Se llegó a un punto que ya no hiciéron falta los perros. Los compañeros del fugado trabajaban mejor que ellos. |
"Y a los que trataban
de escaparse de la Trampa
siempre los denunciaban
sus compañeros"
"El Asesinato de Cristo".
Capitulo 'La Trampa'
Wilhelm Reich
Lunes,
lunes lunero,
azul, rojo y negro,
comienzos de caminatas
se inician de nuevo
En la plantación de algodón
los esclavos saludan
al amo con sombrero.
Sísifo inicia su ascenso,
rocas que pesan
para que caígan de nuevo
Hay luces de norias
que circunvalan el tedio
y un sol de sentencias
que se ancla en los huesos.
Hay rumores --susurros en ecos--
entre el blanco ya deshecho:
un cimarrón se ha escapado
y le han echado los perros;
no se sabe si llegará lejos.
El último que se fugó
llegó destrozado y sin carnes
--comido por los perros--
y fue colgado como trofeo
El amo con sombrero
dio una locución de amenazas
y lúgubres escarmientos
que penetró en todos
como caímanes de cemento
Ese día --todos lo recuerdan--
fue un Lunes lunero
y el blanco algodón
se torno azul, rojo y negro
mientras la rutina bordaba
dibujos en rotos espejos
Lunes,
lunes luneros
Las fases de la luna
nunca más apareciceron.