1: 43 AM
Nos vamos a la cama con las cuatro preguntas
de don Immanuel Kant
Ningúna de ellas, hoy en día,
puede responder a las interrogantes
que se plateaba el pensador aleman.
Ni la Metafísica
Ni la Moral
Ni la Filosofia de la Religión
Ni la Antropología,
nos pueden contestar.
Si nos hubiéran podido responder
no estaríamos hoy en día
en el LIO que estamos metidos.
Porque las cuatro han sido hechas por el Hombre.
Y el mismo sujeto cognoscente no puede verse,
al mismo tiempo, en el objeto cognoscible de sí mismo.
Es imposible.
Sería lo mismo que verse en el espejo
sin estar frente a él.
La res cogitans --'sustancia mental' cognoscente--,
y la res extensa --'materia extensa' de afuera--
son incompatiblemente dilucidatorias.
Seguimos en la oscuridad
sobre nosotros mismos.
Y lo sabemos
Mejor que sea así...
asi nos podemos engañar
más fácilmente.
¿Qué somos en realidad?
Nada nos responde
El Universo es Silencio,
y nuestras preguntas nuestra angustia.
El Cosmos es totalmente ajeno a nosotros.
Somos una ANOMALIA del Cosmos (Erich Fromm)
Y lo sabemos
Y ésta es nuestra soledad.
("Las aves del cielo tienen sus nidos
y las alimañas sus guaridas,
pero el Hijo del hombre
no tiene dónde apoyar su cabeza"
Cristo se quedó corto.
Porque cuándo encontramos
dónde apoyar nuestra cabeza,
nos decimos: 'Y ahora, ¿qué?')
Si, venimos del polvo de las estrellas, si;
pero nuestra conciencia
sobre nosotros mismos es falsa,
es decir, no corresponde a la realidad
de lo que verdaderamente somos.
Nosce te Ipsum
Conócete a ti mismo
No podemos
El que ve a Dios se muere,
dicen los místicos.
Pero lo que quisieron decir fue:
Si nos viésemos a nosotros mismos, moriríamos,
porque estamos muy lejos
de ser lo que creemos ser.
Y de aprehendernos, el susto sería mortifero
Por eso tenemos que pasar todo el tiempo
maquillando, cosmetizando la Verdad
--sobre nosotros mismos--,
llevándola a la peluquería para arreglarla,
para hacerla aceptable y hermosa,
para poderla digerir y asimilar...
Seguimos en la oscuridad
sobre nosotros mismos.
Y lo sabemos
Por eso permanecemos sentados
en el umbral del templo de Delfos,
frente a su arcano oráculo,
preguntándonos, ahora,
a las 2:50 de la madrugada,
ya a punto de terminar e irnos a la cama:
¿Qué es la criatura humana?
¿Qué somos realmente?
PD:
El consuelo es conocer ésta verdad...
al despertar de los pozos oníricos
y entrar en éste viejo día
de meandros sísifos
dónde la Realidad ahora nos fuerza
a responder a otra clase
de 'cuatro preguntas'