Hemos descubierto algo --con gradecimiento por haber hallado un oasis en el desierto-- que tiene un bienpuesto cortex cerebral y perspicacias humorísticas ensambladas en una inteligente sorna, arte, y jugos testiculares de la más necesaria urgencia en éste podrido y ramplón campo de concentración capitalista: 'Rokambol' es su nombre:
http://rokambol.com/
Y hemos disfrutado y reído ante esa España chatarra del 'yugo y las flechas' que aún perdura en la tumba del terrorista-psicópata Violador de Queipo de Llano que yace en el templo de una Virgen, en la $anta Iglesia Católica, en los Arzobispos, bispos, sorchantres y monaguillos de la fascistada de a pie, en la ejecutiva herencia de lo 'atado y bien atado' que sigue bien amarrada, y en esa excelsa vida intelectual --muerto Machado, asesinado Lorca, y exilado Juan Ramón-- que sigue traduciéndose en libros de gran tiraje como “Cásate y sé sumisa”:
El arzobispado de Granada edita ahora “Cállate y llévale las putas zapatillas, burra, más que burra”
El libro contiene primorosas ilustraciones
Al parecer, un gran número de mujeres casadas, amancebadas o en proceso de noviazgo, se limitan a llevarle las pantuflas a su hombre sin ningún tipo de liturgia o de delicadeza. “Sé que muchas esposas les arrojan las zapatillas a los pies e incluso se las dejan mal, la izquierda frente al pie derecho y la derecha frente al pie izquierdo”, asegura la autora del libro. “He visto hombres andando de manera ridícula debido a ese error de colocación, tan fatal y tan común”, añade.
Para corregir estas aberraciones, el libro “Cállate y llévale las putas zapatillas, burra, más que burra”, propone una serie de recomendaciones, sencillas y fáciles, para que tanto el hombre como la mujer disfruten del acto conyugal de la pantufla. Acercarse al esposo llevando las zapatillas en la boca y caminando como un caniche sano y contento, disfrazarse de mesita de noche para depositarle las pantuflas sin ser vista o deslizarse como ninja para no interrumpir la sagrada siesta, son algunas de las divertidas propuestas que se ofrecen.
“No pretendo, en ningún caso, que la propia esposa le calce las zapatillas al hombre, sino que se las lleve en el momento oportuno, con el respeto apropiado y en el orden de colocación preciso”, puntualiza la autora.
El arzobispo de Granada también ha adelantado ya el próximo tratado de comportamiento femenino que la escritora tiene en marcha: “Pónle el fútbol y vete a la cocina, por el amor de Dios”, se titula.