"Desde primeras horas de la mañana del 14 de agosto la ciudad --Badajoz-- sufrió un durísimo ataque por parte de la Artillería de Alarcon de la Lastra, y muchos de los oficiales al mando de la defensa desertaron tras la huída de Puigdengolas. (a)
"Alrededor del mediodía, pese al valor con que los milicianos resistieron los bombardeos, las murallas de Badajoz sucumbieron a las feroces embestidas de las tropas de Castejón, ayudadas en el ataque por la pequeña Quinta Columna de oficiales formada entre los defensores de la ciudad, algunos de los cuales abandonaron sus posiciones y se concentraron en las inmediaciones de la prisión para sumarse a los reclusos de derechas que aguardaban a los «libertadores» para darles la bienvenida.
"(...) Legionarios y regulares ocuparon el centro de la ciudad, asesinando a todo el que encontraban en su camino, incluso a los que arrojaron las armas al suelo y alzaron los brazos en señal de rendición. Muchos milicianos se refugiaron en la catedral, dónde murieron a punta de bayoneta en las naves o en las escaleras del altar mayor.
"La fama de las tropas de Yagüe precedió a su llegada a Badajoz. Cuándo los rebeldes rodearon las murallas, la ciudad estaba inundada por los refugiados que huían de las columnas africanas, y los bombardeos diarios acrecentaban la sensacion de tragedia inminente.
"El 13 de agosto una escuadrilla de aviones sobrevó la ciudad para lanzar miles de octavillas que contenían una seria advertencia firmada por Franco y dirigida a 'los soldados y ciudadanos resistentes en Badajoz. Su texto completo decia lo siguiente:
'Vuestra resistencia sera estéril y el castigo que recibáis estará en proporcion de aquella. Si queréis evitar derramamientos inúitiles de sangre, apresad a los cabecillas y entregadlos a nuestras fuerzas. El movimiento salvador español es de paz, de fraternidad entre los españoles de orden, de grandeza de la Patria, y a favor de la clase obrera y media; nuestro triunfo está asegurado y por España y su salvación destruíremos cuántos obstáculos se nos opongan. Aún es tiempo de corregir vuestros errores; mañana será tarde. ¡Viva España y los españoles patriotas!'
No cabía duda de que se avecinaba la matanza"
('El Holocausto Español', Paul Preston. Pag. 429-430)
(Holocausto Español; Pag. 424)