A Erika,
sobre el viento
de los recuerdos
montados en la nostálgia.
('La nostálgia
es el pensamiento
del hombre',
Albert Camus)
Yo endulcé
la guerra de Vietnam
mandándo sacos
de azúcar a Saigón
Yo endulcé
la guerra de Vietnam
para que los yanquis
pudiéran matar mejor.
Era 1967, por Navidad.
Vivíamos en Berkeley, CA.,
no lejos del City Hall,
in Grove Street,
dónde las manifestaciones,
los conciertos de música
y las masivas concentraciones
invadían las retinas
de pájaros que volavan
muy alto imaginando
todo lo que podía ocurrir.
2206 Grove Street, Berkeley, CA. (Hoy es Martin Luther King Jr. Blvd.) Es una casa --según la Internet-- de 1908. Sus cuatro columnas en la puerta denotan aquel histórico escenario |
Compartíamos un estudio,
en la planta baja,
con un polaco
que casi nunca veíamos,
tan sólo en la cocina,
cuándo comíamos;
aires de separación
envolvía aquel cohabitáculo.
Berkeley era una madeja lúminica
que empezaba a parir
un mundo nuevo
que se experimentaba,
suelto, andante,
libres de mordazas,
dónde el río bajaba intenso
buscando nuevas atalayas...
excéntrico, rokambulesco,
dónde la juventud,
sin anclas que la sujetara,
desafiaba al status quo
que pronto la digeriría
absorviendo y desviando
sus esperanzas
hasta comprarlas y truncarlas.
Berkeley era también Vietnam,
conciencia de sus atroces
crimenes de lesa humanidad
en medio de un palingenésico despertar
que nutría nuevas corrientes
que contra los antiguos diques
levantaban grandes olas
que, al fin, el imperio,
consciente del peligro,
supo desviar hacia
"hacer el amor y no la guerra"
dónde los grandes gurus 'lisérgicos',
contratados por los amos,
trabajaron eficazmente
en hacer de la disidencia
un placebo fácil de controlar.
Tú trabajabas en un comercio
en la calle Telegraph.
Yo, en Crokett, junto al mar,
cargando en contenedores
sacos de azúcar
C and H,
'pure cane sugar',
rumbo a Vietnam.
Yo endulcé
la guerra de Vietnam
mandándo sacos
de azúcar a Saigón
mientras en las calles
otra 'pure cane sugar'
levantaba lo amargo
de toda una nación
Yo endulcé
la guerra de Vietnam
para que los yanquis
pudiéran matar mejor,
mientras en las calles
se producía otra 'pure cane'
que el machete imperial
cortaba sin compasión,
aúnque flores contra fusiles
siempre era una fútil opción
(Un servidor nunca portó una flor)
Después, el tiempo fue pasando,
y con el dulce
dinerillo ahorrado,
decidimos regresar
a España
caminando hacia el Oeste,
al ocaso,
para sentir la redondez
del mundo en toda su esplendor
Porque todo es esfera,
circunvalación,
vuelta al principio
de dónde salimos
Y un día de Febrero del 68
partimos de San Francisco
en el SS President Roosevelt
rumbo a Hong Kong
con parada en Hawaii
(Quíen me fue a decir
que 23 años después,
en 1991, ibamos a vivir
allí seís años.
Otras navidades:
'Mele Kalikimaka',
Merry Christmas.
El esóterico destino
del ser humano
es un ovillo que emana
de lo indescifrable)
Después, ¡ay, después...!
...¡qué viaje...!
Barcos de pesca,
autobuses,
avión,
tren,
coches,
camiones...
Lo único que faltaron
fueron trineos.
De Hong Kong
(en Barco de pesca)
a Singapur,
Malasia,
Tailandia.
(No pudimos cruzar Burma)
Bangkok-New Delhi,
en avión.
India,
Pakistan,
Afganistan
(una epidemia de cólera
nos retiene en la frontera
por tres semanas.
Barroca-escatológica experiencia
porque las pruebas del cólera
las hacía un cachondo
con un cutex que lo introducía
en la cavidad anal...),
Iran.
(Vemos el tesoro del Sha
en el sótano de un banco.
