Prólogo
IMPRESCINDIBLE LEER A DAX TOSCANO
Iñaki Gil de San Vicente
A lo largo de la historia de los últimos 70 años, ningún medio al servicio de EEUU y de la OTAN se han referido a un mandatario estadounidense de la manera que lo han hecho con el gobernante ruso, pese a que han sido responsables de llevar a cabo invasiones militares que han provocado la muerte de millones de personas.
«"El objetivo final de la estrategia a escala planetaria, es derrotar en el terreno de las ideas las alternativas a nuestro dominio, mediante el deslumbramiento y la persuasión, la manipulación del inconsciente, la usurpación del imaginario colectivo y la recolonización de las utopías redentoras y libertarias, para lograr un producto paradójico e inquietante: que las víctimas lleguen a comprender y compartir la lógica de sus verdugos"».
Allen Dulles
El 17 de diciembre de 2021, EEUU y Ucrania votaron en contra de una resolución de la ONU, propuesta por Rusia, para "Combatir la glorificación del nazismo, neonazismo y otras prácticas que contribuyen a exacerbar las formas contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia".
EEUU argumentó que dicha resolución va en contra de la Primera Enmienda de la Constitución sobre la libertad de expresión.
Ha sido el propio Estado ucraniano el que desde 2014 ha posibilitado el avance de los movimientos neonazis, de ultraderecha. Al batallón Azov se suman otras agrupaciones como Sector Derecho, Tradición y Orden, C14.
Estas palabras aparecen al final del cuarto capítulo «Los ucranazis, émulos de la "peste parda" hitleriana», del libro de Dax Toscano Segovia titulado Ucrania, el peón nazi de la política geoestratégica de los EEUU y la OTAN contra Rusia.
Dax Toscano es un reconocido profesor de la Universidad Central de Quito, Ecuador. Su solidez teórica y agilidad intelectual queda demostrada en cada texto que nos ofrece. La solidez no está reñida con la agilidad, al contrario, se refuerzan mutuamente: la primera hace referencia a la coherencia y profundidad conceptual, la segunda a la rapidez heurística y flexibilidad y amplitud en el uso del método dialéctico: ambas garantizan la vertebración de un libro que exige una visión multifacética e histórica.
Dax lo logra y esa es una de las varias virtudes del texto; otra es, por ejemplo, la abundancia de información que en ningún momento de hace cansina, al contrario, al final se desea que el libro fuera más extenso, pero en este caso Baltasar Gracián vuelve a tener razón.
La mayoría abrumadora de los miembros de la ONU condenaron el nazismo, excepto muchos de la Unión Europea que se abstuvieron, que se lavaron las manos mirando a otro lado, entre ellos los Estados francés y español.
No transcurrieron cuatro meses, hasta finales de marzo de 2022, cuando prácticamente la totalidad quienes que se habían abstenido de condenar el nazismo, dieron un giro de ciento ochenta grados y empezaron a acusar a gritos a Rusia de ser imperialista, nazi, mafiosa, criminal, genocida, y a Putin de psicópata entre otras cosas... En el primer capítulo, «Los villanos y los héroes», Dax dice:
A lo largo de la historia de los últimos 70 años, ningún medio al servicio de EEUU y de la OTAN se han referido a un mandatario estadounidense de la manera que lo han hecho con el gobernante ruso, pese a que han sido responsables de llevar a cabo invasiones militares que han provocado la muerte de millones de personas. Salvaguardar el buen nombre de la élite imperialista ha sido una constante que le ha permitido a su sofisticada máquina de manipulación mejorar los métodos de convertir en héroes y mártires de la libertad a corruptos como Zelensky y a nazis descarados: «El déspota, el tirano, el errático Putin no ha podido doblegar al héroe, al valiente, humilde y coherente Zelensky. Así se resume la forma en que los medios occidentales al servicio de EEUU y la OTAN han construido la imagen de los dos mandatarios [...]
El cineasta estadounidense Oliver Stone, en el documental "Ukraine on fire", ha puesto en evidencia el accionar criminal de grupos y personajes identificados con la ideología nazi, los cuales participaron activamente en el golpe de Estado contra el presidente Víktor Yanukóvich en 2014, ejecutado con el apoyo de la embajada estadounidense y la CIA.
