El secreto es éste:
Hay que mentirnos muchas veces con la verdad contandonos nuestros propios cuentos para poder dormir en paz.
Y he visto:
Que la cuna del hombre la mecen con cuentos,
que los gritos de angustia del hombre
que el llanto del hombre
que los huesos del hombre
y que el miedo del hombre...
ha inventado todos los cuentos.
León Felipe (*)
Todos son cuentos.
Tienen que ser elementales
y con finales tiernos,
para no perturbar nuestros sueños.
al no poder dormirnos ya
con los cuentos maternos,
empezamos a exigir
más profundidad en ellos.
(Aúnque muchos
no exigen nada
y se quedan dónde estaban:
en la seguridad familiar,
cantando con el coro
la misma sonata,
esa dónde los cuentos
en reyes y princesas acaban)
que la carga que arrastramos cuesta llevar,
sisifos-cansados
en ascension y bajada finisecular
que, con el paso del tiempo
--que el tiempo ordena las cosas en su lugar--,
de los cuentos de los demás
porque comenzamos a encontrarles,
grietas, agujeros que tapar,
los que nos convienen más.
(Y en éstos tiempos
podemos disponer de un gran arsenal:
todo está lleno de cuentos
para elegir, para seleccionar.
Los hay de todo tipo,
para todos los clientes
que los quieran adoptar,
mercancías hechas cuentos,
a vender o a comprar)
Y llegamos a la etapa de la madurez,
cuándo nos damos cuenta
que no podemos escaparnos
del cuento que nos contamos
sin contarnos otro cuento
para salir de él,
tornillo sin fín del vivir, del Ser...
Y ésta es la meta:
el mentirnos muchas veces
con la verdad contandonos
nuestros propios cuentos
para poder dormir en paz.
Pero hasta llegar aquí
tenemos que pasar por muchos cuentos
("Digo tan sólo lo que he visto"):
el maternal,
el de la otra vida
y el de la fé;
el del castigo,
el del premio,
el del mandar,
y el de obedecer;
y el de volver a renacer;
el del futúro,
el del "Homo sapiens"
y el del amanecer...
los Dieciocho Vacíos del Zen.
Aqui, en ésta bitácora de barco varado,
llevo escritos...a ver...2.330 cuentos
Que barbaridad...!
Cuántos cuentos me he contado
y he hecho ver...!
Tengo que hacer una confesión:
y es que ya no puedo irme a la cama
sin contarme un cuento más,
y cuánto mejor me parece
que me lo cuento...
mejor duermo en la bolsa marsupial.
Con éste que me acabo de contar
voy a dormir como un angelito
en un tranquilo y sereno mar...
Buenas noches.
(*)
Ayer, 11 de Abril, se cumplieron 131 años
del nacimiento de León Felipe.
Y éste es nuestro homenaje
al gran maestro muerto en México, en el exilio,
como todos los "contadores de anticuentos" de la patria.