Después de "la muerte de Dios" de Nietzsche: La enfermedad del hombre moderno en busca de su alma
La nietzscheniana "muerte de Dios" representó tan sólo la muerte de uno de los inventos más delirantes del ser humano (¿Se daría cuenta de ello el pensador alemán?). Pero con lo que nos enfrentamos en el Barco de los Locos de la patógena realidad actual es con la "muerte del Hombre". Primero, el inventor mata su invento al darse cuenta de que no le sirve para nada; después, al quedarse sin él, se mata asi mismo al notar que el "experimento" del 'homo sapiens' en éste planeta es un total fracaso destructivo. Los hechos hace tiempo que nos confirman éste axioma. Nietzsche, el sabio de la Razón que terminó de-mente, sólo pudo intuir la primera parte de éste escenario cuándo nos aseguró que "el hombre es una enfermedad sobre la piel de la Tierra"...Y la 'diagnosis' prosigue...
Fue cuándo la Academia de Dijon convoncó un consurso para responder a la pregunta de si el progreso de las ciencias y las letras --la cultura-- habían contribuido o no al mejoramiento del hombre: Rousseau se encargó de responder con un axiomático NO. Después, 'El Malestar de la Cultura' de Freud, remató la pieza. W. Reich, en el capitulo la 'Trampa' de su libro 'La Muerte de Cristo', se encargó de demostrarnos en la gigantesca Trampa a la que nos ha llevado el eufemismo del llamado "progreso". Marcuse, en 1932, lo vió claro: "LA SITUACION DEL CAPITALISMO HOY EN DIA NO ES SOLAMENTE UNA CUESTION DE CRISIS ECONOMICA Y POLITICA, SINO UNA CATASTROFE DE LA ESENCIA HUMANA QUE CONDENA CADA REFORMA ECONOMICA Y POLITICA A LA FUTILIDAD E INCONDICIONALMENTE DEMANDA UNA REVOLUCION TOTAL" Pero como esa revolución total, con los presupuestos militares del Pentágono, se ha hecho imposible, el corolario es diáfano. Theodore Kaczynski --con el cual he tenido cierta correspondencia-- nos terminó de configurar el escenario: la sociedad Industrial-Tecnologica carece de futuro porque se destruíra a si misma, como el irrefutable presente nos indica. Oscar Kiss Maerth, en su acojonante monografía, "El Principio era el Fin", iguala capitalismo = canibalismo: nos estamos comiendo al Planeta, a las fuentes que nos dan La Vida...
Pesimismo cultural? Eso esperamos. Pero el Ananké actual (como Freud llamó al Principio de Realidad) nos indica que la criatura humana esta metida hoy en dia en EL LIO MAS GRANDE DE TODA SU LARGA HISTORIA
Y de ahi el NO de Rousseau al concurso que convocó la Academia de Dijon. Y de ahi la muerte, no solamente la muerte de Dios, sino la muerte de su Propio Inventor.
Pesimismo cultural? Eso esperamos