La plutocracia se halla sometida a riesgos constantes que provienen tanto desde fuera como desde dentro del propio sistema plutocratico.
Estructuras y organizaciones económicas y tecnocráticas determinan políticas económicas de estados y gobiernos en contra de la opinión de pueblos que deberían ser tratados como soberanos; el demo., que es la base de la democracia, no cuenta en la dictadura de los grandes capitales.
Grandes corporaciones y organizaciones financieras están llevando a cabo una verdadera toma del poder, un control del mundo al margen de la política.
El capitalismo, antidemocratico par excellence, no puede funcionar de otra forma.
En este scenario, naturalmente, se fabrican poblaciones escépticas, descreídas, y con miedo, el factor decisivo.
Quiero recordar que seguimos hipostasiando, infantilmente, la pluto. por la demo., y mientras no corrigamos esta aberración semántica no iremos a ningún sitio.
La crisis, la estafa, de la política ha llegado a tal punto que mucha la gente que se pregunta de qué sirve votar si los que gobiernan de facto no son los partidos votados.
Viene a cuento esta reflexión para destacar que las reuniones secretas que hubo entre Ciudadanos y empresas del Ibex 35 no son un mero acto protocolario. Significaron el rumbo que despues tomó el barco.
¡Recientemente Albert Rivera ha sido invitado al mitin de los Bilderberg para premiarle su campaña en Venezuela!.
Su partido, Ciudad-anos, es el elegido por los ricos como relevo del Partido Popular en el caso de que este último prosiga su caída, que ya va en picado debido a la banda de gangsters que alberga.
También es verdad que habiendo llegado el grado de corrupción de la derecha en el poder a un punto que pone en peligro el suelo socio-politico del PP y la legitimidad del neoliberalismo, grandes corporaciones buscan un saneamiento necesario de ese poder con una nueva fuerza política que legitime políticas económicas que les sean favorables.
Lo viejo y lo nuevo unidos daría un resultado de lo viejo con dosis de regeneración, o sea más de lo mismo en las esferas de lo económico y de la desigualdad, pero con olor a lavanda.
Ciudad-anos es una gran estafa.
Una mentira.
Sin mentiras no hay negocios.
Sin negocios no hay plusvalias.
La promesa de Ciudad-anos de cambios democráticos está diseñada para ser el salvavidas de la derecha que naufraga, ofreciéndose como política nueva cuando en realidad solo es una versión aseada del Partido Popular.
Ciudad-anos se presenta con una estética de joven política que no es tal, sino que reproduce la vieja política neofascista que nunca ha desaparecido del reino bobónico
La Troika ha elegido bien a su personaje.
Albert Rivera es un neurotico-compulsivo crecido infantilmente en el rango generacional del neo-fascismo español post-franquista. Como icono transferencial del campo mórfico del templete que dejo atado y bien atado el que yace en el Valle de los Caidos, Rivera es, hoy en día, uno de los peligros mejor montados por la oligarquia internacional con el que se enfrentan los genuinos intereses del pueblo español, y un ígneo símbolo de la extrema derecha camuflada bajo un discurso huero y trillado donde se vuelven a repetir los mismos estereotipos vacios que cualquiera con dos dedos de frente puede detectar al momento. Su viaje a Venezuela dejó my clara su posición fascistoide, rastrera y lacayuna. La Troika elije muy bien a sus personajes, y Ciudad-anos, entre las manos de don Albert, ya esta convertido en rectos --sin Ciudad--que van derechos al grano de un granero cada vez mas controlado por los que nos hacen padecer éste mundo al revés dónde vivimos.