Hoy no hay noticias.
Asi, como se lee.
Y por muy extraño que parezca,
todos los medios de información y desinformación
están cerrados.
No televisión.
No computadoras.
No Inter-net
No inter nos.
No móviles
No fijos
No periódicos...
Nada
Otra vez libres para regresar al modus ancestral.
Hoy no hay noticias.
Y, naturalmente, no es que en el mundo no esté pasando nada; obviamente, está ocurriendo lo mismo...pero sin noticias,
sin manipulaciones,
sin tergiversaciones,
sin embaucamientos,
sin engaños,
sin intereses creados e increados que defender,
sin mediadores que padecer,
sin nada que comprar o vender;
neutro paisaje dónde comienza a vivir
de nuevo la pura ontología del ser.
Regreso a la libertad
Un día, tan sólo un día sin noticias.
Es lo único que pedimos, Majestad.
¿Qué pasaría, María?
¿Qué nos ocurriría?
Muy fácil de averiguar:
Que nos veríamos forzados --acostumbrados por siempre a las noticias-- a fabricar nososotros mismos nuestra "noticias",
nuestro "sum ergo cogito" magistral,
ese que, con un machete en la mano,
se abre sitio en la maleza a salvar.
¿Y qué noticias nos fabricaríamos para no zozobrar en ausencia de las noticias de la voz de su amo que a todas horas nos llenan nuestras despensas y nuestras despachos diciéndonos qué es lo importante
y qué no debemos pensar,
qué debemos sentir y observar,
y qué se debe omitir
para quedar encuadrados
en lo que nos quieren hacer pasar?
Y en medio del apagón de éste inmisericorde bombardeo condicionante con el que nos empachan y nos aturden a todas horas...regresamos al templo interior, ese que un día perdimos cuando el Technological-System encontró su expresión para que una docena de humanos se adueñaran de lo que es de todos.
Un servidor, hoy, día sin noticias,
se ha fabricado las suyas para salir de este apagón.
Y es la siguente:
"Hay dos clases de verdades, la epistemológicamente correcta, la objetivamente acertada, y la verdad táctica, la del ser que lucha para tratar de nivelar este desequilibrado mundo al revés, ésta galopante debaclé
Esta última, la táctica, puede ser que no sea verdad, pero es válida e indispensable para establecer el reino de la verdad correcta.
Por ejemplo, puede ser que sea verdad el dicho de que "todos son iguales"; que "lleguen quienes lleguen al poder serán, en esencia, los mismos que fueron desalojados del poder"; y otra --corolario ineludible-- "no hay esperanzas"
Puede ser que ello sea verdad --epistemológica y objetiva, empírica y factual; (porque pudiera venir avalada por la historia del mono vestido sobre el Planeta, aúnque ello sea desmentido en "Ancient Society" por Lewis H. Morgan) Pero la verdad táctica lo desmiente
Porque los seguidores de la verdad táctica, la verdad en lucha, en fuego, se preguntan, como hace la polícia en la escena del crimen: ¿a quíenes podría beneficiar éste crimen? En nuestro caso: ¿a quienes podría beneficiar el decir y creer que "todos son iguales" y que "no hay esperanzas"?
Fácil es adivinarlo: a los que nos joden.
Porque es la mejor didáctica para anular la lucha.
Por eso no podemos repetir, y mucho menos creer, lo que nuestros jodedores sostienen.
Porque, pensemos: ¿existe otra mejor manera de neutralizarnos y erradicar la lucha que hacerles creer a las gentes --repitámoslo--, que todos son iguales y que no hay esperanzas?
No.
No existe mejor forma para reducirnos a la apatía y a la mortal indiferencia nihilista y burguesista.
En cuanto a la verdad objetivamente acertada y experimentada recurramos a las ciencias que están cuajadas de ellas; todas las demás conllevan su correspondiente carga ideológica y axiológica para seguir conservando y reproduciendo éste mundo destinado inexorablemente a ser cambiado.