Mal andamos.
La próxima presidente del imperio
cree que Putin no tiene alma,
es decir, que no es un ser humano.
Lo mismo pasó cuándo el otro imperio español,
bajo esa misma cláusula,
genocidó a la desalmada
población nativa americana
para conquistar riquezas, oro y plata,
hasta que, finalmente,
el papa Paulo III publicó el 2 de junio de 1537
una bula, “Sublimis Deus”
(cuando empezó a escasear
la mano de obra barata),
en la que a los nativos descubiertos
se les otorgaba la susodicha alma.
sí cree que Putin tiene alma.
Y ésto ya, en los oscuros tiempos, es una ventaja...