Dax va detallando con minuciosidad las irrompibles conexiones de los ucranazis con el Ejército, el Estado, los servicios secretos, la industria político-mediática, el imperialismo, el Congreso norteamericano... Su lúcido análisis tiene una dosis de optimismo: «Menos mal, muchos de estos admiradores de Hitler ya han sido desnazificados en el campo de batalla por el ejército ruso», y otra dosis de realismo: «El aparato militar industrial estadounidense se frota las manos ante las pingües ganancias que obtiene con los conflictos que azuza en el mundo entero».
En el segundo capítulo «Nuestras guerras son justas, las de los otros son criminales», el autor narra los crímenes que se cometen en las cárceles de exterminio yanquis más allá de la inhumanidad de Abu Ghraib aunque sin poder abarcar la totalidad del salvajismo de este país y de otros aliados por falta de espacio: «Estas atrocidades cometidas por soldados estadounidenses y británicos no son el resultado de comportamientos de individuos trastornados. Son parte de la estrategia militar para llevar adelante la guerra y la represión contra las poblaciones consideradas enemigas por parte de los EEUU y Gran Bretaña».
El rigor crítico de Dax Toscano está en la base de lo que sigue:
Donald Rumsfeld, "el carnicero de Bagdad", justificó el secuestro de personas en distintos lugares en Medio Oriente y su posterior encarcelamiento y tortura en Guantánamo, porque se trataban de individuos de "lo peor de lo peor", pese a que a la gran mayoría de quienes pasaron por eso, no se les pudo demostrar ninguna actividad criminal.
Sus actos atroces también pretenden taparlos mediante artimañas lingüísticas que ocultan la realidad de lo sucedido: los crímenes premeditados contra civiles se los presenta como errores no intencionales, los asesinatos de personas como daños colaterales.
¿Quiénes son corresponsables necesarios en la legitimación, en la ocultación y hasta en la provocación de estos actos abyectos que también se están aplicando en Ucrania? Dax no se calla:
Periodistas de la Fox News aconsejando que armas usar, otros enamorados de aviones de guerra o confesando sus preferencias por esos mismos aparatos que luego servirían para acabar con la vida de civiles iraquíes y destruir al país. Para ellos, la guerra no era más que un espectáculo en el que cada bomba lanzada durante horas de la noche, se asemejaba a un festival de luces y fuegos artificiales. [...] Las corporaciones mediáticas están al servicio de los poderes fácticos. La manipulación de la mente de las personas es su objetivo, para lo cual no tienen problema en engañar, mentir, estigmatizar, ocultar y tergiversar la realidad y, por supuesto, ensalzar las acciones de las potencias capitalistas, de los grupos oligárquicos, de las estructuras armadas del imperialismo, así como de políticos, hombres de negocio o militares que forman parte del establishment. [...] El uso del lenguaje está condicionado por los intereses a los que responden los medios de comunicación y sus periodistas, reporteros, así como de la ideología o identificación política de quienes construyen las informaciones, las noticias, los reportajes. No hay neutralidad en el uso de las palabras, las mismas que, en determinados contextos, pueden convertirse en herramientas fundamentales para la propaganda y guerra psicológica dentro de los conflictos sociales y bélicos.
Esta base le sirve al autor para detallar cómo actúa el nazismo en Ucrania a lo largo de páginas pavorosas: «En 2014 el periodista ucraniano, Bogdán Butkévich, en un mensaje cargado de odio, de corte filonazi, expresó en "hromadske.tv" que "en Donbass existen 1,5 millones de personas absolutamente inútiles" y que "lo principal que hay que hacer, por cruel que suene, es que existe una cierta categoría de personas que, sencillamente, deben ser asesinadas"».
¿Cómo se ha llegado a ese infierno en medio de la supuesta «democracia europea»? La respuesta de Dax se desarrolla en el capítulo tercero «El pasado nazi del que Europa no se termina de desprender» en el que vuelve a demostrar su profundo conocimiento de la efectiva propaganda nazi, de entre los que destaca por ejemplo el apoyo de famosos equipos de futbol a grupos de hinchas como el Real Madrid, el Atlético de Madrid, el Betis... Pero el autor se explaya en el importante papel de la música:
La música también es un instrumento para atraer a la juventud para que participen en las filas de los grupos neonazis. Mensajes de odio, antiinmigrantes, homofóbicos, anticomunistas se destacan en las canciones interpretadas por bandas neonazis en los conciertos conocidos como "Rock Again Communism": "macarrismo por bandera, pegando a travestis, violando a sharperas, macarrismo por favor al maricón", "¡Eh! negro, vuelve a la selva, Europa es blanca y no es tu tierra", "Otra guerra ha empezado, esta vez en tu ciudad. El enemigo el de siempre, sabes bien con quien hay que acabar".
