"El presidente venezolano, Nicolás Maduro, calificó hoy de "masacre" el asesinato de la Miss Venezuela 2004, la actriz Mónica Spear, de 29 años, y de su esposo, el irlandés Thomas Henry Berry, de 39, a manos de delincuentes que además hirieron a su hija, de 5 años.
Actuaron con saña. Los masacraron. Fue una masacre
Maduro reveló que fue informado por las autoridades policiales de que Spear, Berry y su hija fueron tiroteados tras encerrarse en su vehículo cuando un grupo de delincuentes pretendían asaltarlos."
Fueron tiroteados cuando el vehículo se encontraba sobre una grúa que lo auxilió tras sufrir una avería que obligó a estacionarlo en una carretera del céntrico estado Carabobo"
(De las Noticias)
En ésta situación, el móvil del robo se hace un tanto incoherente, ¿no?.
¿A quíenes benefician la masacre ocurrida en Venezuela?
Es una pregunta que forma parte del libro de texto de todas las academias de policías del mundo cuándo van a investigar cualquier crimen: ¿a quíen o a quíenes beneficia?
Indudablemente, no quiere decir que, en éste caso concreto, tenga que implicar alguna connotación en el plano de la desestabilzación política del país que tanto busca la burguesía interna y la Embajada de los USAdores en Caracas, así, que, de momento, nos quedamos dentro de la ortodoxia del códigio penal...pero siempre con "la mosca", no solamente "detrás de la oreja", sino detrás del libro de texto de todas las academias de policías del mundo.
Y es que los records históricos nos han hecho así, sobre todo en los países que no son satélites del imperio, pero que albergan una tremenda "quinta columna" que nunca duerme y que es capaz, en su desesperación ante la imposibilidad de ganar democraticamente --como prueban esos records históricos--, de las mas abyectas masacres y golpes de estado para implantar los intereses oligárquicos.
Ademas de ésta coyuntura, un servidor es alumno de la Escuela de la Sospecha, famosa expresión del filosofo Paul Ricoeur, el cúal diferenció --inteligentemente-- entre una hermenéutica de la sospecha y una hermenéutica de la afirmación; en éste caso es afirmar que fueron delicuentes comunes los autores de ésta masacre o sospechar que "aquí hay gato encerrado".
De momento me quedo esperando a ver cómo oígo maullar al gato, si con un sonido opaco desde dentro de su encierro o con la nítida claridad de que está libre.
Asi que de momento me quedó de alumno en el pupitre de la citada Escuela en la que, dado el mundo de estafas, engaños y manipulaciones bajo el que nos hacen vivir los sátrapas del "free world", tenemos mucho que aprender...
La otra masacre de la que no se habla |