"...vamos a hablar con nuestros amigos." |
con el Valle de los Caídos,
el Sucesor de los Caídos,
la tumba del Caído Queipo de Llano
junto a la Virgen de la Macarena,
los 110.000 Caídos en fosas comunes,
el Caído Partido Popular fascista,
los ingentes Caídos estafadores
que le roban a las gentes...
que ahora, para colmo colmero,
nos sale otro Caído:
un Carnero con su cornamenta bien puesta
de "correveidile" del imperialismo yanqui,
uno de estratos más bajos del ser humano.
¡Que vergüenza!
Y el pueblo español, claro, robado y estafado, impotente, ¿cómo se va a preocupar
de "homines dignitatum"
cuándo sólo tiene desempleo y desahucios,
y lo único que puede hacer es abuchear
al Sucesor de los Caídos
en sus salidas de palacio?
Ha salido en la prensa el papel que jugó el lacayo y rastrero embajador de España en Austria, Alberto Carnero Fernandez, en relación al indignante acto de piratería internacional --al servicio del imperialismo yanqui, claro-- que cometió contra el presidente de Bolivia Evo Morales.
Acotamos de las Noticias (habla Evo Morales):
Entonces llegó el embajador español en Austria. Podía salir a España pero primero tenía que revisar el avión de la Presidencia. Dice que si queremos aterrizar en Las Palmas tiene que revisar el avión.
Por qué tienen que revisar, le pregunté. Me habló de Snowden. Yo le dije que sabía de este señor porque escuché informaciones periodísticas de este agente americano, pero no lo conozco.
Somos respetuosos de los convenios internacionales y, por lo tanto, no tengo por que llevar a nadie a Bolivia.
El embajador estaba en contacto permanente con el vicecanciller de España. Entonces, cuando le dije eso, se levanta y se va. Al salir dice que va a preguntar a su vicecanciller [en España, secretario de Estado]. Vuelve a la pequeña oficina, donde estuvimos en el aeropuerto de Viena, y me dice que era un acuerdo de los cancilleres revisar el avión. Nuestro canciller no me informó nada de eso.
El embajador estaba acompañado de dos de sus funcionarios. 'Usted no puede revisar el avión. Si no cree lo que le he dicho, que no llevo a nadie, me está tratando de mentiroso, está pensando que el presidente Evo es mentiroso. Y el presidente no miente'.
No sabe él que no mentimos, que es una ley cósmica, de la cosmovisión andina, de nuestros antepasados que está ahora en la Constitución: "ama sua, ama kella, ama llulla" (no seas ladron, no seas mentiroso, no seas flojo). No vamos a mentir a nadie.
Otra vez sale para preguntar a su vicecanciller. Vuelve. Y me pide que le invite a tomar un cafecito al avión. (¡¡¡¡). Claro, así cree que va a aprovechar y verificar dentro del avión.
'¿Me está usted tratando de delincuente? Sólo a los delincuentes pueden revisar. Yo no soy ningún delincuente y usted no va a revisar el avión de la Presidencia de Bolivia'. Le dije al embajador español que si, finalmente, quería revisar el avión a la fuerza yo no iba a poder resistir una operación militar o de la Policía. No tenía con que resistir. Entonces el embajador se asustó y no se atrevió a forzar una revisión.
Sale otra vez para llamar a su vicecanciller. Vuelve y me pide que hable con su vicecanciller. Puede hablar con él, me dice.
Yo no tengo nada que hablar con su vicecanciller. Si me quieren hablar, que me llame su Presidente, pero no su vicecanciller.
No podemos autorizar su vuelo, me contesta. A las nueve de la mañana le vamos a informar si se va o no se va, porque vamos a hablar con nuestros amigos.
Amigos, quienes serán esos amigos de España. Tal vez Francia, Italia. Le pregunté al embajador que quienes eran esos amigos, pero no me dijo nada. Y se retiró".
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Qué posición más abyecta la de España.
La de servír tan lacayunamente,
tan crasa y flagrantemente,
de correveidile de los gangsters
que nos ocupan militarmente
con sus bases y su ensangrentado dinero.
"Ama sua, ama kella, ama llulla"
Al revés está la patria:
Llena de ladrones, mentirosos y flojos.
Flojos pelotilleros y tiralevitas
desde que Franco se abrazó con Eisenhower
para venderle España a los mismos
que montaron en Langley la "trancisión"
del $átrapa al Borbón,
y que hoy nos tienen
en su Ministerio de Colonias
con los más altos honores de un rebaño
de Carneros fieles,
bovinos que balan y berrean
según les ordenan sus "amigos"
con sus altavoces e imperiales trompetas.
Vergüenza.