La historiografía burguesa, esa ave omnipresente que en todas partes construye sus camufajes y nidos, ha tratado de 'acuarelar fílmicamente' la ignota vida de Cristo, esa que va desde los doce años hasta los treinta y tres en los que inició su vida de Revolucionario Público, con ciertos culebrones de "viajes místicos de aprendizaje en la India" y otros cuentos de bordes aún mas fantásticos al respecto, cuando, en realidad, lo que hizo Cristo durante ese desconocido espacio de tiempo, fue, simplemente, currelar todo el día en la carpinteria construyendo mesas, sillas y demás...al contrario del Príncipe Sakya, El Buda, que no dió un golpe en toda su vida.
Tal vez, de haber estado su ontofenomenológico misticismo más en la raíz de del hombre real, cuya condena es ganarse el pan con el sudor de su frente, su interpretación del sufrimiento humano hubiese tenido otra distinta ontología.
Caballeros andantes del Olimpo burgués: ésta fue la 'misteriosa' y anónima vida --desde los doce años hasta los treinta y tres-- del que sería Apostol de los Pobres:
currelar para el sustento de su familia,
y, al mismo tiempo,
ir puliendo y desarollando su precoz conciencia y sensibilidad, la misma que, a temprana edad,
ya deslumbró a doctos y eruditos en el Templo.
Cristo es la figura más tergiversada de toda la historia universal.
¿Por qué?
Pués porque así ha tenido que ser para que la clase social dominante de los "In God We Trust" pudiera montar,
para la cobertura del fariseísmo de su ideología,
el grotesco espectáculo de ver la blasfemia
de sus propios gobiernos
jurar el deber de sus cargos
...¡sobre el libro de los Santos Evangelios!...
los mismos que después,
en la praxis política,
machacan esos mismos principios evangélicos
sobre los que han jurado...!
¡Que tergiversación de los hechos mas espantosa!
Así se convierte a un Apóstol de los Pobres,
predicador de la imposibilidad
de que la clase social de los ricos
pudíera entrar en el reino de los cielos,
en un "Dios" de régimenes basados,
precisamente,
en todo lo que El combatió:
el dinero,
las riquezas,
la plutocracia del sanedrin actual
--esos mercaderes que invaden
el Templo del Espíritu
y a los que El sacó al latigazo--,
el poder...
Sabeís que los jefes de las naciones son unos tiranos;
y que los grandes abusan de su autoridad.
No ha e ser asi entre vosotros;
sino el que aspire a ser el mayor ha de ser vuestro siervo.
Y quien aspire a ser el primero sea el esclavo de todos.
San Mateo 29, 24 - 21, 2
¿Es Obama, quizás, el esclavo de todos?
La pregunta pueda parecer tonta e ingenua, tal vez,
pero...venga ya...no continuemos autoengañándonos,
despertemos de una vez,
apliquemos a la praxis lo que es obvio y todos sabemos.
Vivimos bajo la estafa tergiversativa
mas colosal y abyecta de toda la história.
(¡ que hagan lo que hacen, vale, pero, por favor,
que busquen otras coartadas menos estupidas e insultivas!, ¿no?)
Y, al respecto, el principal dictum
es la desfachatez, el cinismo y el descaro
bajo el que nos hacen vivir.
¿Será por lo que dijo el mismo Cristo
de que nos hemos 'vuelto -tan- lerdos de corazón'
que nos tragamos todo lo que nos echen?
Y ahora, para terminar, entremos en el plano comparativo fundamental para establecer una de las mas importantes diferencias entre éstos dos hombres.
Por parte de Buda vendrá dada en su primo Ananda; por parte de Cristo en Marta y María.
Veamos.
Ya hemos dicho que Buda detestaba toda discusión filosófica, pués para El todo uso intelectal carecía de significado práctico para el logro del Nirvana. Y a éste había que supeditarlo todo.
Su primo Ananda, que siempre estuvo cerca de El a su cuidado, nunca obtuvo el 'despertar' y se dice que por su gran capacidad intelectual nunca pudo alcanzar la 'iluminacion'. En el Surangama Sutra, dice Ananda:
A pesar de mi aprendizaje e intelecto, no alcanzo la meta del 'despertar': es lo mismo que un hombre que habla de comida, pero que nunca come y sigue insatisfecho.
Gautama sentía que las palabras y los argumentos de la lógica de la razón obstaculizan el alcanzar 'la otra orilla'. Cómo más tarde diría el Budismo Zen: Hace falta un dedo para señalar la luna, pero ay del que confunda el dedo con la luna.
Esto es lo que creía Gautama sobre el raciocinio de las palabras, sobre la reflexión mental, que hacían falta, si, pero tan sólo como medio para 'señalar', para apuntar al objeto, a la luna, por ejemplo, pero que no se podía confundir una cosa con la otra porque eso equivaldría a sustituir la realidad por la racional aprehension de ella.
¿Qué quería decir Gautama con ello?
Que todo esfuerzo intelectual que caíga afuera del camino práctico del logro del Nirvana...no cuenta. Y Ananda nunca lo entendió así.
Cristo era muy distinto.
Contemos el caso evangélico de Marta y Maria.
Según iban de camino, entró Jesús en una aldea dónde una mujer llamada Marta le hospedó en su casa. Tenía ella una hermana, llamada María. Esta, sentada a los pies de Cristo, escuchaba sus palabras, mientras los cuidados del hospedaje y el trabajo de la casa los descuidaba tan absorvida estaba en oírlo. Entónces le dijo Marta a Cristo: 'Señor, mira que mi hermana me deja sola en las quehaceres de la casa; dile que me ayude'. A lo que Cristo le respondió: 'Marta, Marta, te preocupas y te apuras demasiado por muchas cosas; pocas son necesarias, o, mejor, basta una sola; María ha escogido la mejor parte y no se verá privada de ella'.
¿Qué quiso decir Cristo?
Que María, dejándo a un lado lo práctico,
había sabido valorar que es lo secundario
y que es lo principal,
y las palabras de Cristo,
su mensaje, su razon,
eran lo fundamental para María,
y que lo efectivo y utilitario para lograr
el 'Nirvana' de que la casa estuviese límpia y ordenada
no podía excluir a charlar, filosóficaespiritualmete,
--no percibimos a Cristo hablándo de otra manera--
con María.
Los posibles 'agujeros' expositivos que pudíera tener ésta comparación nos lo subsanará W. Reich en lo que a continuación, para finalizar, vamos a acotar de él, pués en ello quedará plasmado la nítida diferencia
entre el Príncipe Sakya, Gautama, y Cristo:
("The Function of the Orgasm", Wilhelm Reich. Pag. 201)
La salud psíquica, para Reich, era lo que él llamaba
el carácter genital
Sin entrar en consideraciones psicoanalíticas,
--aúnque sería muy interesate un psicoanálisis
comparativo entre ambos--
aqui quedan retratados,
a la perfección,
El Apostol del Budismo y el Apostol de los Pobres.