Atrás.
Dejar que todo
quede atrás...
Allí, a lo lejos,
en el horizonte,
dónde se unen
el cielo y el mar,
infinito ya único y nítido
en su propia soledad...
Y dejar de navegar,
siluetas y conatos
que se funden
sin concretidad...
Y llegar a puerto,
sin lastres,
sin rumbos ya,
y anclar,
y mirar a ésta tierra desierta
dónde el hombre
nace y muere
sin dejar de deambular...
Y a ésta hora del ocaso,
cuándo los pájaros
que vuelan hacia el Oeste
no sabemos adónde van,
irnos con ellos,
ingrávidos,
lejos...
y perdernos en el horizonte,
dónde se unen
el cielo y el mar,
infinito ya único y nítido
en su propia soledad,
libre de cargas,
sólo con alas
para volar
y dejar que todo
quede atrás...