¿Estan "marcados" los dados
que menciona Stephen Hawking
cuándo dice que "Dios jueda a los dados"?
¿Juega Dios con dados "marcados"?
Nuevo día
Viejo día.
Un bucle sísifico de rutinas
hila telas y vestidos
con los que nos tenemos que cubrir.
La blanca explosión nuclear del Sol,
como todo Dios,
ilumina la vida y la muerte,
que son los divinos extremos
de la misma línea.
Hoy he aparecido al nuevo y viejo día
pensando que todo está escrito,
que el que 'si hubiera podido pasar de otra manera'
--que tiene una gran legitimidad reflexiva--
no es nada más que la ilusión de una
libertad que no tenemos,
y que los consabidos cambios
no son más que otra arcana ley
escrita dentro de ésta cornisa.
Pero pongamos dos casos que, aparentemente,
reflejan todo lo contario:
¿Estaba escrito cuando Theia chocó con laTierra
y se creó la Luna, sin la cual no se hubieran dado
las condiciones para la vida en nuestro planeta,
y sin lo cual ningúno de nosotros
estaríamos ahora aqui?
que aniquiló a los dinosaurios abriéndole paso
al desarrollo de los mamiferos
sin lo cual ningúno de nosotros
estaríamos ahora aqui?
Asi surge un problema epistemológico de envergadura:
¿qué se entiende por estar escrito?
Para ello nos tenemos que ir al libro de Martin Rees,
"Just Six Numbers"
Estos Seis Múmeros estaban implicitos,
"escritos", en el Big-Bang, en el Alfa,
el embrión de donde surgiría el Cosmos,
el Universo, nuestro mundo,
el que nos hizo a nosotros.
1.- N; mide y controla las fuerzas eléctricas
que mantienen la cohesión del atomo
2.- ξ; define la firmeza del núcleo del átomo
y 'decide' como se han hecho
todos los atómos aqui en laTierra.
3.- Ω; mide y controla la cantidad
de material en el Universo,
galaxias, gas difuso y 'materia negra'
4.- λ; fuerza 'antigravedad', controla
la expansión del Universo
5.- Q; la semilla de todas las estructuras cósmicas,
inherente en el Big-Bang, toda la fabrica del Universo
depende de éste número
6.- D; el número que fija en nuestro mundo
las dimensiones espaciales.
Y el corolario de ello hace saltar la pregunta:
¿Estan los cambios de la evolución
inscrito también en esos seis números?
Porque lo que sabemos con certeza
es que esos Seis Números no cambian,
estan escritos en la fábrica del Universo,
es decir: estan escritos y formulados en nosotros.
De ésta manera vamos a tratar de responder
al problema epistemológico de marras
Y una vez establecida ésta base
ya nos podemos atrever a decir,
o, mejor dicho, a preguntar,
para no parecer dogmáticos:
¿Estaba escrito el choque de Theia con la Tierra
y la caída del meteorito de marras
en esos Seis Números, o, mejor dicho,
en la posible desviacion stándar (a) de ellos?
Pasemos ahora a otro diferente Big-Bang,
el nuestro, el filogenético de nuestra especie,
el Alfa del homo sapiens:
"En cierto momento de la evolución animal ocurrió un acontecimiento singular, comparable a la primera aparición de la materia, a la primera aparición de la vida y a la primera aparición de la existencia animal: el nacimiento del hombre...La autoconciencia, la razón y la imaginación rompieron la 'armonía' que caracteriza a la existencia animal. Su aparición convirtió al hombre en una anomalía, en un capricho del Universo"
Erich Fromm en "Psicoanalisis de la Sociedad Contemporanea"
¿Estaban en esa "anomalia", en ese "capricho",
escritos esos Seís Números?
¿Ocurrirá lo mismo en el plano ontogenético,
en lo individual, cuándo al mirarnos e interpretarnos
deducimos que somos lo que hemos hecho
--y lo que nos han impedido hacer--
por la libre voluntad de nuestro ser
sin contar con que los Seis Números de marras
--y los tres mil más que deben
de estar escondidos en algún lugar--
estan siempre detrás y delante
de nuestro eterno quehacer y deshacer?
¿Estaba escrito ya en esos Seís Números,
y los tres mil más que deben
de estar escondidos en algún lugar,
que pasaramos del hacha de piedra
al misil intercontinental?
¿O fue coincidendencia, casualidad,
y no causalidad de un mysterium tremendum
dónde todo, en cualquier Universo,
desde la materia a la vida y a la muerte,
está inscrito y grabado,
con sus correspondientes metamorfosis evolutivas,
en los 'Numeros' de un mysterium tremendum,
no podemos ir a decirles a los palestinos
que el bombardeo de Gaza ya estaba escrito,
al menos que queramos que, justamente,
nos maten a pedradas.
2.-
Segunda aclaracion.
"Le hasard et la nécessité",
de Jacques Monod,
"El azar y la necesidad".
Al desmadejar el dificil ovillo de lo que es 'azar' --contingente, casual, que no esta escrito-- y 'necesidad' --causal, tendencia, intencion--, Monod examina las diferencias existentes entre los seres artificiales y los naturales. Llega a la conclusión de que los dos están adaptados a un proyecto, especialmente cuando los seres naturales de que se trata son seres vivos, pues éstos tienen como propiedad inseparable la que Monod llama teleonomia (Teleonomia para Monod es la calidad de aparente propósito y de orientación a objetivos de las estructuras y funciones de los organismos vivos, la cual deriva de su historia y de su adaptación evolutiva para el éxito reproductivo). De todos modos se puede establecer la diferencia entre lo natural y lo artificial, pues la finalidad de lo artificial le viene impuesta desde fuera y no viene reflejada en su estructura íntima o microscópica, mientras que la finalidad de los seres vivos les viene desde dentro y afecta a su constitución microscópica. Además, los seres vivos (a diferencia de los artefactos o máquinas) se construyen a sí mismos y se reproducen de manera invariante. De esta suerte, según Monod, lo que caracteriza a los seres vivos son estas tres notas: la teleonomía, la morfogénesis autónoma y la invariancia reproductiva. Además “es absolutamente verdadero que estas tres propiedades están estrechamente asociadas en todos los seres vivientes. La invariancia genética no se expresa y no se revela más que a través y gracias a la morfogénesis autónoma de la estructura que constituye el aparato teleonómico”.
Si, hay aparente propósito y de orientación, pero a partir de lo 'poseido', o, lo que es lo mismo: a partir de que esa "teleonomia" es lo escrito que nos escribe.
(a)
La desviación estándar (DS/DE), también llamada desviación típica, es una medida de dispersión usada en estadística que nos dice cuánto tienden a alejarse los valores concretos del promedio en una distribución. De hecho, específicamente, el cuadrado de la desviación estándar es "el promedio del cuadrado de la distancia de cada punto respecto del promedio". Se suele representar por una S o con la letra sigma,
.