Con razón llegaron los Ayatolás)
Turquía.
(De Este al Oeste en tren.
Por fín empezamos a comer)
Estambul.
Dinero casi agotado
Qué hacer.
Esta vez no lo dijo Lenin.
Lo dijimos nosotros,
la madre Necesidad.
En el verano del 65 nos habíamos
conocido en Israel, en el Kibutz Dvir.
Allí había trabajo, casa y comida
con la que reponer.
Los últimos billetitos ya tenían
destino forzado: a Israel en avión
Estambul-Tel Aviv.
Otra vez en Dvir.
Que felicidad!
Después de las 'olimpiadas'
del viaje dejar de 'batir records'
y alcanzar el reino de la comodidad
El plato de comida en la mesa.
La cama dónde descansar
Al fin, después de meses,
la ataraxia y la rutina y la seguridad
Somos animales perezosos
que no queremos incertidumbres
ni fatigas en nuestro caminar.
Era sobre finales de Mayo.
Llegamos a la tierra de los "chosen people"
Nos arrodillamos y besamos la tierra
Ya Israel era distinto.
Habían dado el primer zarpazo
Era el 68
Después de la guerra expansionista del 67.
Israel era otro.
Aúnque en el Kibutz,
perteneciente al partido MAPAI,
de perturberancias 'socialistas',
aún no se intuía el criminal Estado
que se echaba encima.
Y otra vez...
El dinero ya totalmente agotado
Qué hacer.
Tampoco lo dijo Lenin.
Lo dijimos tambén nosotros
que teníamos a España que volver
El amigo Dino trabaja en Arad de albañil
También nos habíamos conocido
en el 65 en Dvir.
Nos vimos
Hablamos
Me dijo que cerca de Masada,
en un sondeo petrolífero,
hacían falta guardias.
Pero era difícil.
Yo no era judío.
Pero él tenía buenas conexiones.
Un brasileño se ocupaba de reclutar personal.
Habló con él.
Y me dijeron que si quería el trabajo.
Como rechazarlo
No teníamos dinero.
Y a España no podíamos
regresar andando.
Y lo acepté.
Como el que accede
a un múltiple choice
sabiéndo que sólo
hay una letra para escoger.
Muño, el brasileño, los perros y yo |
Es fácil, me dijeron,
por aquí no vienen
los 'andantes de Fataḥ'
Es un lugar muy retirado.
De días duerme y por la noche
das unas vueltas y vigilas
Nada más.6
La Uzi, en la mano,
un servidor no la sabía usar.
'No importa me dijeron,
nadie vendrá'.
Y me convencieron.
Sobre todo la necesidad
de pagar los billetes
de vuelta a España
...que era lo que mandaba más.
De todas formas,
el cretinismo humano
tambien pudo influenciar.
Uno era joven, ignorante,
cepillado de experiencias,
soldado de la ignorancia ancestral.
En ciertos niveles cronológicos
de nuestro desarrollo
es muy fácil embadurnarse
con ésta clase de convenientes pinturas
de que 'nadie vendrá'
Vivíamos junto al sondeo
en una tienda de campaña.
Me dieron una Uzi
El sondeo había que defenderlo,
"¿De quíenes?",
preguntamos.
"De posibles terroristas
y saboteadores del mal,
enemigos de Israel
y de todo lo que representamos
en defender la libertad occidental".
Nos contestaron.
Mas tarde,
cuándo nuestro cortex cerebral
comenzó a funcionar
separando la paja del trigo
que crece en los campos de la realidad
supimos qué representaban
aquellos bastardos y su cohorte imperial.
Hay que ver lo que es la ruleta del azar
en la existencia del 'sapiens'
Me pregunto como hubiése cambiado
mi vida si en algún momento
se hubiéra producido cualquier coyuntura
en la cúal la Uzi que llevaba en las manos
se hubiése tenido que convertir
en "herramienta de trabajo"
¿Qué hubiéra pasado?
¿La hubiése usado?
Creo que hubiéra echado a correr
hacia España:
asi bubiése llegado
sin pagar el viaje.
