El "free world", por dos meses ya,
sigue "libremente" bombardeando,
reventando y asesinando al pueblo libio,
y los paladínes de los "derechos humanos"
siguen sonrientes e impertérritos
delante de sus horrendos y barbáricos crimenes,
y el mundo que representan idem de idem.
Sin embargo y, al mismo tiempo,
por "no respetar la ley" al aparcar el coche
en un lugar indebido,
nos imponen una multa,
y por hurtar dos latas de atún en el mercado
vamos a la cárcel.
Pero el ir a bombardear,
reventar y asesinar gentes inocentes
a un país soberano parece ser
que "no vá contra ninguna la ley",
y, en lugar de multa o cárcel,
ello implíca medallas y condecoraciones.
¿Es éste el mundo
en el que se nos quiere hacer creer?
Si.
Esta es la impávida esquizofrenia fascista
que nos toca vivir.
Y no pasa nada.
(No Nurembergs a la vista)
Y la vida sigue igual a lo julioiglesia
Y todos,
dentro de nuestras lustrosas neurosis
y democráticas alienaciones,
en la psicopatología de nuestras "normalidades",
segimos calladitos,
castraditos,
gilipolladitos,
hacíendo nuestros comentaritos
en nuestros "blogs",
en los periódicos,
en el bar,
en casa,
con los amigos,
delante del televisor,
quejándonos,
disidentesiándonos y reprobando
...y así nos sentimos bien con nosotros mismos
con éste "deber cumplido"
porque poseemos la "libertad de expresión"
que éstos Gangsters nos dán.
Y todo pasa a ser como una
Industria Global del Entreteni-miento,
un "Pan y Circo" en Pantalla
dónde éste último se compone de gladiadores,
redes y lanzas, y, al mismo tiempo,
lo conforman los diez mil esclavos de Espartaco
empalados a lo largo de la Vía Apia
(y de diez en diez esclavos, un comercial)
Y lo mismo aplaudimos a aquellos
que nos indiferenciamos con éstos
en un remolino de infantiles
emociones desviadas
que se escapan a cualquier moralidad direccional
que es en la "finale" que ha terminado
éste Televisivo Circo actual de películas,
documentales,
deportes,
fotonovelas,
sexo fragmentado,
quejas,
críticas,
análisis,
programas de animales,
concursos de bellezas,
aventuras y cacahuetes,
'realities shows',
concursos de baíles,
...y los canallescos bombardeos de Tripoli:
todo en el mismo paquete
Noticiero-entre-teni-miento.
Y todo ello rejuntado,
amalgamado y reciclado
en una madeja dónde ya no distinguimos
la verdad de la mentira,
la noche del día,
la realidad de la ficción,
el crepúsculo del alba,
los "buenos de los malos",
el llanto de un actor
del llanto de una madre
a la que le han desentripado sus hijos,
el grito de una trivial escena de un film cualquiera
del alarido del que ha sido herido
por las fuerzas invasoras de su país,
el drama de la fotonovela de turno
de la tragedia del cuerpo desbaratado
por una bomba en su propia casa,
las lágrimas de un niño palestino
de las lágrimas del niño del comercial
...porque todo ello,
ovillado y enrredado por las industrias
de las Noticias y del Entreteni-miento,
por el cír-culo del Peter Pan y Circo,
absorven las emociones en un Todo Lineal,
en un capirote de continuums,
conundrums y modulaciones
dónde se han perdido los límites
de lo auténtico y de lo ficcional,
del crímen y del cartón oficial,
de lo genuíno y del decorado.
Y perdidos y desorientados de ésta manera,
paradójicamente psicotizados,
psiquiatrizándonos a nosotros mismos,
nos vamos a la cama
"satisfechos del deber cumplido
de no estar de-acuerdo con lo que pasa"
...pero sin saber, en realidad,
si lo que hemos visto
en la Pantalla de las Noticias
es una película de los Oscar,
"un caso de la vida real",
una história "verídica",
un "Amazing Race"
un "Survival",
un "Top Chef"
...o un real bombardeo aéreo
sobre una población urbana inocente
que se distribuye entre el cementerio
y el hospital más cercano.
Porque en éste desbarajuste ajustado
de imagenes, tramoyas, sangre, crimenes,
actores, actrices, mercenarios y meretrices,
radica el "ajedrez kasparoviano"
de ésta Televisiva Dictadura Burguesa
que juega su partida yendo treinta jugadas,
o treinta mil,
por delante de todos sus contrincantes,
televidentes invidentes
que han sido desvalijados
de sus intrínsecas sensiblidades humanas
para ser reducidos a meros espectadores
de ésta nueva Industria del Entreteni-miento
dónde lo que verdaderamente pasa en el mundo,
o queda omitido,
o ligado y entroncado,
sin fronteras ya,
a un cosmos de fábulas y falsedades
dónde el racional cortex cerebral
pierde la brújula y el compás
Para ello u.s.a.n el enrroque clásico
entre las piezas de la "libertad-de expresión"
y el "no-estar-de-acuerdo",
porque saben perfectamente que,
con ellas,
lo ganado,
el ganado,
el rebaño,
se irá a la cama tranquilo
con el deber cumplido
...de no saber, factualmente,
hacia que fenomenología
dirigió sus emociones manipuladas,
si hacia "Amazing Race"
o hacia la "Increíble Carrera"
de bombardear Libia por dos meses
sin que pase Nada.