayoría de los sirios no conocen a los Cascos Blancos, como se pudo comprobar cuando el ejército sirio pudo liberar el este de Alepo asediado por los terroristas.
Los Cascos Blancos fueron creados expresamente para atender a los yihadistas heridos en combate, y a su vez, para ser utilizados como un arma de propaganda de guerra con el fin de sensibilizar a la opinión pública occidental para que acepte una “intervención humanitaria” de la OTAN, siguiendo el mismo guion que aplicaron en Libia.
Por otro lado los Cascos Blancos también tratan de imitar y contrarrestar a la verdadera Defensa Civil Siria, que protege realmente a los civiles sirios de los ataques terroristas.
Precisamente los medios de comunicación occidentales definen habitualmente a los Cascos Blancos como la “Defensa Civil Siria”.
Esta es otra manipulación más de los hechos. La verdadera Defensa Civil Siria existe desde el año 1953 y es la única organización dentro de Siria reconocida por la Organización Internacional de Defensa Civil (ICDO, por sus siglas en inglés) con sede en Ginebra [5].
Pero este dato, como todos los demás, no tienen la menor importancia cuando de lo que se trata es de engañar a la audiencia.
El régimen monárquico español ha recibido con los brazos abiertos a los miembros de esta organización terrorista financiada por las potencias occidentales y las dictaduras aliadas de Golfo, incluido el régimen sionista de Israel, claro.
Raed Saleh, director o presidente de los Cascos Blancos, fue recibido con la alfombra roja en Madrid (no era la primera vez que visitaba España; en noviembre de 2016 estuvo en Barcelona para recibir un premio), donde se reunió con las autoridades públicas, dio conferencias y concedió entrevistas a los grandes medios que le aclamaban.
Paradójicamente este terrorista no podría haber hecho lo mismo en Washington o Nueva York, por ejemplo, ya que en abril del año pasado EE.UU. impidió su entrada en el país al considerarlo una “amenaza para la seguridad nacional” debido a sus vínculos con el terrorismo internacional, motivo por el cuál fue devuelto en el mismo avión a Turquía.
Este hecho por sí mismo ya demuestra la hipocresía y el cinismo con el que actúan los gobiernos de la OTAN y el grado de manipulación máxima a la que nos somete la yihad mediática occidental en su conjunto.
¿Cómo se puede ser “una amenaza para seguridad nacional” y al mismo tiempo estar nominada al Premio Nobel de la Paz la organización que preside? ¿Es Raed Saleh un héroe o un terrorista, en qué quedamos?
Obviamente es un terrorista, aunque hoy en día EE.UU. ya no lo considere como tal por puro interés propagandístico. Como lo es otro compañero suyo: Mustafa al-Haj Yussef, líder de los Cascos Blancos en la provincia siria de Idlib, donde actualmente se encuentran atrincherados prácticamente todos los grupos terroristas que invaden el país desde hace seis años.
Esperemos, dicho sea de paso, que todos ellos sean aniquilados cuanto antes, incluidos los miembros de los Cascos Blancos. Mustafa al-Haj Yussef (al que podemos ver en la foto superior junto a Raed Saleh en Idlib), que también es presentado como un héroe que salva vidas de forma desinteresada, llegó a pedir que se bombardeara a la población civil de Damasco durante las elecciones de junio de 2014, definiendo este crimen contra la humanidad como “la mayor declaración de Revolución” que se podría hacer.
Días más tarde, el 30 de junio de 2014, este “héroe humanitario” mostró a través de su página de Facebook su respaldo a la ideología extremista promovida por Ibn Taymiyya, al que algunos analistas consideran el “padre ideológico” del actual Estado Islámico.
Este terrorista recibido en España y en Europa como un héroe, pidió por escrito que fueran asesinados extrajudicialmente todos aquellos civiles sirios que no siguieran su interpretación fundamentalista del Islam. Abogó también por la unidad de todos los grupos yihadistas que luchan en Siria para acabar con el “régimen de Al Assad” y con aquellos civiles sirios que lo apoyan [6]. Curiosa forma de defender a los civiles sirios y los Derechos Humanos ¿no creen?
Como decía anteriormente, no es necesario extenderse mucho más sobre la trayectoria de estos terroristas “humanitarios” apoyados por las “democracias occidentales”. Los hechos y las pruebas son diáfanas y están al alcance de todos aquellos que quieran informarse [7].
El hecho relevante y que debemos denunciar es que estos “moderados rebeldes”, así como las asociaciones y entidades que los apoyan, estuvieron en Madrid dando lecciones de democracia al resto del mundo; y además reciben la financiación y el patrocinio de los gobiernos occidentales (también de los gobiernos locales y autonómicos, como en el caso de Madrid [8]).
Nuestro dinero público se destina a financiar y a premiar a las filiales de Al Qaeda en Siria, incluido su brazo humanitario y propagandístico: los Cascos Blancos.
Especialmente repugnante resulta ver a la mal llamada “izquierda” política y social apoyar al terrorismo wahabí en Siria y en todo Oriente Medio y norte de África. Recordemos que la alcaldesa de Madrid es Manuela Carmena (Podemos), a la que ya vimos en otras ocasiones participando en actos similares de apoyo al terrorismo de la OTAN contra Siria [9].
En Europa, y especialmente en España, sufrimos una “izquierda” que apoya la Globalización capitalista, la supremacía del libre comercio, el modelo neoliberal, el Euro, la OTAN, la Unión Europea nacida de Maastrich, las “primaveras árabes”, “revoluciones de colores” y “golpes suaves” dirigidos por Washington, el terrorismo wahabí-takfirí, el fascismo en Ucrania,… o la monarquía borbónica heredera del dictador Franco en España.
Y todavía tenemos que aguantar que esta izquierda corporativa, pro-imperialista y neoliberal que premia a los herederos de Al Qaeda se presente como la “alternativa al sistema”. Nos toman por imbéciles.
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NOTAS
[1] El Ayuntamiento de Madrid organiza un acto con entidades vinculadas al yihadismo,- artículo de Lola Soria para La República.es (26/1/2017)
[4] Los “Cascos blancos” sirios, una falsa ONG humanitaria creada por los responsables de la agresión contra Siria para servir a sus fines de propaganda y guerra psicológica y engañar a la población de los países occidentales,- un detallado informe del sociólogo, escritor y analista internacional José Antonio Egido.
Adolfo Ferrera Martínez