¡ Aplaudir que uno más uno son dos
demuestra que estamos en un momento muy especial !
Vivie la Humanidad un momento muy especial.
Peligrosamente especial.
Las palabras de Chávez en Copenhagen
nos lo hicieron y nos lo hacen recordadar.
Y, desde luego, ya no se trata de "política",
de "derecha", de "izquierda",
"al frente" o "un paso atrás".
Ya no se trata de estar o no estar de acuerdo
con los términos "capitalismo",
"imperialismo", "socialismo" o demás.
El asunto es muchísimo mas grave
que lo que todas éstas etiquetas
puedan involucrar.
Aúnque, obviamente, se trata de intereses,
de intereses económicos,
de beneficios y plusvalías,
y, por supuesto, de hegemonías,
de la explotación del hombre y de la Naturaleza
que es todo lo que alimenta ésta Caldera Dictatorial.
Lo sabemos todos.
Pero a éstas demenciales Alturas se trata más que nada de un suicida "modus operandi" cuyo efecto autocanibalista se revuelve contra el propio canibal en la típica imagen
de la serpiente que se muerde su propia cola. Y ésto es ya "harina de otro costal".
Y es en éste cuadrante dónde estamos en éste momento muy especial. Y es en éste cuadrante dónde comienza el Logos Humano a Dejar de Funcionar
Por eso el asunto es,
y de eso se trata éste momento muy especial,
de la Destruccion de la Razón,
o, mejor dicho,
de tal "intimidación de la razón"
que, por su no-uso,
la estamos poniendo en peligro de desaparición.
Porque para decir lo que dijo el Presidente Chavez,
que en paz inmortal descanse,
no hay que ser un Einstein de las ciencias políticas,
ni un experto en el clima,
ni un "abogado de los pobres":
para decir lo que dijo Chávez solo hay que hacer
Uso de la Razón.
Porque , simplemente,
lo que hizo fue decir que 1 + 1 es 2.
Y con ésta suma,
todos los que tenemos "cuatro dedos de frente"
tenemos que estar de acuerdo.
El asunto es tautalógico.
Y por eso, en el salon donde habló
se llevó grandes aplausos, claro.
¡ Aplaudir que uno más uno son dos
demuestra que estamos en un momento muy especial !
Pero ahora viene el corolario y meollo de la cuestion:
¿Entónces?
¿Qué pasa?
O, mejor dicho,
¿qué nos pasa?
Una pregunta que generaría libros y debates por siglos.
Depende de quien reflexionara,
el sociologo,
al antropologo,
el escéptico,
el optimista,
el cura,
el ecléctico,
el indiferente,
el rico,
el pobre,
el medieval,
la ama de casa,
el vividor,
el filósofo
o el sátrapa.
(Nos hemos alargado en la lista
porque tratamos --la imposibilidad- de incluir
a la mayoría de los pasajeros de las distintas clases
de éste barco dónde navegamos todos)
Porque cuándo Chávez expuso,
analizó, denunció y definió la situación
de este momento muy especial,
no lo hizo bajo ningúna de las manoseadas etiquetas
con las que nos quieren reprimir la libre reflexión,
sino que lo hizo bajo el obvio
"principium rationis sifficientis"
que salió y flotó de sus palabras.
Y todos,
los que tenemos un normal 'cortex cerebral'
y pertenecemos genuínamente a la especie del "sapiens",
lo sabemos perfectamente.
¿Entónces?
Volvamos a la pregunta:
¿Qué pasa?
O, mejor dicho,
¿qué nos pasa?
Un aire denso nos cubre la sala
y nos ponemos en la posición del pensador de Rodin
para tartar de averiguar ¿qué nos pasa?,
para tratar de hallarle las piezas necesarias
a éste rompecabezas en el que,
a pesar de saber lo que hacemos,
de saber perfectamente sus nefastas consecuencias, continuamos enfilando el barco hacia el 'iceberg'
que tan palpablemente denunció Chavez,
o que, cualquier otro, pudo denunciar
...aúnque a nivel de "jefes de estado"
es imposible a otro jefe de estado encontrar.
...¿Entónces?
¿Qué impide, en este momento muy especial,
el cambio de rumbo de éste 'Titanic'
que, a toda máquina, se dirige al glaciar
que todos vemos en lontananza?
Este es el interrogante de nuestra página histórica
que tenemos que contestar, el que forma y conforma
éste momento muy especial
por el que atraviesa la especie humana
después de que nuestro ancestral
Australopithecus Afarensis salió de Africa
llevando consigo sueños y ansias de esperanzas
de extender por la Tierra
a una especie que su nacimiento empezaba.
Desde el Aferensis al trabajo de Max Horkheimer,
"El Eclipse de la Razón",
han pasado dos millones de años
en los que pasamos de 600 centímetros cúbicos
de capacidad craneal a 1500...
con éste pensamiento que él nos dejó:
"Its aim --el del 'Eclipse of Reason'-- is to inquire into the concept of rationality that underlines our contemporary industrial culture, in order to discover whether this concept does not contain defects that vitiate its essentially"
(El proposito de este estudio --'El Eclipse de la Razón'-- es el de investigar el concepto de racionalidad, que subraya nuestra contemporanea cultura industrial, para poder descubrir
si éste concepto no contiene defectos que vicien su esencialidad")
De lo que no tenemos ningúna clase de dudas
--y aqui esta la Esperanza--
es que después de oir a Hugo Chavez,
a su concepto de racionalidad,
al igual que el de los muchísimos seres humanos
que representa, nos damos cuenta
de que no contiene defectos que vicien su genuína esencialidad.
Y ésto hace que éste momento muy especial,
peligrosamente especial,
también conlleve una luz al final de éste túnel
que nos están cavando los eclipsadores de la razón
de éste fantasma espantoso que recorre el mundo.