Varias de estas agrupaciones, con nombres utilizados en homenaje a los nazis, se formaron décadas atrás como Skrewdriver, Landser, División 250, Batallón de Castigo, Brigada Totenkopf, Estirpe Imperial. "Música del odio", documental realizado por el Movimiento Contra la Intolerancia, desnuda el accionar de estas bandas que cuentan con sellos discográficos para la producción y distribución de sus canciones en las que se exalta al nazismo, como Rock O Rama Records.
La peste parda sobrevivió oculta por la protección de los servicios secretos imperialistas, se reagrupó gracias a la OTAN y a la superficial desnazificación, y su innegable peligro se olvidó gracias a la intensa y mentirosa propaganda que atribuía la victoria aliada a EEUU y Gran Bretaña de tal modo que en 2015 el 50% de los franceses y el 61% de los alemanes crían que eran «libres» gracias a EEUU: «Es indudable que el aparato de propaganda estadounidense y las industrias del entretenimiento y la alienación, fundamentalmente el cine hollywoodense, han jugado un rol esencial para el incremento de esta creencia».
EL capital, la OTAN, los Estados y los servicios secretos empezaron a impulsar el nazismo al ver fracasos para salir de la crisis de finales de la década de 1960, agudizada en 1973, en metástasis cancerígena durante el neoliberalismo hasta emerger con nuevas contradicciones en 2007. Podía impulsar el fascismo porque esa misma crisis despertaba el irracionalismo nazi latente por las razones arriba expuestas de manera que las duras declaraciones de guerra contra Rusia de Bruno Le Marie, Josep Borrell, Úrsula von der Leyen y otros muchos políticos es gasolina que inflama el odio nazi. Por esto tiene razón Dax cuando asegura que: «La realidad histórica demuestra que es imprescindible volver a desnazificar Europa».
El cuarto capítulo, «Los ucranazis, émulos de la "peste parda" hitleriana» desarrolla en extenso esta crucial relación que la prensa del capital intenta ocultar:
El pasado 20 de marzo de 2022, Gennadiy Druzenko, miembro del servicio médico ucraniano, declaró en el canal Ukraine 24 que "dio órdenes estrictas de castrar a todos los heridos rusos porque son cucarachas, no humanos". Druzenko ha trabajado para el Ministerio de Defensa y el Consejo de Seguridad Nacional de Ucrania. Además, ha mantenido vínculos con la USAID, el Centro Internacional para Académicos Woodrow Wilson y el Instituto Max Planck de Alemania. Las palabras de Druzenko recuerdan las de los funcionarios del régimen nazi que en sus discursos deshumanizaron al otro, no ario, al que veían como un elemento inferior e infeccioso para Alemania.
Desde hace tiempo el imperialismo mantiene una campaña de esclavización de las mentes para que este y otros muchas proyectos idénticos no escandalicen a los biempensantes «demócratas»: «EEUU y las potencias europeas tienen hoy la misma política condescendiente con los neonazis en Ucrania, a los que enarbolan como defensores de la libertad, la paz y la democracia, en un pretendido intento de ocultar la historia de los crímenes cometidos por los ultranacionalistas ucranianos como Stepán Bandera, mientras presentan a Rusia y a Putin como exponentes de la guerra y la tiranía».
Dax dedica un tiempo al imprescindible documental «Ucrania en llamas» realizado por Lopatnok y Stone en 2014, hoy barrido de los medios oficiales porque «Encubrir lo que sucede en Ucrania, limpiando la imagen del mandatario de ese país y los grupos que lo apoyan, es una estrategia para dispersar la atención de un sinnúmero de hechos que desde el año 2013 se vienen suscitando y que han permitido que los movimientos de ideología nazi se hayan fortalecido».
