Después de tanto tiempo en ésta extraña bitácora computera creo que ha llegado la hora de presentar a mi hermano.
No he podido hacerlo antes porque siempre ha estado --y está-- perdido por los mares del mundo y no es fácil ir a visitarlo y mucho menos el presentarlo.
Pero hoy ha sido un día muy especial porque, mediante un naúfrago en común, he recibido sus coordenadas y al fín he podido hablar con él. Los dos tenemos el mismo nombre. Mis padres nos pusieron a los dos el mismo nombre (¿Para confundirnos, quizás?)
Tomé éstas fotografias:
Desde el avión diciéndonos adios
El se embarcó en el puerto de Marsella, un 11 de Enero de1965, rumbo a Haifa, Israel, en el comienzo de una nevegación sin retorno por los mares del mundo que lo llevaría al naufragio actual de apatrida con el 'Help me' dónde se encuentra, pero la cuestión es que, a pesar de que continúa con esa frase en la vela solitaria que lo lleva, rehusa toda ayuda.
Preguntado sobre tal contradicción me explicó que así atrae barcos y gentes con las que poder hablar, pero que lo rescaten para regresar, ni hablar, porque él ya no pertenece a ningún lugar desde aquel 11 de Enero que comenzó a navegar, a transcender, desde lejos, su crisálida cultural. Lo suyo --me dijo-- es ya el alejamiento del mar, su balsa de naúfrago, su independencia marinera, su libertad.
Este es mi hermano.
Mi alter ego.
El que muchas veces se apodera de mi y me lanza a una vorágine de ambivalencias y conflictos dónde estan ensambladas y representadas la eternal guerra y lucha que todos portamos entre quedarnos en tierra con la raíz materna o embarcar para nacer plenamente en la universalidad sin tierras ni lugares que impone las sendas del mar.
Mis padres nos pusieron el mismo nombre.
(¿Para confundirnos, quizás?)
Después, por los Vientos de las circunstancias,
el destino nos dividió en dos,
él se embarcó en Marsella y se marchó,
y yo me quedé en el Puerto,
despidiéndolo,
sabiéndo que una parte de mi se iba con él,
y sintiéndo, al ver la despedida en sus ojos,
que una parte de él la dejaba conmigo.
Desde entónces cada uno de nosotros
cuída en su ser la parte del otro
como el mejor Tesoro que poseemos.
Por eso he querido hoy presentar a mi hermano
en ésta bitácora computera,
porque sé que todos tenemos un hermano
así en similares coyunturas,
aúnque muchas veces
los padres no les hayan puesto
los mismos nombres a los dos...