A mi siempre me sorprenden los nuevos días,
los considero un milagro total.
Que un lugar oscuro
se convierta en luminosidad.
Me fui a la cama en sombras,
¿cómo es que me despierto
bajo ésta explosión nuclear solar?
(Sorprenderse por lo normal
es el camino que abre la curiosidad
para explorar y tratar de llegar)
Es ésta fantástica división de la Tierra
en noche y día --a la que ya estamos habituados--
dónde la luz del alba vuelven siempre a romper,
con puntualidad perínclita,
la negrura nocturna,
lo que le proporciona
al va-y-ven de la vida
una perpetuo ciclo demiúrgico
que nos hace lo que somos
sin conciencia de ello:
un total milagro
que el hábito de la acostumbre
le hace perde su mágica sinfonia.
Irse a la cama en la oscuridad
y levantarse con la brillantez solar.
Esto, de 'per se', tiene que condicionar,
sin darnos cuenta,
nuestra mente,
nuestro espíritu,
nuestro cuerpo,
nuestros metabolicos ciclos,
nuestro ser,
en una cadena rítmica
que escapa a la cons-ciencia
por la interminable repitición
del amanecer y anochecer.
Los dos vectores de nuestras existencias,
siempre sin memoria de ellos,
porque forman parte de cerca
de los cinco mil millones de años de la Tierra:
ya "alquilamos ésta casa"
con éstas condiciones:
estaba ya en el contrato que firmamos
cuándo el amo de ella nos dejó entrar.
Por eso pienso en otras partes del Universo
donde éste ciclo de luz y sombras
es diferente al de nosotros.
Porque en todas las galaxias
debe de haber de todo:
planetas de días largos como años,
años largos como noches,
dias de siglos,
segundos eternos,
finitos de infinitos,
noches semieternas,
rios y mares siempre dándo
esotéricas vueltas y revueltas,
y ésto sólo, 'de perse',
tiene que afectar y modelar
la forma de ver, sentir y pensar.
Es la alternación de dos polos,
del dormir y el vivir
--porque la vida cansa, a lo inorgánico
le cuesta ser orgánico--,
dónde el Mysterium Tremendum de la vida
ancla sus impenetrables tentáculos
para desarrollarse y vibrar,
dónde la sistole y diástole
del resplandor y las tinieblas
se combinan formando
la especial ecuación
de la vida y la muerte.
Pienso que en cada planeta del Universo
ésta combinación de luminiscencia y opacidad
tiene que dirigir la relación
vida-muerte de cada lugar lugar.
¿Pudiera ser que el binomio vida-muerte
de cada ser en el Cosmos
fuese el espejo biológico
del ritmo alternativo del día y la noche
de cada lugar...de éste total milagro
que experimentamos al despertar,
de cómo es posible que me fui en sombras
a la cama y me despierto con la iluminación solar?
Eclipse y claridad,
faro y oscuridad,
vida y muerte,
principio y final,
en cada rincón del Universo,
en cada Planeta,
diferente, desigual,
Estados de Animos
amarrados al pendulum
de la luz y sombras
de cada lugar.
