Ayer, 7 de Noviembre, --25 de Octubre en el calendario ruso de aquel entonces-- se celebró el noventa y cinco aniversario del Asalto al Palacio de Invierno en el que se cimentó la Revolución rusa contra el estado esclavista de los zares mantenido por el capitalismo internacional. El mismo que, rápidamente, con el liderazgo, como no, de los USAdores, montó un ejército internacional de catorce naciones para invadir Rusia y reestablecer el regimen esclavista zarista.
El presidente de la Union de Satrapas Amerianos, Wilson, le mandó al general de división William S. Graves un memorando para que pusiera en marcha la conquista de Rusia y se la devolviera al Zar. Había mucho en juego. Muchísimos esclavos liberados que se tenían que volver a esclavizar. Cantidades ingentes de perdido capital. Tremendas y estratégicas posiciones geopolíticas que había que recuperar.
El 3 de agosto de 1918, cu´wndo el secretario de Guerra le entregó a Graves el memorando de Wilson en la estación de tren en Kansas City, se disculpó por enviarle a Siberia y le prometió que algún día le contaría la verdadera razón por la que tenía que ir. Le dijo a Graves: «Cuidado dónde pisas. Estarás andando sobre huevos cargados de dinamita.» .
Los huevos y la dinamita, incluído el "raison d'etre" de la invasión, lo supo Grave, "ipso facto", en el cogollo de su militar imaginación.
Tropas aliadas desfilando en Vladivostok en 1918. |
La burguesia había visto en ello lo que dijo Espartaco antes de morir:
"Volveré, pero seremos millones".
Ahora el Espartaco era Lenin.
Y esos millones habían aparecido con los bolcheviques.
El pavor entre los plutocratas del mundo fue atroz.
Y no era para menos.
Nada igual había sucedido con anterioridad
desde la Revolución haitiana bajo el Espartaco
afro-caribeño de Toussaint L'Ouverture.
Pero ahora muchísmo peor.
Y lo seguirá siendo.
Porque éste ha sido tan sólo el principio,
aunque los nihilistas-optimistas burgueses vivan
engatusados en el limbo infantil de sus parnasos
creyendo en lo "in eternis" de sus Palacios.
Porque aún quedan muchos Asaltos a sus Palacios:
los de Otoño,
Primavera,
Verano,
y a cualquier estacion mas que se le añada
a la astronomia que ya está empezando
donde la inclinación del eje de rotación
de de la história de la lucha de los pueblos
contra sus opresores va cambiando en la direccion
de crear y pulir los necesarios Asaltos.
"Nadie puede gobernar inocentemente. La Monarquía no es un rey, es un crimen, profanación absoluta porque va contra la soberanía del pueblo. Él no forma parte de la volutad general, al contrario, por su propia existencia es un blasfemo contra la volutad universal...Por lo tanto tiene que ser juzgado en éstos terminos". Aqui radica la simbíosis que auna Los Asaltos al Palacio de las Cuatro Estaciones del Año.