Otro día.
Otro hueco a rellenar.
Horror vacui.
Nature abhors a vacuum.
La Naturaleza aborrece el vacío.
Nosotros también.
Por eso tomé mi bicicleta,
y ella me tomó a mi,
y juntos, sobre sus dos ruedas,
bajamos por las Ramblas.
Arteria de vida y laxitud.
Realidad compartida.
Perínclito cúmulo.
de trasiego ciudadano,
que, entre árboles gigantes,
guardan éste camino
hasta llegar al mar.
Y sorteando viandantes,
bajo las luces de Navidad,
llegamos hasta el obelísco de Maciá.
(Nos hubiése gustado
que estuviéra Lluis Companys
en su lugar. Asi podríamos
usar su crimen contra
los que hoy con su fascismo
también nos quieren fusilar)
Y aqui tornamos hacia el Oeste,
dónde un ocaso en acuarelas
hipnotizaba sin llegar...
Y llegamos a la playa de 'La República'
donde Antonio ha montado,
sobre las rocas que bordean el mar,
un escenario de bellezas
de la la lucha popular.
Nos sentamos en la arena.
La espalda contra las rocas.
La mirada contra el atardecer.
Casi de noche.
Nadie en la playa.
Y el entero Universo llegándonos
por el hueco de los neutrinos
que nos traspasaban...
Estamos siempre tan lejos
del silencio,
de la pausa,
del parar el zumbido
de éste carnaval
que nos atenaza...
Y me embarco en el ocaso
y me voy lejos...a casa...
¿Cúal es la casa del hombre?
Cristo dijo que las alimañas
tiene sus guaridas
y las aves sus nidos,
pero el Hijo del hombre
no tiene dónde apoyar su cabeza.
Y absorto en la mágica policromía
del cielo me pongo a buscar mi casa,
a preguntarme por ella,
a tratar de definirla
de aprehenderla...
de encontrala,
a tratar de apoyar mi cabeza
afuera de la hojarasca cotidiana.
Hemos sido romero por el mundo
y hemos dejado atrás la tribu
y el pájaro azul que un día tuvimos
en una jaula que nunca abrimos
y la casa se fue diluyendo
por los caminos...
y tuvimos que edificar
el Universo dónde todos vivimos:
esa casa de los sin-casa
que todos compartimos:
nacer y morir
como si nunca
hubiésemos nacido
(Junto al mar es fácil sentirlo)
Y entónces,
sin una teja sobre la cabeza
ni un ladrillo bajo los pies,
--como nos clava el jodido Zen--,
se nos cuela el ocaso
en nuestro ser
y dejamos que haga su casa,
la de todos,
la del presente
y la del ayer...
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era un señor muy inteligente
y lo quería todo, todo para él,
e iba directo al grano
sin importarle ni el cómo
ni el por qué
(Hoy le pasa lo mismo al poder,
salvo que hoy está establecido
el derecho de pernada,
de brazada,
y el de todas las extremidades
habidas y por haber)
Si.
Era muy inteligente.
porque no respetaba nada.
Hoy, el "Qítate que me pongo yo"
está más elaborado,
más estudiado,
más logrado,
y actúa con total impunidad.
Tal vez todos seamos descendientes
de los que el señor feudal de la Geltrú
sacaba de la cama
cuándo le daba la gana
para gozar del derecho de pernada.
Y nos hemos ido extendiendo
por el mundo
instalándonos cerca del mar
en otras Cubellas
hasta que el el señor feudal
se dió cuenta de que no iba quedando
nadie en su feudo para trabajar
y comenzó a pensar que qué
nos podría otorgar
para que pudiéramos regresar...
Entonces, el señor de la Geltrú,
que era muy inteligente,
se le ocurrió una brillante idea:
concedernos los derechos humanos
y él quedarse con el derecho de pernada
A fin de cuentas no lo notamos
porque mientras disfrutamos
de nuestros derechos humanos
él, tranquilamente,
nos sigue jodiendo
acostándose con nuestras amadas.
Y asi surgió la sociedad civil
que todos creemos
está tan bien regulada.
Si.
Era muy inteligente
porque no respetaba nada.
Asi que la história sigue igual,
pero con los derechos repartidos
de forma desigual:
para él el derecho de pernada
y para nosotros
los derechos humanos
que no sirven para nada.
El ancestral señor feudal de la Geltrú
era un señor muy inteligente.