Dicen los pedantes latinoides que "respondeo, ergo sum", respondo, luego existo, y hoy quiero existir --ayer no, ayer quería morir, que la muerte también tiene su lado hermoso de, al fín, regresar a casa, nuestra casa, máxime cuándo siempre hemos vivido de alquilados--, y a las bellas líneas que nos has mandado quiero responder haciéndo de ellas una página más de ésta ya larga y delirante 'bitácora de barco varado' que acarreo por años y que Google, en su generosidad, aún no nos ha cerrado --porque las redes 'sociales' tienen la excelsa privacidad de dueños y amos--.
A mi me suena como esas cosas que nos decimos
cuándo, después de ver como se nos hunde el barco, nos coge la entrada del Nuevo Año en un bote-salvavidas y nos tenemos que levantar unos a los otros el ánimo.
¿Así crees tú que los humanos tenemos que entrar
es el momento más Anti-Revolucionario,
más naufragante, de la historia
del ser humano,
cuándo dentro de unas decenas de años
habrá en el mar más plásticos que peces
y en tierra más peces gordos
que nos coman a todos
...que por ese entonces ya seremos
nada más que plásticos
porque nos habremos comido
a los últimos peces que nos acompañaban
en éste cuento de la rosquilla y la gallina
que va emergiéndo por todos lados?
¿Y tú me pides que, sobre éste panorama,
tenga alegría y risas flamboyantes de burbujas
y farolillos de feria en el alumbrado?
Y si ahora añadimos la otra premisa del titulo de éste página, que vivimos el momento histórico más Anti-Revolucionario, deduciremos de éste silogismo básico que estamos en la época dónde decir la verdad es lo mas penado porque desmorona los cuentos que nos contamos; es más, ya ello está instituído en el código penal, aúnque, claro está, bajo disfraces, máscaras y varapalos pintados con acuarelas de pintores lejanos y cercanos. Ya decía Quevedo que "dónde no hay justicia es peligroso llevar razón"
Pero, es curioso y paradójico, porque como la verdad es el ave raris y escasea, hoy hay más necesidad de ella que nunca...Ya verás, ya verás...prueba a decirla y los demás se reíran a carcajadas...pero éstas seran genuínas y sin burbujas. Pruébalo.
La metáfora perifrásica es ésta:
Siete mil millones de habitatores del planeta vamos por los mares de la existencia en un gran bote-salvavidas (dividido en 'clases', claro) después de que la Barbarie (A) nos hundió el Bote de la Razón, y ya sin países, sin nacionalidades, porque todos --los padecientes y pacientes-- formamos intereses comunes bajo una sola familia, bajo una sola tierra, bajo un sólo mar y un sólo cielo para todos, notamos que el gran bote-salvavidas hace agua y el nivel de esta comienza a subir, a subir, a subir...y aúnque cada cúal lleva a su lado su correspondiente lata para achicar agua, todos esperamos a que sea el otro el que lo haga, y éste, a su vez, espera a que sea aquel el que lo haga...Mientras tanto nos sube el agua. Y cuanto más sube más nos da por felicitarnos los unos a los otros. Es, por otro lado, muy divertido...sobre todo para los que somos nadadores de fondo.
Pues no se equivocacon.
La Barbarie ya está aqui.
En el siglo 21.
Lozana y fresca, altiva y contundente,
la vemos pasar a todas horas frente
a nuestros ojos con toda su brillante parafernalia.
Pero ésta barbarie, a diferencia de las anteriores, no tiene efectiva respuesta: nosotros somos nuestros propios polícias y soldados que la mantenemos bien engrasada: por primera vez en la historia los esclavos trabajan en equipo con sus amos para seguir manteniendo su propia servidumbre bien iluminada. Para eso, lo primero que hizo el régimen es montar el tenderete de un Panopticón Tecnológico de increíble y todapoderosa eficacia que succiona y compra cerebros y que a todos nos tienen empantallados en cuerpo y alma. Y cuándo más se nota son en las Saturnales que nos regalan cuándo unos a los otros nos felicitamos como si nada pasara. Y 'Carmina y Amen', como en la película de marras.
Una abra-çada
la botella de las risas burbujeantes
de éstas jornadas.