¿Qué es un viejo pellejo,
arrugado y arruinado mono vestido?
Empecemos.
Unos hablan de cuatro edades, como Aldebrandin, un inglés del siglo XIll: la adolescencia, la juventud, que acaba hacia los 45 años, fecha en la que comienza la senectud, a la que le seguirá la supervejez, el «senium», a partir de los 60.
También Dante establece cuatro edades en la vida del hombre. Otros autores, siguiendo las pautas marcadas en su día por Isidoro se Sevilla, hablan, en cambio, de las 7 edades de la vida: la infancia, la «pueritia», «la adolescencia», la «juventus», la «gravitas», la «senectus» y el «senium».
Se le den las vueltas que se le den al manubrio, la melodía --en el mejor o peor de los casos--
siempre termina en lo mismo:
en el "senium",
o, como dijo alguien por ahí:
en "el traslado del vientre al sepulcro".
Un traslado, que, de vejechias,
ya lo presenciamos en primera fila.
Y la segunda ley de la termodinamica: Entropia,
se encarga de racionalizarlo
en terminos objetivos
--que no existenciales--
Ilustración de la segunda ley de la termodinámica
mediante una máquina térmica
Esta segunda ley apoya todo su contenido aceptándo la existencia de una magnitud física llamada Entropía de tal manera que, para un sistema aislado (que no intercambia materia ni energía con su entorno), la variación de la entropía siempre debe ser mayor que cero.
Debido a ésta ley también se tiene que el flujo espontáneo de calor siempre es unidireccional, desde los cuerpos de mayor temperatura hacia los de menor temperatura, hasta lograr un equilibrio térmico.
La aplicación más conocida es la de las máquinas térmicas, que obtienen trabajo mecánico mediante el aporte de calor de una fuente o foco caliente, para ceder parte de este calor a la fuente o foco o sumidero frío. La diferencia entre los dos calores tiene su equivalente en el trabajo mecánico obtenido.
Envejecer es , prosaícamente, un desbalance térmico que va debilitando el sistema inmuintivo hasta hacerlo colapsar.
Es el "opus magnum" del Universo.
La cantidad de Entropia del Universo tiende a incrementarse en el tiempo.
Esto es la vejez.
Las estrellas también se hacen viejas Este es el consuelo .
Las estrellas, al convertir el hidrogeno, su combustible principal, en helio, generan luz y calor. Al fusionar los núcleos de hidrógeno en su interior la estrella libera la energía suficiente para producirlos a esa intensidad; sin embargo, cuando intenta fusionar los núcleos de Helio no consigue liberar la misma cantidad de energía que obtenía cuando fusionaba los núcleos de hidrógeno. Cada vez que la estrella fusiona los núcleos de un elemento para obtener otros se va perdiendo una energía que va hacíendo cada vez más inútil obtener esa misma energía para seguir alimentando el proceso, y por ende la estrella muere, y en ese orden de ideas la materia que deja atrás ya no servirá para generar otra estrella.
Es así como el segúndo principio de la termodinámica se ha utilizado para explicar el fin del universo.
A nosotros, ya en el "senium",
nos pasa igual en nuestra vivencial reaccion nuclear: cuándo intentamos fusionar los núcleos del Helio de nuestro Eros no conseguimos liberar la misma cantidad de energía que obteníamos cuando fusionabamos los núcleos del Hidrógeno antiguo de la "juventus".
Y qué pasa.
Pués que Cada vez que fusionamos los núcleos existenciales-biologicos de un elemento para obtener otros se va perdiendo una energia que va haciendo cada vez mas inútil el obtener esa misma energía para seguir alimentando el proceso, y por ende, llegamos al "senium", al Tanatos, morimos, ¿desaparecemos?.
No, no exáctamente, morir no es desaparecer:
nos transformamos...una transformación, que,
eso sí, es un tanto "olorosa"
porque a las cuarenta y ocho horas
de estar metidos dentro de ella
se produce una peste insoportable
como si la entrada al "más allá"
no nos quisiera recibir con flores.
Es la entrada perfumada a la primera ley de la termodinámica:
el principio de conservación de la energía.
Más que "conservar" quiere decir "cambiar", "transferir":
la muerte no es más que una "transferencia", aunque ésta no sea la freudiana.
Yo creo que pasamos a "materia negra", esa clase de materia misteriosa que compone la mayor parte del cosmos y que nos es totalmente desconocida, vamos, que aún no se sabe qué carajo es,
porque es muerte viva,
viva muerte,
visible invisibilidad,
tocabilidad intocable,
vacío de la forma,
forma del vacío,...
"senius juventus",
"juventus senius"
de un más allá en un más acá,
que, afortunadamente,
siempre seguirá siendo Mysterium Tremendum,
ese que se escapa y se escapará
a todas las leyes de las termodinámicas humanas
que son tan solo tenues velas
para tratar de alumbrarnos
en la infinidad de un infinitum impenetrable
dónde se cincelaron
nuestras diferentes conciencias en espirales,
la infancia,
la "pueritia",
la "adolescencia",
la "juventus",
la "gravitas",
la "senectus"
y el "senium"...
...Para arribar a la vejez
desde dónde,
mirando hacia atrás,
hacia adelante,
"temps retrouvé",
"temps perdu",
sentimos que no poseemos la vida,
que es la vida la que nos posee,
y en todos sus ciclos,
desde la infancia al "senium"
tenemos que obedecerle;
y así nos trae,
y nos lleva,
nos hace y nos diluye,
nos encorva y nos endereza.
Y seguímos sin entender
cómo los existencialista,
por la voz de su 'Sastre' central,
nos asegura que "el hombre está condenado
a ser libre".
¿Libre?
¿Qué clase de "libertad"?
¿La segunda ley de la termodinámica, quizás?