Ayer fue un día muy importante:
se celebro el Día del Retrete.
Grupos de manifestante de muchas ciudades,
en protesta, se fueron a cagar al campo
para enseñar que cagar sentado es dañino
para la salud; ningún antropoide,
con dos dedos de frente, haría tal tontería,
sólo impuesta por el poderoso lobby
de fabricantes de retretes.
Una amplia gama de problemas de salud
como el estreñimiento, las hemorroides,
la colitis, la enfermedad de Crohn,
la diverticulitis, los trastornos ginecológicos,
el cáncer de colon, la hernia hiatal
y el reflujo gastro esofágico,
los trastornos de la próstata
y las disfunciones sexuales potencialmente,
se derivan de defecar en el retrete.
Pero parece ser que nuestra paranoya humana
--estimulada por el lobby de marras-- de tratar siempre de no parecer lo que somos, animales,
nos ha impuesto estas malsanas costumbres.
Hasta tal punto nos avergonzamos de ser lo que somos, que al cuartito dónde está el retrete, dónde excrementamos y orinamos,
lo llamamos Cuarto de Baño
Puestos en comunicación telepática con otros seres del Universo, se han reído de nosotros cuándo le dijimos como hacemos nuestras necesidades aqui en La Tierra. Primeramente, no han entendido lo que hemos querido decir con necesidades, y nos han dicho:
"Querrás decir, defecar, ¿no?"
"Si, eso",
respondí azorado por el eufemismo
"Sois los únicos animales del Universo
que cagais sentados",
y se echaron a reír de una manera
que me sentí humillado.
"...Verás...no queremos ofenderos,
pero, como comprenderás,
no es la natural postura anatomica
para llevar a cabo tal 'necesidad',
como tú la llamas"
Pero el colmo llegó cuando ayer
les dije que era el Día del Retrete
¡...No lo podían creer...!
En la cósmica a carcajada que soltaron
pude ver la causa por la que,
cuándo llegan a visitarnos,
nos observan desde lejos
y no se atreven a entrar
en contacto con nosotros.
Y ahora pienso sino será por el maldito Retrete.