Es de noche:
"-...Psssssss....Baje la voz,
los vecinos pueden oírlo...-"
Nadie quiere escuchar al inquilino.
Nadie quiere saber ni que existe.
Ni que vive junto a nosotros
compartiendo un tabique de cien milímetros...
"-How are you?-"
"-Find, thankyou-"
...Pero de nada queremos enterarnos,
la cápsula dónde cada uno vive es impenetrable,
cerrada a cal y canto:
nada entra, nada sale,
nada se oye, nada se siente,
nada perturba el aislamiento implantado.
Es el "Principium individuationis"
en el que cada cual está enroscado:
su yo, su ego, su soledad, su penacho,
islas, archipielago, catacumbas,
centrífugas sin tangencias
que deambulan solitarias
por temor a entrar en contacto.
¿Quienes viven al otro lado el tabique?
Es el enigma, lo desconocido, lo ajeno,
el crucigrama a resolver,
el rompecabezas a componer.
¿Un ricachón fugado de Iran
con hijos en la universidad?
¿Un viejo solitario
abandonado por su familia
que se apaga en la oscuridad?
¿Un militar torturador latinoaméricano
que recibió asilo político
por servir al Imperio con buenos resultados?
¿Una pareja mudada de Arkansas a la capital?
¿Una familia hindú
que ha hecho dinero
con la electrónica
que Buda no pudo imaginar?
¿Un cubano que trabaja para la CIA
desde que llegó a la 'libertad'?
¿Estudiantes chinos
que legaron al "God Bless America"
huyendo de lo dictatorial?
¿Una pareja anónima
que no hace ruido al pasar?
¿Unos mexicanos pudientes
que a su país no quieren regresar?
¿Unos representantes inocuos
de la escoria de la humanidad?
¿Unos inmigranes árabes
que, por oro, han renunciado a Alá?
No se sabe.
Porque nadie hace ruido,
y a nadie se le oye hablar,
nadie mueve las aguas
donde tiene que nadar
Es como si todos,
al llegar al "In God We Trust",
se hubiesen vueltos creyentes
en ese 'Gold' celestial,
hubiesen sido intimidados
de forma tal...que hubieran perdido
toda su idiosincracia,
toda su personalidad.
Y ello es debido al campo gravitacional
del "American Suburb"
en su órbita alrededor del sol central:
la gran Propiedad Privada a respetar.
Puede haber dolor al otro lado
(del tabique de cien milímetros),
felicidad, murmullos, ondas,
amor, carcajadas, llantos,
pero todo es ajeno, lejano,
despojado de todo contacto,
de todo matiz y pulso humano.
Puede haber muerte, incluso,
y sacarse al obciso en camilla,
en sábanas arropado,
y, al pasar, cortesmente,
se le dice como si nada hubíese pasado:
"-How are you?-"
Y el cadáver contesta
desde el "American Suburb"
que sigue siendo templo sagrado:
"-Find, thankyou-"
Y se termina no sabiendo
si nos cruzamos con un vivo
o con un cadáver camino del camposanto.
Quizás sea lo mismo.
Quizás todo sea el abracadabra
de un automatísmo sin alma
donde el vivo con el muerto,
y el muerto con el vivo,
el carcelero con su prisionero,
y el prisionero con su carcelero,
compartan ese mismo tabique (de cien milímetros)
a través del cual,
la "Community Alert Neighborhood",
"You Are Being Watched",
ejerza el 'democrático' Panopticon (a) de su dominio.
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(a)
El Panopticon es un tipo de edificio-prisión designado por el filosofo y teorico social ingles, Jeremy Bentham en 1785. El concepto del diseño permite al observador observar ('opticon') todos ('pan') los prisioneros sin que estos se den cuenta de que estan siendo vigilados, lo que conlleva lo que se ha llamado "el sentimiento de una invisible omnisciencia"
La "omnisciencia" del "You Are Being Watched".