Hay que ocultar que: «En 2010 el presidente ucraniano Víktor Yúschenko firmó un decreto por medio del cual declaró héroe del país al líder nacionalista, colaborador de los nazis, Stepán Bandera. Nacido el 1 de enero de 1909, Bandera se caracterizó por ser un antisemita y un anticomunista. Hoy se pretende minimizar el rol colaboracionista que tuvo Bandera con los invasores nazis al inicio de la guerra», y que cuando en 2015 se ilegalizaron partidos comunistas: «El entonces ministro de Justicia ucraniano, Pável Petrenko, dijo que la proscripción del Partido Comunista de Ucrania, el Partido Comunista Renovado y el Partido Comunista de los Trabajadores y Campesinos de Ucrania, "se llevará hasta sus últimas consecuencias" [...] Zelensky, también ha hecho lo suyo con la ilegalización de 11 agrupaciones políticas bajo el pretexto de mantener vínculos con Rusia. Por supuesto que los partidos de la ultraderecha y neonazis no están en esa lista.». Pero: «Nada de esto ha hecho que EEUU y sus socios de la OTAN se distancien de estos grupos neonazis que se han convertido en pilar fundamental de las operaciones militares ucranianas ante la ofensiva rusa».
En el quinto capítulo «La mentira como arma de guerra de EEUU y la OTAN» Dax nos recuerda que: «La desnazificación de Europa no fue efectiva y las denominadas democracias occidentales, lideradas por EEUU, no dudaron en utilizar los servicios de quienes otrora fueron sus enemigos en la Segunda Guerra Mundial para combatir a la Unión Soviética.». Tras exponer algunos de los muchos medios propagandísticos yanquis, como radios, prensa escrita, actos culturales, etc., el autor dice: «EEUU lleva adelante la guerra en diferentes frentes que van más allá del estrictamente militar. La guerra informativa y cultural son vitales para, mediante la manipulación de la mente de las personas, sostener su proyecto de dominación mundial [...] Uno de los instrumentos utilizados por el aparato de propaganda estadounidense para ganar partidarios para su cruzada anticomunista y antisoviética fue el comic. Más adelante se recurrió a la industria hollywoodense».
Con razón plena, Dax insiste en que «La disidencia informativa no es admitida. Los medios deben reproducir fielmente la versión oficial que los organismos militares de EEUU difunden. Cualquier visión crítica o contradictoria con ese discurso debe ser silenciada.». El objetivo buscado por la censura y el silencio es claro: «La deshistorización y la descontextualización son recursos que se utilizan para obstaculizar el conocimiento mismo de la realidad. La coalición de medios al servicio de EEUU, la OTAN y el régimen ucraniano ocultan las razones que desencadenaron el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Debe tenerse en cuenta que, históricamente, sobre todo desde el triunfo de la Revolución Bolchevique de 1917, Rusia ha estado en la mira de las potencias capitalistas que han querido apoderarse de ella o simplemente destruirla.»
Dax reproduce declaraciones de Putin sobre por qué y cómo Occidente presiona cada vez más contra Rusia: «Putin puso hincapié en el respaldo de Estados Unidos a grupos neofascistas y extremistas islámicos. También advirtió sobre el control total que se ejerce por parte de esa potencia de los medios de comunicación global que "hacen pasar lo blanco por negro y lo negro por blanco.". Y nos recuerda el proyecto de la Rand Corporation de 2019:
En 2019, la Rand Corporation, un think-tanks del gobierno estadounidense, publicó un informe con el título: "Sobreextender y desequilibrar a Rusia", en el que se proponían algunas recomendaciones para socavar no solo la economía, sino el prestigio de Rusia a nivel internacional, además de generar una tensión permanente con Ucrania. "La imposición de sanciones comerciales y financieras más profundas probablemente también degradaría la economía rusa, especialmente si tales sanciones son integrales y multilaterales. Así, su efectividad dependerá de la voluntad de otros países de sumarse a dicho proceso" señalaba la Rand Corporation. El sexto y último capítulo, «Contra la cancelación de la cultura rusa», empieza así:
«Nadine Dorries, secretaria de Estado de Cultura, Medios de Comunicación y Deporte del Reino Unido afirmó el 3 de marzo de 2022, ante la Cámara de los Comunes de su país, que "la cultura es el tercer frente de la guerra de Ucrania."» Porque: «Para el imperialismo, el campo cultural es un escenario vital para sostener su hegemonía y, de esa manera, lograr que las masas se identifiquen con sus ideales, creencias y principios, los cuales son expuestos por los medios de comunicación puestos al servicio del capital como universales e inalterables».
