"A mis soledades voy,
de mis soledades vengo
...porque para andar conmigo
me bastan mis pensamientos"
Lope de Vega
No, no es verdad, Don Lope.
Para andar con nosotros mismos
no nos bastan nuestros pensamientos
ni nuestros 'internos ejercicios'.
Si fuese cierto,
a éstas alturas del viaje marino
andaríamos muy bien con nosotros mismos
y no dándo éstos trompicones,
batacazos y barquinazos
que vemos por todos sitios.
Es mas, para andar bien con nosotros mismos
lo que precisamente nos molestan
son nuestros pensamientos
--nuestra cabeza--,
las monomanias y biopatías
del canibalismo endógeno
de nuestro "cogitare"
que no cesa de producirnos
fastidious y calamidades.
Desaflojando la tuerca,
Don Lopez,
tal vez nos basten cuando estemos parados,
quietos, varados, en los bajíos
de los invisibles fondos marinos,
o anclados en puertos
para desalojar la carga
de nuestros implacables Destinos,
pero en absoluto no son suficientes
cuando navegamos,
cuando andamos y sentimos
los pulsos y látidos del Cósmos
que nos rodea y nos llama
a que salgamos afuera
de nuestras reflexiones,
de nuestros incendios,
de nuestros vacíos...
Llevo, con ésta, 1404 entradas en mi 'bitácora'
de pensamientos y nunca me han bastado
para andar conmigo mismo,
y por eso siempre intento,
uno nuevo,
un nuevo orificio,
otro postigo
para ver si por él llego
al fin de éste Viaje Colombino
en el cual sin descubrir nada sigo.
Y la tripulación que llevo conmigo
ya está a punto de amotinarse
contra tantos pensamientos
y escritos en la 'bitácora'
que de nada han servido.
Y para decirle más:
ya se han amotinado
y me han dicho
que si en poco tiempo no encontramos tierra
me ahorcaran en el palo mayor
y se apoderaran del Barco
para volver atrás
al Puerto de Palos de Huelva
de dónde hemos salido...
Para ésto me han servido mis pensamientos,
Don Lopez,
para andar cada vez peor conmigo mismo.
Mire, por ejemplo, hoy hetenido éste pensamiento
para tratar de andar --bien-- conmigo mismo:
dígame,
honestamente,
me serviran para andar conmigo mismo
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Don Lope,
aquel plebeyo que se hizo noble escribiendo
con su pluma de gallina, al fín,
con mirada del siglo XVI
--que carece de la ansiedad de la del sigloXXI--,
me dijo, suavemente, con voz descolorida:
"Hijo; si; esos pensamientos te serviran
muy bien para andar y estar parado contigo mismo.
Piensa que Cogitationis poena nemo patitu,
que "con con el pensamiento no se delinque".
Y yo me quede pensando:
¿Será verdad?
Porque si es verdad a mi me vendría muy bien
el saber que no soy un delincuente.
¿Pero a quíen le beficiaría eso?