Hay que ver como las circunstancias
nos comandan desde todos los ángulos...
¿Las creamos realmente nosotros
o son ellas las que nos producen a nosotros
mediante una combinación de Azar y Necesidad
--Jacques Monod-- que hasta ahora
no se ha estudiado y calibrado?
Muchas veces me lo he preguntado.
¿Que hubiése hecho si una noche
nos hubiéran dado un "susto",
y, de pronto, me hubiéra visto impelido
o a defenderme o salir volando?
Muchas veces me lo he preguntado
y me he visto desbordado
por el profundo abismo
que por la existencia,
sabiéndolo o no,
siempre nos vamos cavando.
¿Estamos en éste 'presente'
de la misma manera
que hemos podido arribar
a otro distinto?
Trabajaba de Uzi-ero con Muño,
un argentino de suaves melodías recalentado
que tenía un perro Bulldozer de malas pulgas
que estaba especializado en atacar los testículos
y arrancarselos a cualquier "árabe malo"
que se decidiéra a rescatar
lo que le habían quitado.
El canino siempre me miró de lado
y yo siempre procuraba evitarlo.
De día, cuándo se levantaba el 'jaazim',
un insoportable aire cálido que elevaba
la temperatura a 50 grados,
había que permanecer en la tienda de campaña
con un trapo mojados en los ojos
porque se secaba la lubrificación ocular
produciéndo un terrible dolor en los ojos.
Esos días el perro de Muño me miraba
como suplicándome perdón
por la malévola misión
para la que lo habían entrenado.
Nunca confié en él.
Había mucho en juego
y teníamos que estar
siempre alerta por si acaso.
Ademas, yo era de Al-Andalus
y tal vez el can podría detectar
mi estirpe árabe
por la que mis antepasados
habían pasado.
Abajo, en la distancia,
se veían las ruinas de Masada.
aquello un paisaje marciano
dónde no se sabía si el peligro
era real o inventado.
Por suerte suertísima nunca pasó nada
y salimos ilesos de aquel desierto
que en las noches de guardia
tenía un sabor que penetraba los huesos.
Un día de 'jaazim',
tumbado en el camastro
con los ojos tapados,
recordé que yo endulcé
la guerra de Vietnam,
--en la Navidad del 67--
mandando sacos
de azúcar a Saigon
para que los yanquis
pudiéran matar mejor
y asi ahorrar dinero
para un viaje
alrededor del mundo
que me había llevado
a la misma "dulce situación"
en la cual ahora estaba embarcado
para poder terminar el viaje
que habíamos comenzado.
Aún no sabía pensar muy bien
por aquellas épocas.
Aún no habíamos vaciado
la taza que nos habian llenado.
Porque, primero se vive,
y después se siente,
se lee, se interpreta y reflexiona,
y asi los valores axiológicos
se establecen en el cortex de nuestra corona.
Primero se come,
y después se rumia,
y se sacan los nutrientes
con los que nuestra planta crece
y al mundo se asoma.
Y ésta es una profesión que nunca termina.
Aún tuvieron que pasar muchos años.
No es fácil seguir naciendo
a lo largo de la vida.
No es fácil impedir que el río
se haga lago antes de desembocar
y vaciar el caudal que lo guía.
Yo endulcé
la guerra de Vietnam
para que los yanquis
pudiéran matar mejor
en la Navidad del 67.
Yo endulcé la guerra de Israel
para que pudiéran llegar a entabicar
a millones de seres humanos
tras muros de muerte y dolor
en el Verano del 68.
Y desde entonces este GRAN CRIMEN
sigue funcionando.
Pero todo ello ha servido
para que ahora,
en la Navidad del 2018,
'Mele Kalikimaka',
hayamos podido llegar a decir:
EMPIEZAN EN BELEN
LOS PREPARATIVOS
PARA LA NAVIDAD
https://sisifocansado.blogspot.com/2018/12/empiezan-en-belen-los-preparativos-para_5.html
El camino y el aprendizaje
han sido largos, difíciles y tortuosos,
pero ha merecido la pena y la gloria.
Y todo debido
a los sacos de azúcar
que embarqué
y a las Uzi's
que usé.