La CIA sigue avanzando ahora por el camino trazado por Allen Dulles, uno de sus directores fundamentales:
«"El objetivo final de la estrategia a escala planetaria, es derrotar en el terreno de las ideas las alternativas a nuestro dominio, mediante el deslumbramiento y la persuasión, la manipulación del inconsciente, la usurpación del imaginario colectivo y la recolonización de las utopías redentoras y libertarias, para lograr un producto paradójico e inquietante: que las víctimas lleguen a comprender y compartir la lógica de sus verdugos"».
Pido perdón a los y las lectoras, pero no puedo por menos que terminar esta breve presentación de la magnífica obra de Dax Toscano de obligada lectura, con esta cita no muy larga:
El 10 de mayo de 1933 una multitud de 70 mil personas, entre las que se encontraban jóvenes universitarios movilizados por la Unión de Estudiantes Nacionalsocialistas, se reunió en la Plaza de la Ópera en Berlín en la que quemaron más de 25 mil libros de autores a los que los nazis consideraban causantes de la "decadencia y corrupción moral" en Alemania. Obras de Heinrich Mann, Erich Maria Remarque, Heinrich Heine, Ernst Glaeser, Erich Kästner, Kurt Tucholsky, Rosa Luxemburg, Karl Marx o Friedrich Engels, ardían en el fuego.
Transcurridos 70 años de esa barbarie contra la cultura, las tropas invasoras estadounidenses y británicas en Irak, permanecieron impávidas frente al robo y destrucción provocada por saqueadores y traficantes en el Museo y en la Biblioteca Nacional en Bagdad.
Un artículo publicado por la Fundación de Cultura Islámica el 21 de enero de 2008 bajo el título "La ocupación y destrucción cultural de Irak", de autoría del Global Policy Forum, expone que "Entre el 10 y el 12 de abril [de 2003], ante la pasividad de las fuerzas de la Coalición, los saqueadores atacaron en tres ocasiones el Museo Nacional [iraquí]. En total, los ladrones se llevaron entre 14.000 y 15.000 objetos de arte, entre ellos monedas, esculturas, cerámicas, objetos de metal, fragmentos arquitectónicos, tablas cuneiformes y la mayor parte de la colección de los valiosos sellos cilíndricos de la época sumeria. La famosa Dama de Warka de alabastro, datada alrededor del año 3.100 a.C. desapareció, junto a otras 40 piezas de fama mundial. El 16 de abril, cuatro días después de que terminara el saqueo, las fuerzas de la Coalición, al fin, decidieron proteger los edificios."
Si en esta guerra vence el imperialismo, la suerte de la cultura ucraniana no será mejor, y aún peor será la suerte de la impresionante cultura rusa si esa derrota hace que suba al poder el sector burgués fanáticamente prooccidental, antieuroasiático y sumamente reaccionario, dispuesto a «regionalizar» el país aceptando las exigencias de EEUU para balcanizar la Federación Rusa.
Pero los más perjudicados serán los y las trabajadoras, la clase proletaria en su conjunto que sufrirá un ataque más devastador aún que el padecido entre 1991-1999 dirigido por el FMI, Walt Street, el Pentágono, Bruselas..., del que empezó a recuperarse gradualmente desde la segunda mitad del 2000. E inmediatamente después, que se prepare China cuando vea a la OTAN ocupar los más de 4000 km de frontera con Rusia.
Yerra quien crea que si pierden la guerra defensiva para frenar en seco el expansionismo capitalista occidental, las repúblicas populares del Donbass, Rusia y la Federación Rusa en su conjunto, van a ser tratadas con algún miramiento por el imperialismo.
Son muy conscientes de lo que se juegan, al igual que el capitalismo occidental es muy consciente de que necesita apropiarse de sus riquezas, recursos y fuerza de trabajo para intentar salir de la crisis actual. Ese saqueo va unido al de otros pueblos, a la sobreexplotación de «su» proletariado, la liquidación de las obsoletas y endeudadas empresas zombis y pequeñas burguesías agotadas, a la introducción masiva de nuevas tecnologías, a la remilitarización, etc. Es mucho lo que está en pugna y Marx ya nos advirtió que cuando chocan dos derechos iguales y contrarios, el de la humanidad explotada y el del capital, decide la fuerza. Hay que leer a Dax Toscano Segovia para conocer mejor el contexto de la fase actual de la lucha de clases entre el trabajo y el capital.
Euskal Herria
18 de mayo de 2022
https://www.lahaine.org/b2-img22/DaxUcraniaLibro.pdf