La Verdad, en éstos barbáricos tiempos
de contínuas mentiras y manipulaciones,
puede venir de muchos ángulos y direcciones,
como esas inesperadas flores silvestres
que nacen entre ruinas.
Y estar bien ubicados para recibirla
es la gran posicionalidad
que tenemos que aprender.
Hoy, en el reino bobonico,
en medio de tan bien organizada confusión,
cuándo los politicos de turno dirimen
en ditirámbicos zipizapes
cómo van a administrar los Negocios
de los que realmente mandan,
nos ha llegado una Verdad que en España
--y en cualquier lugar en lucha--
podría tener mucha aplicabilidad estratégica: