Para suavizar el Saqueo.
Intermezzo de Pietro Mascagni:
Intermezzo de Pietro Mascagni:
Estos dos barcos, uno cargado con el inmisericorde
saqueo que sufre Afica, y otro con la huída de sus habitantes
ante el criminal empobrecimiento que sufre la población,
estan en curso de colisión, es más, ya han colisionado
bajo "un cliché --como escribe Manlio Dinucci-- que invierte la realidad: el de los «países ricos» que sufren la creciente presión migratoria de los «países pobres»".
:::::::::::::::::::::::::
«El arte de la guerra»
Neocolonialismo
y «crisis de migrantes»
por Manlio Dinucci
La «crisis de los migrantes», que hoy parece menguar en Europa, está llamada a empeorar dramáticamente en los próximos años. Los enormes desplazamientos de poblaciones que hoy se fraguan son consecuencia de la económica actual del continente africano.
Desde Estados Unidos hasta Europa, la «crisis de los migrantes» suscita duras polémicas nacionales e internacionales sobre las políticas que habría que adoptar ante los flujos migratorios.
Pero esos flujos son representados en todas partes con un cliché que invierte la realidad: el de los «países ricos» que sufren la creciente presión migratoria de los «países pobres».
Ese cliché esconde la causa fundamental del problema: el sistema económico que permite que una pequeñísima minoría acapare la riqueza del mundo en detrimento de la mayoría, empobreciendo a esta última y provocando así la emigración.
El flujo migratorio de México hacia Estados Unidos es un caso emblemático.
La producción agrícola de México se derrumbó cuándo –gracias al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN)– Estados Unidos y Canadá inundaron el mercado mexicano con sus productos agrícolas subvencionados a bajo precio.
Millones de campesinos mexicanos se vieron sin trabajo y acabaron aumentando las filas de la fuerza de trabajo reclutada por las maquiladoras, término que designa los miles de establecimientos industriales creados en suelo mexicano a lo largo de la frontera estadounidense, en su mayoría propiedad de empresas estadounidenses –o bajo control de estas–, con salarios muy bajos y sin derechos sindicales.
En México, país donde cerca de la mitad de la población vive en la pobreza, aumentó así la masa de trabajadores que tratan de irse a Estados Unidos.
La respuesta fue la aparición del muro a lo largo de la frontera estadounidense con México, muro cuya construcción comenzó en 1994, bajo la administración del presidente demócrata Bill Clinton, cuando entró en vigor el TLCAN.
La construcción de ese muro prosiguió bajo la administración del republicano George W. Bush. El demócrata Obama lo reforzó y el republicano Trump quiere ahora extenderlo a la totalidad de los 3000 kilómetros de frontera.
En cuanto a los flujos migratorios hacia Europa, el caso emblemático es el de África.
Se trata de un continente riquísimo en materias primas: oro, plata, diamantes, uranio, coltán, cobre, petróleo, gas natural, maderas preciosas, cacao, café y muchas más.
Esos recursos, antes explotados por el viejo colonialismo europeo con métodos de tipo esclavista, son explotados actualmente por el neocolonialismo europeo con la complicidad de las élites africanas que ejercen el poder, explotando al mismo tiempo la fuerza de trabajo local a bajo costo y gracias un férreo control de los mercados nacionales e internacionales.
Más de 100 compañías cotizadas en la Bolsa de Londres, británicas y de otras nacionalidades, explotan en el África subsahariana recursos mineros por un valor de más de 1 000 millones de dólares.
Francia controla el sistema monetario de 14 ex colonias africanas a través del franco CFA (sigla que significaba «Colonias Francesas de África», antes de ser convertida en «Comunidad Financiera Africana».
Para mantener la convertibilidad del franco CFA en relación con el euro, esos 14 países africanos están obligados a depositar la mitad de sus reservas monetarias en el tesoro francés.
El Estado libio, que pretendió crear una moneda africana autónoma, fue destruido en 2011 a través de la guerra.
En Costa de Marfil (país de la órbita CFA y primer productor mundial de cacao), empresas francesas controlan la mayor parte de la comercialización de esa materia prima y los pequeños cultivadores perciben a penas un 5% del valor del producto final. Resultado: la mayor parte de esos cultivadores viven en la pobreza.
Presentada como un continente dependiente de la ayuda internacional, África paga anualmente al resto del mundo unos 58 000 millones de dólares.
Las consecuencias sociales son devastadoras.
En África subsahariana, con más de mil millones de habitantes –que son en un 60% personas de entre 0 y 24 años–, cerca de dos tercios de la población, vive en la pobreza y unos 400 millones de personas viven en condiciones de extrema pobreza.
La «crisis de los migrantes» es en realidad la crisis de un sistema económico y social insostenible
Traducido al español por la Red Voltaire a partir de la versión al francés de Marie-Ange Pa
::::::::::::::::::::::::::::::::
Evidencia apocadíptica de la sostenibilidad del sistema |
¿Es éste, como dice Dinucci, "un sistema económico y social insostenible" No: es totalmente sostenible, y la irrefutable prueba de ello es que hoy en día el saqueo que ese sistema lleva a cabo de Africa y de otros continentes es mayor, mas sólido y seguro que nunca.
Desde que emergió ese "sistema económico que permite que una pequeñísima minoría acapare la riqueza del mundo en detrimento de la mayoría", su clase social dominante nunca ha sido mas poderosa que en la actualidad:
¡dominan hasta el espacio exterior a la Tierra!
(Aclaremos que el sistema no permite lo que es:
es lo que permite)
Esos dos barcos en teledirigido curso de colisión
--que ya han colisionado en la realidad,
y de aqui la "crisis de migrantes"--
son claros símbolos de que los esclavizadores de Africa
del pasado --y de cualquier lugar y época--,
resolvieron el problema que tenían
con el sistema de la esclavitud clásica:
ahora, los esclavos del barco inferior
que han producido las riquezas del barco superior,
pueden ir a tratar de coger --si tienen suerte--
una infima parte de ellas
cuándo se descarguen en los puertos
hacia dónde también quieren ir
los 'tripulantes' del barco inferior,
y, de paso, le seguiran proporcionando
a sus esclavizadores una excelente
mano de obra barata, incluso más barata
que cuándo eran esclavizados en Africa.
La jugada es magistral.
Este es un sistema de saqueo y crimen
perfectamente sostenible.
Porque no es tan solo un impuesto "orden"
socio económico de producción, consumición,
explotación y saqueo,
es, además de ello, un virus que ha penetrado
nuestras mentes y espíritus,
nuestros comportamientos, deseos y sueños,
hasta alcanzar la magnitud del mismo mensaje-promesa
que nos dijo la mítica serpiente enrroscada
en el Arbol de la Ciencia del Bien y del Mal:
"Si coméis de éste fruto seréis como dioses"
Todos queremos ser ricos;
todos queremos ser como dioses.
Los ricos se han convertido en dioses.
La sostenibilidad del sistema
alcanzó su zenit:
se divinizó así mismo.
Esto, obviamente, no quiere decir
que los tripulantes del barco inferior
se dirijan a ser ricos,
porque lo que los impulsa, naturalmente,
son necesidades de sobrevivencia
--y otros cantos de sirenas
de los mismos que los jodieron
en su tierra natal--;
pero lo que también es cierto es que van
al epicentro de la enfermedad, al virus de marras,
que, pronto,en masa
--con las excepciones de costumbre--,
se los comerá y terminaran creyendo,
Ad Maiorem Dei Gloriam, AMDG,
en el mismo dios en el que todos creemos ya.
Se acabaron los asaltos a los "Palacios de Inviernos":
ahora todos queremos vivir dentro de ellos:
seamos honestos:
¿No es ésta la gran sostenibilidad del sistema?
..................
PD:
Habran quíenes se queden pensando en que la insostenibilidad del sistema esta basada en la galopante destrucción medio-ambiental que se está llevando a cabo. Podría ser.
Pero, según sabemos --y ya lo estan programando--, otros negocios saldran de ésta destrucción que ya se palpa por doquier. En "La Doctrina del Shock", la periodista canadiense Naomi Klein, nos demuestra que, por más monstruoso y delirante que parezca, el auge y el desarrollo del capitalismo está basado en el desastre, en la destrucción, en el SHOCK. A Klein --según los hechos-- no le falta razón.